Finalizan los registros por la detención de cuatro policías locales en Llinars del Vallès

Minutos después de las tres de la tarde, los Mossos d’Esquadra han abandonado la comisaría de la Policía Local de Llinars del Vallès (Barcelona), epicentro de la investigación policial contra una organización criminal dedicada al cultivo y tráfico de marihuana. 

Efectivos de la Brigada Móvil (BRIMO) y de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d’Esquadra han efectuado un registro en las instalaciones policiales de esta localidad del Vallès Oriental, de las que se han llevado varias cajas con documentación y un vehículo. Lo han hecho en presencia de los cuatro detenidos, un cabo y tres agentes de la policía local que hasta esta misma mañana trabajaban en dicha comisaría. Al término de los registros, todos ellos han sido trasladados a la comisaría central de los Mossos en Granollers (Barcelona), donde permanecen en calidad de detenidos a la espera de pasar a disposición judicial.

Arrestados mientras estaban de servicio

Dos de los agentes se encontraban de servicio esta madrugada cuando fueron sorprendidos por los Mossos d’Esquadra. Los agentes de la policía autonómica los requirieron para participar en un supuesto control de alcoholemia y fue entonces cuando se produjo su detención. Los otros dos fueron aprehendidos sobre las cinco de la tarde en sus respectivos domicilios.

Una vez detenidos fueron trasladados, primero, hasta el polígono donde presuntamente se encontraban las plantas y, después, hasta su lugar de trabajo para colaborar con las labores de investigación, que se han dilatado hasta este mediodía.

Vigilaban las plantaciones

En el marco de esta investigación se han realizado un total de 28 entradas y registros en viviendas y locales comerciales de Piera, Barcelona y, la gran mayoría, en Llinar del Vallès. Precisamente en esta localidad del Vallès Oriental, los agentes han registrado una nave industrial y una cafetería frecuentada por los detenidos, ambas ubicadas en el polígono industrial de Can Prats. 

Los investigadores creen que los arrestados colaboraban activamente con un grupo criminal dedicado al tráfico de marihuana, ayudándolos, entre otras tareas, con la vigilancia de las plantaciones.