Denuncian la muerte por infeccion de otro bebé en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Una madre se ha quejado a la asociación privada El Defensor del Paciente de que su neonato perdió la vida el 20 de diciembre de 2018 en el mayor hospital de Cataluña "en circunstancias similares" a las de los dos recién nacidos que fallecieron tras contraer la superbacteria Klebsiella pneumoniae el 19 y 24 de abril. El centro sanitario ha admitido el fallecimiento por enterocolitis --infección del tracto intestinal-- pero lo ha desvinculado de la superbacteria. "Nació con 25 semanas y 520 gramos de peso, muy frágil, sin trazas de Klebsiella", ha subrayado el hospital.
Según han explicado fuentes conocedoras a este medio, los médicos de Neonatología de Vall d'Hebron declararon exitus o muerte del bebé el 20 de diciembre tras sufrir y ser tratado por una infección contraída en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de la ciudad sanitaria, la mayor de Cataluña y una referencia en su cuidado a bebés prematuros. La información añadirían un matiz a los datos aportados ayer por la dirección de la institución de enfermos agudos, que admitió dos casos de Klebsiella en 2017, cero en 2018 y que los dos bebés que fallecieron la pasada semana sufrieron también enterocolitis. A este respecto, las doctoras Magda Campins --directora del servicio de Epidemiología y Medicina Preventiva-- y Rocío Cebrián, subdirectora asistencial, sí advirtieron que las infecciones bacterianas son "relativamente comunes" en entornos hospitalarios.
Derivado al equipo legal
Ante este nuevo caso de muerte neonatal por infección, que el hospital niega que fuera bacteriana, la asociación El Defensor del Paciente ha derivado el caso a su equipo legal y a la Fiscalía Superior de Cataluña para que estudie si es susceptible de constituir una presunta negligencia médica. Cabe recordar que el mismo ente también ha trasladado el caso de los dos bebés fallecidos los días 19 y 24 de abril al ministerio público para que analice si hay posible materia penal. Alega la entidad privada que la UCI neonatal de Vall d'Hebron, siempre según el padre de uno de los pequeños, "presentaba el suelo pegajoso" durante los días en que Gloria --nombre simulado--, uno de los bebés que perdió la vida, fue tratada por la infección intestinal que sí derivó de contraer Klebsiella. El agente patógeno complicó su cuadro y causó su muerte.
Imagen del Hospital Materno-Infantil de Vall d'Hebron en Barcelona / CG
Cabe recordar que el equipo médico del mayor hospital de Cataluña ha negado en todo momento problemas de higiene en cuidados intensivos de Neonatología. Precisó ayer la doctora Campins que la unidad "se limpia el doble de veces" que el resto de alas, que presenta filtros en grifos y desagües para evitar contaminación ambiental por bacterias y que se realizan test en los bebés que permanecen en las incubadoras cada 15 días para cerciorarse de que la profilaxis es la máxima en todo momento. Pese a estos esfuerzos, alerta el hospital --que aún está investigando las infecciones y fallecimiento de los dos recién nacidos-- que las colonizaciones son "relativamente frecuentes", pues los neonatos tienen un "tubo digestivo estéril". No es extraño que contraian Klebsiella u otros microorganismos.
Los prematuros 'colonizados' mejoran
En este sentido, Vall d'Hebron ha querido hoy aportar más datos, en su línea de política comunicativa abierta. Ha recalcado un portavoz que de los ocho bebés aún colonizados por Klebsiella, cuatro han mejorado sus patologías de base, lo que disminuye el peligro de que desarrollen infección. Estos cuatro prematuros están en las áreas de semicríticos (2) y prealtas (2). Otros cuatro siguen en cuidados intensivos.
Mientras el equipo médico de Vall d'Hebron daba amplia cuenta de las medidas tomadas para prevenir y atajar los episodios de contaminación cruzada o ambiental bacteriana, la Consejería catalana de Salud ha sido mucho más parca en sus explicaciones. La titular del Departamento, Alba Vergés (ERC), ha indicado hoy martes que el equipo del mayor hospital catalán "ha tomado todas las medidas necesarias" durante la crisis. Vergés ha matizado que la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitaria ha abierto una investigación para aclarar las muertes y su posible vinculación con la bacteria Klebsiella pneumoniae. La consellera de Salud ha enfatizado que ninguno de los bebés aislados --que no están en cuarentena-- no están en peligro, pues "no están enfermos". Se ha ceñido así Vergés a la versión de la dirección médica del hospital, que descartó peligro alguno para los recién nacidos, habida cuenta de que están colonizados por el patógeno, pero no han desarrollado ninguna dolencia derivada del mismo.