La Fundación de Sant Pau abre una batalla judicial contra el Govern
La entidad centenaria lleva a la Generalitat ante la justicia por 'racanear' fondos para su centro puntero: el Instituto de Investigación
1 octubre, 2020 00:00Batalla judicial entre la Fundación de Sant Pau y el Gobierno catalán. La entidad centenaria --se creó en 1401-- ha iniciado un combate en los tribunales para desbloquear parte de la financiación de su nuevo centro puntero: el Instituto de Investigación de Barcelona, que costó 17 millones de euros. La pugna entre la Muy Ilustre Institución (MIA) y el Govern ha desbordado el patronato de la entidad y ha llegado al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Así figura en el recurso 117/2020 entrado por el equipo jurídico de Sant Pau en la sección quinta de la Sala de lo Contencioso del TSJC. En su escrito, la defensa del hospital y complejo modernista centenarios reclama el "gasto derivado" del contrato subvencionado para ejecutar la obra civil de construcción del nuevo Instituto de Investigación, inaugurado en 2018. La obra se costeó en un 40% con fondos comunitarios Feder pero, por algún motivo, la fundación no ha visto el resto del dinero que pedía. ¿Cuánto debe el Govern a Sant Pau? Cinco millones de euros, el 29% de la obra. En la memoria de 2019 [consultar aquí], la fundación ya echa de menos los cinco millones como "saldos debidos".
Bronca en una fundación civil-religiosa
Preguntadas por la cuestión, fuentes cercanas a la fundación han pedido esperar al término del proceso judicial. El Govern, a su vez, no ha contestado. Por lo pronto, la batalla judicial entre Sant Pau y Generalitat genera preguntas. ¿Cómo pudo pagar Sant Pau un novedoso centro de investigación si la administración le debe dinero? Con un crédito. La MIA pidió 12 millones de euros al Council European Bank (CEB), cantidad que logró con la intermediación de un banco.
Una vez pagada la obra, justificada e inaugurada --con la presencia del expresident Quim Torra en 2018--, ¿por qué el Govern no paga el resto? ¿Y por qué el litigio se traslada de la fundación a los tribunales? Eso es un misterio. Lo factual es que Sant Pau ha embestido contra la vicepresidencia de Economía. En manos de ERC que, precisamente, tenía hasta ahora un miembro en el patronato: Laura Pelay, la hasta ahora secretaria general de Salud. El otro era Víctor Cullell, secretario del Govern. En la misma mesa se sentaban dos representantes del Ayuntamiento de Barcelona y otros dos del Cabildo de la Catedral de Barcelona. Sant Pau es, pues, una entidad civil-religiosa.
"Negocio para la Fundación"
Fuentes cercanas al conflicto han recordado que el Instituto de Investigación de Sant Pau, con casi 10.000 metros cuadrados, es otro de los negocios de una fundación que, en esencia, no tiene ánimo de lucro. La Muy Ilustre Institución administra el hospital homónimo. El centro sanitario forma parte de la red pública mediante un concierto con el Servicio Catalán de Salud (CatSalut). A su vez, el recinto modernista, uno de los mayores de Europa, es otro de sus tesoros. Pero es que hay mucho más: opera hasta 1.093 fincas urbanas que generaron ingresos de más de ocho millones de euros en 2019.
¿Qué papel juega el Instituto de Investigación? "Es una nueva unidad de negocio de la MIA. Lo utilizan los equipos de investigación médica del hospital, sí, pero también otros grupos de universidades catalanas. Se alquila por secciones. Supone, pues, una nueva fuente de ingresos para el conglomerado", explican. Las mismas fuentes desvinculan al prestigioso hospital del litigio. "El hospital es una pieza más. En la vértice de la pirámide está la fundación privada. Con el Covid, se utilizó parte del Instituto como apoyo, pero ya está. Son entes distintos con cuentas separadas", recuerdan.
Estructura compleja
En esta cúspide figura el doctor Jordi Bachs y, bajo este alto cargo, el también facultatvio Enric Argelagués. Ambos son presidentes de una fundación, pero una entidad controla a la otra.
De hecho, el doctor Bachs estuvo imputado por malversación en el caso Sant Pau, que instruyó el juzgado de Primera Instancia número 22 de Barcelona. La sala archivó el caso en 2015, al recordar que era incapaz de determinar "en qué operaciones concretas se gasta el dinero [el hospital] e incluso determinar los ingresos y su procedencia", tal y como informó El País.
En busca de la excelencia
Más allá del litigio judicial entre fundación y Govern, el Instituto de Investigación ya juega un papel relevante en generar las famosas sinergias, vocablo utilizado demasiado a menudo de forma errónea. En el caso de Sant Pau, es pertinente. Su nuevo y flamante Institut de Recerca agrupa a los investigadores de todo el complejo para que sus trabajos redunden en la calidad asistencial. También busca convertirse en centro de referencia de la asistencia, la docencia y la investigación médica.
El esfuerzo del equipo del doctor Enric Argelagués --también exdirector gerente del ICS--, presidente del patronato de la fundación privada, puede tener buenos objetivos, pero ha empezado con mal pie. La bronca por quién paga el centro ha desbordado a la entidad civil-religiosa y ha terminado en los tribunales, que decidirán.