Muere un hombre por la anestesia de trasplante capilar
La Asociación del Defensor del Paciente pide a la Fiscalía que investigue la muerte por el procedimiento estético, que ha tenido lugar en una clínica privada
5 mayo, 2019 13:11Los trasplantes capilares son, a priori, una intervención sin complicaciones importantes. Pero la Agencia del Defensor del Paciente ha pedido que la Fiscalía del País Vasco abra diligencias de oficio ante lo que ha ocurrido en una clínica privada de Bilbao.
Allí acudió un hombre de 39 años y natural de Cantabria el pasado viernes para intentar recuperar la densidad del cabello. Nunca superó la intervención, ya que falleció un día después de que le aplicasen la anestesia que se requiere en el procedimiento.
Indicios de negligencia
La asociación pide en un escrito que ha publicado la agencia Europa Press que se indague ante los indicios de “negligencia” que se habrían producido en el proceso. Apunta a que podría haber sucedido un fallo en la “cantidad de anestesia” que se habría usado para sedar al paciente por una “falta de control en el preoperatorio”.
Según la prensa local, el fallecido entró en parada cardiaca poco después de recibir la anestesia dermatológica local. En esta intervención estética nunca se recurre a la sedación total, hecho que, a priori, rebaja las posibilidades de una complicación en este sentido.
Traslado a Santander
El Hospital Valdecilla de Santander / EP
El personal de la clínica privada pudo reanimar al paciente en un primer momento. Avisó al servicio de Emergencias, que se personó en el centro y lo trasladó en ambulancia al hospital público Basurto, también situado en Bilbao. Los médicos de este centro decidieron que se debía derivar al Hospital Valdecilla de Santander para recibir tratamiento en la cámara hiperbárica que está activa en sus instalaciones.
Los facultativos intentaron salvarle la vida sin éxito. El hombre murió el sábado en dicho hospital.
Publicidad engañosa
El fallo médico en este trasplante capilar fallido es casi incontestable. La denuncia apunta a que la propia clínica privada donde se había realizado la vende como una intervención estética que resulta “casi inocua”.
Esto también abriría la puerta a una reclamación por “publicidad engañosa” al “no explicar los efectos adversos graves que puede suceder” cuando se aplica la anestesia.