Un 'coffee shop' intoxica un convento de monjas de Barcelona
La congregación y colegio salesiano María Auxiliadora de Barcelona se ahoga con los humos de un club cannábico que opera pared con pared
17 mayo, 2019 00:00Es el coffee shop que intoxica un convento de monjas de Barcelona. La congregación y colegio salesiano María Auxiliadora se ahoga con los humos de un club cannábico que opera pared con pared. Los padres de alumnos, las religiosas y los vecinos piden el cierre del local. El Ayuntamiento reconoce que no puede precintar la asociación promarihuana, pues éste existe desde antes de la ordenanza municipal aprobada en 2016.
Vecinos del Sweet Oil Cannabis Club Barcelona, situado en la calle Sepúlveda número 65, lamentan que el establecimiento "esté situado pared con pared con una escuela de 300 alumnos", y que genere "un tráfico de turistas y gente local" que produce ruido, sobre todo el fin de semana. "Convivimos con este negocio desde hace años. Y creemos que es un peligro tanto para los niños como para la comunidad, pues degrada el barrio", valora un portavoz vecinal. Por su parte, fuentes cercanas al colegio María Auxiliadora han criticado que "cuando abramos el colegio por la mañana todo huela a marihuana". Agregan que "han hecho todos los trámites posibles para cerrarlo, sin éxito".
Ayuntamiento: "Anterior a ordenanza"
Una portavoz municipal ha recordado que el Ejecutivo local de Barcelona en Comú (BComú), que comanda Ada Colau, realiza inspecciones periódicas a los clubes cannábicos de la ciudad. No obstante, el establecimiento "existía antes del aprobación del plan urbanístico" de 2016. Esta hoja de ruta "pone orden a un sector que carecía de orden. No tiene, pues sería ilegal, efectos retroactivos". El Sweet Oil Cannabis Club ya operaba antes de 2016, por lo que, si cumple con la legislación vigente --el consistorio insiste en que lo hace-- "no se puede actuar".
Interior del club cannábico situado junto al colegio de monjas María Auxiliadora / CG
Cabe recordar que el Plan especial urbanístico para la ordenación territorial de los clubes y asociaciones de cannabis de la ciudad de Barcelona [leer aquí] fija distancias mínimas de 100 metros entre un club de fumadores y un centro de atención primaria (CAP), centro docente obligatorio, centro de atención y seguimiento (CAS) de dependencias o equipamientos comunitarios. Asimismo, las asociaciones no pueden estar a menos de 100 metros una de otra, distancia que se amplía a 150 metros en los distritos de Ciutat Vella y Gracia.
"Aquí no entran menores"
Contactado por este medio, el club Sweet Oil ha preferido no comentar el pulso que mantiene con la comunidad y colegio salesiano de María Auxiliadora. Visitados por Crónica Global, el gerente de este local se limitó a señalar que "aquí no entran menores de edad, por lo que no existe peligro para los niños de la escuela". En efecto, el establecimiento cuenta con un filtro en la entrada en el que se exige el llavero del local para entrar. Ello, no obstante, no frena a los turistas. Éstos se hacen socios al momento y acceden a fumar.
Este hecho subleva a los vecinos. "Estamos hablando de 300 niños de hasta sexto de Primaria que conviven pared con pared con este negocio. No estamos en contra de que existan, pero seguro que en todo el distrito del Eixample hay ubicaciones mejores que al lado de una escuela religiosa en la que viven ocho hermanas", apostillan.