"Indefensión" y "arbitrariedad". Así describen los abogados especializados en ocupaciones las situaciones que viven sus clientes cuando un desconocido les toma el piso. Los letrados alertan de que "está fallando la ley, están fallando los juzgados y está fallando también la policía".
Uno de los que lo verbaliza es Adolf Bas, jefe del departamento penal de Marimon & Bas Abogados, que lleva años gestionando este tipo de casos. "Es un tema muy complicado, pues si te ocupan tu casa tienes que cumplir la ley al dedillo, sin salirte ni un milímetro, mientras que el intruso se puede esplayar en la ilegalidad", lamenta. El profesional valora que en la actualidad el marco normativo "genera desprotección" para el propietario. "Mis clientes se quedan desamparados ante personas que se saltan la ley", lamenta.
"Recomiendo usar la vía civil"
Bas admite que "está dejando de asumir casos de ocupaciones de viviendas". ¿Por qué? "Porque es un proceso muy complejo. Los okupas saben cómo funciona la ley y la van forzando. Terminas generando un volumen ingente de trabajo a la asesoría legal, pero también al juzgado. Y frecuentemente te vas a 12 meses o año y medio de batalla legal, como poco", detalla. No obstante, el abogado ha optado por una vía que ahorra quebraderos de cabeza a sus clientes. "En el bufete les damos respuestas, claro, pero les recomendamos la vía civil. No la penal. Porque ésta se alarga y, al final, lo que uno quiere es recuperar su propiedad, no una condena judicial. Es posible conseguir un desalojo más rápido por la vía civil", apostilla.
Jorge Marín, abogado de Desokupa, también detecta anomalías en la situación actual. "A veces hay que recordar que la ocupación es un delito. De hecho, pueden ser dos: allanamiento de morada si la propiedad es vivienda habitual (artículo 202 del Código Penal y siguientes) o usurpación (245)", recuerda. A estos tipos penales, Marín le contrapone la respuesta de la administración. "No se protege al okupa, pero sí que se genera desamparo del propietario. Porque fallan la ley, los juzgados de guardia y, también, la labor de algunos mandos de los Mossos d'Esquadra", critica.
"Inseguridad"
Según el abogado, la misma ocupación será desalojada por la policía o no lo será "según el juzgado de guardia que toque, e incluso según la patrulla de Mossos que esté en el lugar. Yo he desalojado legalmente a okupas en dos horas o he batallado durante meses. Hay mucha arbitrariedad". Ello se produce porque los policías rehúsan a menudo sacar a los okupas incluso cuando hay delito flagrante. "Imagínate que llegas a tu casa corriendo porque está sonando la alarma. Y la persona está dentro. Llamas a la policía, acude, y pregunta al presunto delincuente. Pues bien, si éste se declara okupa, si sostiene que vive allí --que es su morada habitual-- muchos Mossos no actuarán por miedo". ¿Miedo a qué? "A cometer violación de domicilio, un tipo penal pensado para los cuerpos y fuerzas de seguridad".
Si el propietario denuncia, también hallará una suerte de lotería. "Si el juez ve delito flagrante y acepta medidas cautelares --artículo 13 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, LeCrim--, podría ordenar el desalojo de inmediato. Si no, dependerá de si acepta el caso o lo manda a reparto, de cuando el proceso llegue a la vista, del resultado de ésta, de la sentencia o incluso de la confirmación de la sentencia por parte de una Audiencia Provincial", advierte. ¿Cuál es la solución para proteger al propietario? "Ahora fallan las tres cosas: ley, juzgados y policía. Basta con arreglar una de las tres. Endurecer la ley para que okupar sea delito grave o baste con presentar un documento que acredite que es tu morada para desalojar. Dos, que la policía pueda vaciar cuando sea delito flagrante. Y tres, que los juzgados acepten las medidas cautelares. Esto último no requiere ni cambiar la ley: basta con una instrucción. Existen los juicios rápidos y otras fórmulas. Hay maneras para acabar con la inseguridad actual", ha concluido Marín.
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