Cáritas alerta: "La situación en Barcelona es insostenible, no hay viviendas"
La entidad afirma que el 36% de la población de 26 municipios de la provincia de Barcelona sufren exclusión residencial y viven en una vivienda insegura o poco adecuada
12 diciembre, 2018 14:47Cáritas Diocesana de Barcelona ha realizado una dura advertencia este miércoles sobre una de las mayores problemáticas que vive la ciudad: la emergencia habitacional que sufren muchas familias de la Diócesis de Barcelona. En concreto, ha alertado que el 36% de la población de 26 municipios de la provincia de Barcelona --incluyendo la capital-- sufren exclusión residencial y viven en una vivienda insegura o poco adecuada. La cifra es todavía más alarmante en el caso de las familias con niños, que asciende hasta el 44%.
En la presentación del informe La llar és la clau (El hogar es la clave), el director de Cáritas Barcelona, Salvador Busquets, ha lamentado que esta problemática --que engloba a las personas sin hogar y las que están en realquiler, en proceso de desahucio, en condiciones de insalubridad, amontonamiento o en asentamientos informales-- afecta al 69% de las personas en paro y al 72% de las extranjeras.
"No hay viviendas"
"La situación de la vivienda en Barcelona es insostenible, no hay viviendas", ha manifestado Busquets, que ha remarcado la preocupación de Cáritas por esta problemática y su afectación a muchos niños.
Difícilmente una persona puede salir de esta situación si tiene que destinar a vivienda una parte muy grande de sus ingresos, ha alertado: "No conseguimos que personas sin vivienda puedan tener a pesar de que hay cientos den miles de viviendas vacías", ante lo que ha reclamado equiparar las políticas de acceso a la vivienda a la carta social europea.
Busquets ha destacado que el hogar es un tema clave que hay que abordar colectivamente, y que no podemos dejarlo en manos de unas leyes de la oferta y la demanda sin límites. "El acceso a un hogar es un derecho esencial para todas personas. Garantiza el acceso a la educación, a la sanidad o ejercer una ciudadanía plena, y como sociedad tenemos el deber de darle respuesta", ha sentenciado.
Salarios y alquiler
La jefa de análisis social e incidencia, Miriam Feu, ha destacado que el 53,1% de las personas que tienen la vivienda en régimen de alquiler en Barcelona dedican más del 40% de su renta disponible a pagarlo, mientras que la media estatal es del 42,1% y la europea del 25%.
Feu ha lamentado que actualmente la vivienda se trata "desde una visión economicista de bien de inversión", en lugar del derecho que representa, y que el aumento del precio del alquiler y las fianzas lo hacen inaccesible para muchas personas, ante lo que ha reclamado que aumente el parque social y medidas para evitar el aumento desorbitado del precio. "La vivienda es más que un techo y cuatro paredes, es un derecho esencial de la persona", ha manifestado Feu.
El delegado episcopal de Cáritas Barcelona, Josep Matías, ha constatado que el empeoramiento de vida de las personas más vulnerables "no mejora", y que el actual modelo social y económico dificulta la salida de la situación de exclusión.
Alerta sobre las desigualdades
Ante el aumento de personas en viviendas inadecuadas o inseguras, desde Cáritas proponen reconocer la energía como un derecho y declarar los barrios más afectados como "áreas de conservación y rehabilitación", como ocurre en la capital catalana. Ello permitiría mejorar las condiciones de los hogares, detectar pisos vacíos y fomentar la compra por tanteo y retracto para destinarlo a usos sociales.
Asimismo, la entidad alerta que el 20% más vulnerable de los catalanes ha visto bajar su renta un 8,5% desde el inicio de la crisis, mientras que el 20% más rico la ha aumentado en un 0,5%. Según Cáritas, la situación actual genera que el 50,5% de las personas que atienden en Barcelona están afectadas simultáneamente por exclusión en el empleo y en la vivienda.
Antes de la crisis, España destinaba a vivienda el 40% de la media europea, y en estos años ha bajado al 20%. Paralelamente, Cáritas de Barcelona pasó de los 9.000 atendidos en 2007 a los 24.000 en el punto álgido de la crisis: "Las personas que tienen una situación más dura está aumentando, y esto se debe a que el trabajo ya no es el motor para salir de la exclusión", y el 14% de los trabajadores son pobres.