El corte de la L1 del Metro deja "tirada" a parte de Barcelona
TMB hace 'oídos sordos' a las quejas y propuestas para mejorar los transportes alternativos que les han hecho llegar los vecinos del distrito de Sant Andreu y de Santa Coloma de Gramenet
27 junio, 2019 00:00Cada día, 90.000 personas utilizan la línea L1 de Metro de Barcelona entre las estaciones de Clot y Fondo, según Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). A partir del 29 de junio, y durante dos meses completos, este tramo del suburbano estará de obras y los miles de usuarios tendrán que jugar al tetris para encajar autobuses, transbordos y caminatas para poder llegar a su destino.
Los vecinos del distrito de Sant Andreu y de Santa Coloma de Gramenet, principales afectados por este corte, lo tienen claro: las alternativas de transporte anunciadas por el Ayuntamiento de Barcelona son altamente mejorables, no han escuchado las necesidades de los residentes y "dejan tirados a todos los que viven en una zona ya aislada de por sí".
Redistribución a Rodalies
Esta es la opinión expresada por Cristina Galán, presidenta de la Asociación de Vecinos de Sant Andreu-Sud, quien estuvo presente en una reunión celebrada en la sede del distrito por los representantes de (TMB). "Nos explicaron que las lanzaderas no están pensadas para cubrir el trayecto de metro cerrado sino para acercar a los viajeros a las estaciones de Rodalies de Renfe", una razón que TMB ha confirmado a Crónica Global, ya que sus servicios "son los únicos con capacidad para absorber una parte importante de la Línea 1 de Metro".
Sin embargo, como apunta la vecina, "no todos los títulos de transporte de TMB sirven en Rodalies", como en el caso de las tarjetas T-4 y T-Rosa, dirigidas a personas de edad avanzada y que necesiten tarifas reducidas. Además de esta cuestión, muchos vecinos dudan del servicio de cercanías del área metropolitana, tanto por el gran número de usuarios que transporta diariamente como por sus "retrasos y averías" y que, además, no ha comunicado --por ahora-- ningún tipo de refuerzo de sus líneas.
Avalancha de propuestas de mejora
En la reunión llevada a cabo el 25 de junio en Sant Andreu, representantes vecinales de Trinitat Vella --uno de los cinco barrios del distrito por donde pasa la L1-- hicieron llegar un listado de propuestas para mejorar el transporte durante los dos meses de obras. Entre ellas se pide el refuerzo de las líneas de buses 126, 127 y V31, que durante el verano tienen una frecuencia de 30 minutos. "Así se puede descongestionar la lanzadera", que prevén masificada: "Cuando cogemos el metro en horas punta, sin que haya obras, ya llegan los vagones muy llenos", aseguran. "El bus que venga de Fondo no tendrá capacidad para los vecinos de Barcelona".
También Santa Coloma de Gramenet se une a las peticiones de mejora de transporte alternativo. De hecho, el ayuntamiento de la localidad, la Favgram y la Confederació d'Associacions Veïnals de Catalunya (Confavc) se reunieron con representantes del consistorio que lidera Ada Colau para hacerle llegar sus propuestas. Entre ellas se encuentran el aumento de la frecuencia de la L9 Nord, de la lanzadera puesta entre Clot y Sagrera, un servicio de autobús directo entre Clot y Fondo e informadores a pie de calle. El presidente de la Favgram asegura que en la reunión "todo fueron buenas palabras, pero soluciones, pocas" y su sensación tras este encuentro fue la de que los responsables de TMB "no parece que estén receptivos a cambiar".
Sin esperanzas de cambios
Una de las medidas que el ayuntamiento ya ha puesto en marcha ha sido la de situar informadores en algunas de las paradas que serán cerradas el 29 de junio y asegura, además, que tanto la L5 como la L9 Nord "se reforzarán, igual que las líneas de bus en la zona". Además, comunican que están "estudiando ajustes de algunos aspectos del dispositivo de transporte" alternativo que han generado para paliar los efectos del corte de la L1 de Metro, cuya resolución "trasladaremos al distrito de Sant Andreu y al Ayuntamiento de Santa Coloma".
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A pesar de esta intención, los vecinos no tienen esperanzas de que sus peticiones sean escuchadas. "No confiamos en que hagan nada", augura Galán, la vecina de Sant Andreu-Sud, una sensación que se refuerza tras las declaraciones de Enric Cañas, director general de TMB, en la rueda de prensa para explicar estas reformas: "Es imposible fletar una lanzadera en continuo", en referencia al tramo entre Clot y Fondo. "La combinación ideal para sustituir el servicio de Metro no existe".
Contraataque vecinal
¿Qué harán los vecinos? ¿Se quedarán parados? Parece que no. Los residentes de Trinitat Vella ya preparan una concentración relacionada con el corte de este tramo de la línea de metro. Se reunirán en la plaza de la Trinitat el 3 de julio para informar tanto de las informaciones que TMB facilitó en la reunión pasada como de las "soluciones que nos dan", en el caso de que se hayan aceptado algunas de sus propuestas. "Los vecinos y vecinas tendrán la última palabra", dicen desde la agrupación, "votaremos allí mismo si empezamos ese mismo día algún tipo de corte de tráfico".
Tampoco se quedarán parados los residentes del municipio vecino donde muere la línea roja del suburbano. El presidente de la Favgram no duda en poner en marcha "cualquier forma de reivindicación que creamos necesaria" para hacer oír las necesidades de los colomenses, ya sean "concentraciones, requerimientos" o contactos con el Síndic de Greuges. Eso sí, estas respuestas vecinales dependerán de cómo conteste la empresa de transportes urbanos de Barcelona a sus peticiones y, sobre todo "de cómo funciona en la práctica lo planteado por TMB, que vemos del todo insuficiente sobre el papel".