Hablan los comerciantes que se enfrentaron al presunto asesino de David, el trabajador municipal y profesor universitario que murió este miércoles en el Hospital Clínic Barcelona tras ser apuñalado 48 horas antes. Dos zapateros del casco antiguo ayudaron a la policía a cazar al asaltante, que perpetró un episodio de gran violencia en el espacio de una hora que dejó tres muertes, un robo y un intento de homicidio.
En conversación con este medio, los tenderos han arrojado más luz sobre el misterioso caso del joven sueco de 29 años que está detenido tras, presuntamente, acabar con la vida de David, la de otro hombre en la calle Portal Nou y la de una anciana en la calle de l'Arc de Sant Vicenç. "Tomaba el café en el patio trasero de nuestra tienda, a donde se accede por el almacén", explica uno de ellos. "Este patio da a la calle Paradís --donde fue apuñalado el empleado público--. Pues bien, en un momento dado, le vi venir con un cuchillo en la mano".
"Entró en mi tienda por el almacén, cuchillo en mano"
El atacante pudo llegar a la parte trasera del comercio porque la verja que protege una parte de la calle Paradís, donde acabaría muriendo David, estaba abierta. "Normalmente está cerrada, pero el lunes no. Así que vino el hombre, la rebasó, entró por la puerta y se coló en el almacén, cuchillo en mano", insiste.
¿Qué pasó después? "Salieron a toda prisa de la tienda. Había dos personas. Una de ellas, mi dependienta, empezó a pedir auxilio al grito de 'tiene un cuchillo'". ¿Qué hizo el otro empleado? "Se quedó en shock. Parado. Imagina que entran desde el almacén de tu tienda y te dicen que viene alguien con un arma blanca. Pues bien, el chico llegó a la cortina y sacó la cabeza: no se creía que entraba en una tienda. Tras ello, vio al zapatero", explica la gerente.
"No lo dudó ni un segundo --ha continuado--. El atacante se abalanzó sobre él, pero suerte que fue más rápido y pudo zafarse, colocándose al otro lado del mostrador. Empezó así una suerte de juego del pilla-pilla. El del cuchillo iba a por él y el chico se escurría por el otro lado de la mesa. Estarían así unos pocos segundos, dando vueltas al mostrador sin alcanzarse". Al final, desistió y salió de la tienda. Fuera le esperaba un gran revuelo, pues la calle del Bisbe es una arteria del casco antiguo de la capital catalana que conecta la plaza Sant Jaume con la Catedral de Barcelona.
"Lo 'cazamos' junto a la policía"
Fueron, pues, momentos dramáticos. J., el presunto homicida, se paseaba por la cercanía del Ayuntamiento de Barcelona y el Palau de la Generalitat con un cuchillo en la mano. "Una de mis empleadas fue directa a la Guardia Urbana que custodia la casa consistorial. Les avisó y acudieron a toda prisa", recuerda la comerciante, que admite "tener aún el susto en el cuerpo".
¿Y el chico a quien el asaltante intentó acuchillar dentro de la zapatería? "La verdad es que en esos momentos no te lo piensas mucho, y no se puede juzgar. Pero se escapó y lo vio salir de la tienda y ponerse la capucha, aún con la navaja. Tras ello, le siguió calle del Bisbe abajo para alcanzarlo. Fue ayudado por otros ciudadanos y por otros funcionarios municipales".
Mapa de tres homicidios, el robo y el intento de homicidio seguidos el lunes en Barcelona / Google Maps
"Ya era tarde. Cuando llegaron a la calle Paradís, ahora en la parte de abajo, David ya estaba en el suelo. Le practicaban los primeros auxilios", ha señalado la misma fuente. ¿Qué pasó para que J. apuñalara a David? No se sabe. Los Mossos d'Esquadra han iniciado la investigación para saber qué ocurrió en este espacio de una hora. Lo que sí se conoce es que el comerciante y otros viandantes localizaron de forma inmediata al agresor y le pudieron inmovilizar en el suelo. Aseguran que parecía colocado, un extremo que aún no se ha confirmado. La Guardia Urbana lo detuvo. "Fue una acción conjunta", relatan desde el establecimiento.
Orgía de violencia en Barcelona
La actuación de ciudadanos de a pie y cuerpo municipal de seguridad puso fin al episodio de gran violencia. Se inició con un asesinato en la calle Portal Nou sobre las tres de la tarde, antes de prender fuego al piso. Tras ello, y según apuntan las pesquisas iniciales, el atacante saltó por el balcón del inmueble hasta aterrizar en la calle. En su huida habría pasado por el callejón de l'Arc de Sant Vicenç, donde los agentes de seguridad encontraron a una anciana muerta en su portal con un fuerte golpe en la cabeza. Después del ataque a la mujer, el individuo robó una moto y llegó a la plaza de Sant Jaume. Allí tuvieron lugar los incidentes de la zapatería, el apuñalamiento de David y, después, su detención.
Lo cierto es que hubo más. El joven, "robusto, vestido de negro, delgado y con cara de haber perdido la cabeza", salió de la pequeña calle de l'Arc de Sant Vicenç y robó una motocicleta. Lo que no ha trascendido son los detalles. "Salió del callejón llevando dos bolsas de basura". ¿Qué portaba en las mismas? "Cartulinas de cierto valor. Yo las vi horas antes y pensé en cogerlas después, tras mi turno", explican comerciantes del lugar. J. recorrió la plazoleta de Montcada con las bolsas. Al llegar al paseo del Born, arremetió contra un repartidor de Glovo. "Le pegó una patada que lo tiró al suelo. Después, le empezó a pegar puñetazos en el costado, en las costillas, hasta que paró y se fue robándole la moto. Visto lo visto, tuvo suerte", añaden otros vecinos.
¿Quién es el asesino de la capucha?
Vecinos y comerciantes insisten en que el agresor se paseó por el entorno de la plazoleta de Montcada con las bolsas de basura. "Parecía que quería pasar por un vulgar vecino, aunque su comportamiento era como el de una bestia: paseaba muy tranquilo y, de golpe, saltó sobre alguien, sobre el repartidor de la moto", señalan, "con una gran violencia. Golpeaba tan fuerte al chico que los puñetazos resonaban. No paró hasta que los comerciantes le gritaron y miró a su alrededor, desistió y cogió la moto para irse".
En el barrio ya se le conoce como el asesino de la capucha, pues llevaba un suéter con este complemento. Su caso ha pasado a los Mossos d'Esquadra, que ahora intentarán vincularlo con las tres muertes (la de David, la del Arc de Sant Vicenç y la de Portal Nou).
Despedida de David
Mientras, las familias que han perdido seres queridos en este episodio violento ya empiezan a despedir a los suyos. Los allegados de David lo harán en Mataró (Barcelona), de donde procedía el funcionario y profesor universitario. Los de la mujer que perdió la vida en l'Arc de Sant Vicenç harán lo propio en las próximas horas, una vez concluida la autopsia.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, manifestó ayer su apoyo a la familia de David. No citó a las dos otras presuntas víctimas ni a los comerciantes que se enfrentaron al homicida. "Aquí no ha venido nadie a vernos, ni policías ni el concejal del distrito y mucho menos la alcaldesa, solo periodistas", lamentan los dueños de un estanco de la plazoleta de Montcada. Reclaman más atención por parte de la Administración.