Una experta en pobreza tritura las casas-contenedor de Colau en Barcelona
Anne Longfield, comisionada para la Infancia de Reino Unido, alerta de que los contenedores marítimos como vivienda generan "frío y calor, humedad y condensación, ruido, plagas e incivismo"
9 septiembre, 2019 00:00Es la experta en el combate contra la pobreza y el sinhogarismo que ha destruido las casas-contenedor como las que acaba de empezar a construir Ada Colau en Barcelona. Anne Longfield, comisionada para la Infancia de Reino Unido, es la primeras figura pública en alzar la voz contra una solución habitacional de emergencia que el Ayuntamiento de Barcelona ha vendido a los medios como importada de "Copenhague, Vancouver, Ámsterdam o Londres" [ver nota de prensa aquí].
En un durísimo informe [leer aquí] publicado en agosto del que se ha hecho eco The Guardian para analizar el proyecto de casas-contenedor en Barcelona, Longfield advierte al Gobierno inglés y a los ejecutivos locales de Inglaterra que los contenedores marítimos reaprovechados son "extremadamente fríos en invierno y muy calientes en verano". Llega la comisionada para los niños y adolescentes a esta conclusión tras visitar proyectos similar en ciudades como Brighton, Cardiff, Ealing y Bristol. Durante su estudio, la experta descubre que los recipientes de transporte apilados generan "incivismo, condensación y humedad y plagas en el suelo". Ello, según ella, tiene un "consecuencias sobre el crecimiento" de los menores.
¿Los recomienda? "No deberían alojarse familias allí"
En conversación con este medio y preguntada sobre si las administraciones deberían adoptar este tipo de soluciones para proveer de viviendas de emergencias a la ciudadanía, Anne Longfeld no deja lugar a dudas. "Esta comisionada no cree que las instituciones a nivel local deban alojar a familias en recipientes de transporte marítimo reconvertidos a vivienda". No obstante, Longfield se muestra decepcionada porque su duro informe sobre sinhogarismo y soluciones habitacionales no ha producido "ningún poscionamiento del Gobierno [inglés] hasta la fecha". En relación a los problemas concretos del uso de contenedores para alojar a núcleos familiares que aguardan vivienda en la mesa de emergencia habitacional --cuyo número se cuadriplicó en el último mandato de Colau, entre 2015 y 2019--, la experta se ha remitido a las conclusiones de su investigación.
El demoledor informe de la comisionada para la Infancia de Reino Unido no vieron necesidad de citarlo la alcaldesa accidental, Laura Pérez (Barcelona en Comú) y el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, cuando presentaron las casas-contenedor en agosto. Los dos ediles destacaron lo "rápido, barato y sostenible" de la estructura. Esta semana se ha apuntado a glosar la intervención pública la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que ha pedido en TotBarcelona "extender la medida a más barrios". Cabe recordar que al acto de colocación del primer módulo asistió Carlos Macías, exportavoz de la PAH --fue sucesor de Ada Colau en la entidad--, ahora asesor del gobierno municipal en políticas de vivienda.
"Como Ámsterdam o Copenhague"
El Ayuntamiento de Barcelona destacó durante el acto que los contenedores-casa son "el primer proyecto piloto de tres". Con un presupuesto de 940.000 euros, el Ejecutivo local ha externalizado a una empresa la construcción de los bloques. Son en total 12 viviendas más unos bajos que se dedicarán a complementar las instalaciones del CAP Raval. Según el gobierno municipal, la estructura tendrá "ventilación cruzada" en todos los alojamientos gracias a su fachada y pasadizos elevados que serán "espacios de relación con la comunidad". Servirán los contenedores, que son como los utilizados en "Ámsterdam o Copenhague", para "aligerar un poco el grave déficit de plazas para cubrir la emergencia en vivienda que vive la ciudad".
Cualquiera que fuera la defensa que hace el consistorio de su nuevo proyecto en vivienda asequible, que busca paliar el fracaso del mandato anterior, éste no ha empezado con buen pie. La oposición municipal los ha criticado, y el proyecto ha empezado con un año de retraso por problema en la contratación. De hecho, una de las empresas licitantes, Bigas Grup, se retiró de la licitación, en la que había ganado los tres lotes, uno por cada estructura (Ciutat Vella, Sants y Poblenou). Finalmente, el Ayuntamiento ha licitado de nuevo la intervención y se ha echo con la misma Constècnica 3 y Eurocatalana Obres i Serveis. De los otros dos solares nada se sabe en firme.