Los vehículos 100% sostenibles llegan al sistema de salud catalán
El plan de renovación de la flota de vehículos del Instituto Catalán de la Salud eliminará 12.000 toneladas de emisiones contaminantes
27 junio, 2019 13:29La Generalitat de Cataluña acaba de aprobar la renovación de la flota de vehículos del Instituto Catalán de la Salud, la empresa pública de la Consejería de Salud del gobierno de la región. A partir del próximo mes de septiembre, 344 vehículos 100 % sostenibles pasarán a formar parte del sistema logístico de la atención sanitaria catalana, que se conoce como la nueva flota de energía verde. Según han explicado fuentes del propio ICS, la mayoría de los vehículos se destinarán a los servicios propios de la atención primaria, puesto que es la rama de la asistencia sanitaria donde más necesaria se hace la proximidad y cercanía con los pacientes. “La apuesta por la movilidad respetuosa con el medio ambiente permitirá que se dejen de emitir 12.000 toneladas anuales de dióxido de carbono a la atmósfera, un volumen que equivale a las emisiones anuales de 1.000 hogares”.
La empresa pública de la salud catalana ha detallado que la primera remesa de vehículos de la nueva flota de energía verde estará formada por un total de 344 vehículos entre híbridos, eléctricos y de gas. Puesto que son coches 100 % sostenibles, el acuerdo cerrado por la Generalitat de Cataluña incluye también 230 puntos para su recarga repartidos por todo el territorio catalán. El plan de renovación ya ha comenzado con la adjudicación de 141 puntos de recarga y 180 coches, que se dividen en 132 de tipo eléctrico, 30 híbridos y 18 de gas. Según ha comunicado el ICS, el resto de los coches está aún en fase de valoración técnica y hasta que ésta no se complete no serán entregados. El coste de la sustitución de vehículos altamente contaminantes del sistema sanitario de Cataluña por otros respetuosos con el medio ambiente está presupuestado en 7.130.359 euros.
Todos los gastos incluidos
Los 344 vehículos 100 % sostenibles aprobados para el uso en sanidad se utilizarán para la atención domiciliaria, el transporte interno y las tareas de representación, tal y como han informado fuentes de la empresa pública de la salud catalana; y permitirán, también en palabras del organismo, “que la Generalitat alcance el objetivo marcado para el año 2022 de tener una flota sostenible”. “La apuesta por el respeto al medio ambiente también tiene impacto como medida de salud, ya que la contaminación atmosférica urbana es uno de los factores más perjudiciales”, aseguran desde el Instituto Catalán de la Salud.
Cada uno de los vehículos de la nueva flota de energía verde del sistema sanitario catalán llevará instalado un dispositivo de localización GPS para que sea posible conocer su ubicación en todo momento. Según han informado fuentes de la empresa pública, de este modo también será posible realizar una monitorización de los datos del estado general del vehículo, “como distancias recorridas, carga de las baterías, disponibilidad de combustible o detección automática de averías”. El registro en tiempo real de estos datos permitirá una rápida actuación que no afecte a los servicios de atención a los pacientes. Todos estos supuestos están incluidos en los más de siete millones de euros del presupuesto de sustitución de los vehículos, además de “la gestión de la flota, la pintura, la rotulación de los vehículos, los gastos de matriculación, las cargas impositivas y fiscales correspondientes, el mantenimiento integral, las reparaciones del vehículo, la sustitución de los neumáticos, la suscripción del seguro y la asistencia en carretera las 24 horas del día”.
Ley del Cambio Climático
La renovación de la flota de vehículos del Instituto Catalán de la Salud responde a su Plan de Responsabilidad Social Corporativa, que persigue impulsar medidas con beneficios notables para la ciudadanía, para el propio organismo y para sus trabajadores. La medida del uso de vehículos 100 % sostenibles, en particular, también se ajusta a los compromisos adquiridos por la Generalitat en materia de la Ley del Cambio Climático del 1 de agosto del año 2017.