El Gobierno plantea un permiso retribuido para padres con hijos en cuarentena
Celaá adelanta que las mascarillas y la toma de temperatura diaria serán obligatorias en la vuelta al cole
26 agosto, 2020 12:40La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha avanzado este miércoles varios de los puntos que el Gobierno plantea de cara a la complicada vuelta al cole para el curso 2020-2021. Entre ellos, uno de los extremos más polémicos. La implantación de un permiso retribuido o baja para aquellos padres cuyos hijos tengan que guardar cuarentena por el coronavirus.
La socialista ha asegurado que se intentará recuperar una fórmula que "ya se utilizó al principio de la pandemia". Niega que las carencias que se denuncian en el inicio de las clases empuje a los pequeños a quedarse solos en casa en caso de que se sospeche de un contagio. "Si hay un menor debe estar acompañado de una persona adulta", ha sentenciado en una entrevista en la cadena SER.
Incluso ha señalado cuál sería la fórmula en la que se trabaja para asegurar la retribución. "Podría ser una baja por enfermedad o un permiso retribuido, son fórmulas que hemos de articular", ha declarado.
La ministra Isabel Celaá habla sobre la implantación de un permiso retribuido para padres con hijos guardando cuarentena / CADENA SER
No hay riesgo cero
Las medidas que ha apuntado la ministra se definirán en un encuentro previsto para este jueves con los representantes de los gobiernos autonómicos. Cabe tener en cuenta que Educación es una competencia que está traspasada. Los Ejecutivos locales se reunirán con Celaá, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la ministra de Política Territorial, Carolina Darias. Se espera que de este encuentro salga un protocolo común para el regreso a las aulas de forma segura en todo el país.
Desde el Gobierno ya se advierte de que cualquier medida que se implemente en este sentido no será una panacea. "La salud y la seguridad empieza desde casa", ha declarado la socialista. Deja claro que "no hay riesgo cero" y que incluso se puede dar "la circunstancia de que se incumplan" las medidas. El Gobierno abre la puerta a pedir "una declaración responsable a los padres" para que sus hijos no vayan al colegio si tienen síntomas del coronavirus, como la fiebre.
Todos deben ir a clase
Al ser preguntada por el miedo de muchos padres y la posibilidad de que no lleven a su hijos a la escuela, la ministra se ha ratificado en las advertencias de los últimos días. Ha reiterado que "la educación es insustituible y beneficiosa, no puede ser sustituida por el ámbito domiciliario". No se tolerará el absentismo por miedo a la pandemia.
Para el Gobierno, la presencialidad se mantiene como "el concepto general" --se priorizarán las edades tempranas, hasta los 14 años--. "Los niños que no pueden trabajan delante del ordenador tienen que estar acompañados en su proceso educativo", señala. Además, reconoce que no se puede "cargar a las familias con más preocupación e incertidumbre".
Un plan pensado desde mayo
"Buscamos el entorno escolar más seguro. Tenemos que enfrentarnos al virus para que los niños hagan lo más importante: continuar con su proceso educativo", ha afirmado. Manda de este modo un mensaje de tranquilidad como un intento de frenar las críticas que se han producido desde la comunidad educativa por la falta de planificación del curos.
La ministra niega improvisación y afirma que "todo está planteado desde mayo y junio", cuando se empezó a trabajar en el plan. "No se parte desde cero, solo hay que hacer algún ajuste a la realidad".
La ministra Isabel Celaá asegura que las medidas del Gobierno están pensadas desde hace meses / CADENA SER
Mascarillas y temperatura
"Hay algún ajuste en términos de revisión, pero el plan de junio sigue vigente", ha insistido. Más allá de las bajas retribuidas para los padres, el Gobierno avanza que se dará un "uso más o menos generalizado de la mascarilla" de forma obligatoria dentro de clase para los alumnos "a partir de los 6 años".
Para evitar que algún niño con síntomas de la enfermedad entre en clase, con la consiguiente cuarentena de todos sus compañeros y docente de referencia, se seguirá la estela de otros países. Los alumnos deberán tomarse la temperatura antes de empezar las clases. "Se podrá hacer a la entrada, se puede pedir a los padres o se puede medir en las aulas", indica la ministra. "Trabajamos en un modelo combinado", que también incluye que se instalen geles en las clases para que alumnos y maestros se puedan lavar las manos. No ha detallado si se habilitarán partidas específicas para realizar una compra de urgencia, otra de las demandas de los educadores y responsables de centros.
Un protocolo generalizado
"Se trata de seguir cuatro reglas: ventilación, limpieza de manos, protección personal y distancia. Son las mismas en todos los lugares", ha concretado. Es decir, las que se han implementado en otros países de la Unión Europea donde ya han empezado el curso. "Todos estamos en esa adaptación según la realidad que vamos a vivir en el ámbito escolar".
Sobre el protocolo en caso de detección de un contagio --tanto a un alumno como a un profesor--, la ministra ha insistido en que "lo primero" es que se ralice de forma precoz. "Una vez detectado, se notifica al centro de salud que define qué hacer". El objetivo primordial es que las escuelas permanezcan abiertas "con controles y seguridad y que haya un entorno escolar seguro que permita a las familia tranqulildad". "Hay un derecho del alumno a ser educado", sentencia Celaá.