Hasta 31 horas. Esto es lo que duró el último gran corte de luz en Cataluña, que sigue con virulentas interrupciones de suministro en Badalona, Girona, Figueres, Sabadell y Montcada, entre otras localidades. Vecinos de estos municipios pasaron la borrasca Filomena bajo la luz de una vela, cubiertos con mantas y edredones para protegerse del frío glacial. Ayer, cuando la tormenta ya había amainado, le tocó el turno al barrio de la Barceloneta. En este caso, no era la primera vez. "Que venga Endesa y vea cómo están los cables", invitaban los vecinos. La compañía informó a este medio que ayer a las 17:45 horas la "incidencia quedó resuelta" y todos sus clientes, "con suministro".
Una de las afectadas por el apagón fue Isabel. Vive en el número 48 bis de la calle Giné i Partagàs de Barcelona. "Llevo desde las 11:00 horas de la mañana de ayer [por anteayer] sin luz. Hoy son las 14:44. Más de 27 horas sin electricidad", se quejaba la vecina. El blackout total en esta vía provocó daños importantes. "El día antes de la avería me gasté 72 euros en congelados. Ya está todo en la basura. He tenido que dormir con mantas porque el frío y la humedad --la Barceloneta está junto al mar-- eran insorportables. He comprado velas, iluminadores de cámping y linternas", enumeraba Isabel.
Obras por los cortes de luz en la Barceloneta / CG
"Tengo miedo, ¿habrá otro incendio?"
Lydia admitió tener miedo. "Vivo al lado del transformador de Giné i Partagàs. Se fue por fases. Primero se quedaron unos sin luz, luego, otros. Yo también llevo desde las once de la mañana de ayer", detallaba desde casa de la señora Carmen, su madre. "Estoy asustada. El martes me desalojan porque sale humo del transformador. El miércoles, cuando ya estaba de nuevo en mi casa, me vuelven a desalojar porque sale fuego del cableado. Me desalojaron dos veces en poco más de 24 horas", reconoció. "¿Qué pasará esta noche? Me volverán a sacar? Y si hay otro incendio y no me entero? Quedaré atrapada", lamentaba la residente.
"Había fuego, ¿eh? Parecía San Juan", precisaba su madre. Estas dos vecinas de la Barceloneta desmienten tanto al Govern como a Endesa, que aseguran que su red secundaria, la que distribuye la luz hasta los puntos de consumo, está "bien dimensionada". "Que venga Endesa aquí y lo vea. Que miren cómo están las instalaciones eléctricas en este barrio. Son de hace 70 años, y no soportan el consumo de aires acondicionados y demás. Están obsoletas: contra la realidad no hay defensa posible", criticó Lydia a renglón seguido.
"He perdido tres días de negocio: reclamaré"
También se mascaba el enfado en la Farmacia Domènech Pérez. Esta botica situada en el número 14 de la calle Andrea Doria de Barceloneta tenía luz, pero porque la habían pagado ellos a parte. "Hemos tenido que comprar generadores de gasoil para poder trabajar", explicaba Toni Domènech, propietario de la oficina de farmacia. Pese a ello, el comercio estaba lejos de operar como lo hace habitualmente. "Nos han fallado los ordenadores, los aparatos de tarjetas, las neveras de los medicamentos. Hemos perdido tres días completos de negocio. Reclamaremos a Endesa, claro", avanzaba el boticario.
¿No eran solo 31 horas? ¿Por qué tres días? "Porque está habiendo averías constantes. Allí [señala unas obras en su calle] hubo una incidencia la semana pasada. Desde ayer, los problemas de este transformador. Ya basta, que nos dejen trabajar, que por algo pagamos religiosamente a final de mes", exigía el pequeño comerciante, que trabajaba ante el zumbido ensordecedor de los generadores. "Tengo que llevar tapones", se resignaba Domènech.
"Se nos va la luz en verano e invierno"
Frente a la zanja abierta por los operarios de una subcontrata de E-distribución, filial de Endesa, Carlos Alvarado daba su versión de lo ocurrido. "Lo de siempre: se nos va la luz en verano, cuando hay mucha demanda, y se nos va en invierno, cuando sube el consumo", advertía. Este vecino pasó 24 horas sin luz. Ello le provocó "que se averiaran electrodomésticos y pasara frío". Alvarado también se disponía a reclamar a su comercializadora los daños ocasionados. "Barceloneta viene fallando hace mucho tiempo. Hay cortes de luz constantes, siempre ha habido problemas", alertaba el vecino.
Algo similar contaban desde la Boulangerie Mayer, una panadería de degustación que lleva un año abierta en la calle Andrea Doria. "Hay que hacer mejor mantenimiento. Hay que llevar un control, un cuidado de la instalación. Nosotros tenemos pastelería, que se tiene que congelar, y si nos quedamos sin luz nos perjudica. Pero hay casos incluso más graves, de gente que está enferma y depende de una máquina", señalaba Sofía Núñez, su gerente. En este comercio habían pasado 24 horas sin luz. Ayer a mediodía sí tenían. "Para nosotros es complicado. Nos complica el pago con tarjeta, la máquina de café o el cierre de la tienda. Barceloneta no es un barrio 100% seguro, y uno no echa de menos la luz hasta que la pierde", describía Núñez.
"Lo cuentas en Europa y no te creen"
La asociación vecinal de la zona avanzaba ayer acciones para resolver los apagones. Esta entidad vecinal ha lanzado una campaña para recoger las quejas de los vecinos y armar una denuncia colectiva contra Endesa. "Primero falló el alumbrado municipal. De eso ya hace meses. Ahora empieza a caer el suministro a los hogares del barrio. Es un problema gravísimo, de dignidad. Y lo cuentas en Francia y Dinamarca y no se lo creen, no dan crédito", lamentaba Manel Martínez, presidente de la agrupación. "En otro país, si una compañía deja 24, 36 o 40 horas sin luz a alguien se le cae al pelo. O, como mínimo, pierde los clientes. Aquí nadie hace nada", lamentaba el activista.
Martínez recordaba también dos elementos. "No es de recibo que los cortes de luz hayan pasado de las farolas a las viviendas de la gente. Estamos jodiendo al pequeño, al comerciante de la esquina. Y después Endesa nos venderá que ha ganado un equis por ciento menos. ¡Pero es que aquí no ganamos menos, lo perdemos todo!", recordaba el denunciante. La AA.VV Barceloneta desconfía también de la intercesión del Ayuntamiento de Barcelona. "Nos parece muy bien que la señora Colau envíe cartas a Endesa, a la Generalitat y al Gobierno. Pero es que llega tarde y lo hace antes de las elecciones. No cuela. Debió hacerlo antes, ejercer presión para que la eléctrica haga mantenimiento e inversión de su red. No ha pasado y ahora pagamos todos las consecuencias. También el ayuntamiento, que es también un perjudicado", apostillaba Martínez.