¿Qué ofrece Costa Barcelona para que todo el mundo quiera visitarla?

Una de las nueve marcas turísticas de las que dispone la Agencia Catalana de Turismo es Costa Barcelona. La zona agrupa seis comarcas: en el interior, el Alt Penedès, el Vallès Occidental y el Vallès Oriental, esta última con el macizo del Montseny declarado Parque Natural y Reserva de la Biosfera. En la costa, el Maresme, el Baix Llobregat y el Garraf.

Toda esta zona destaca por la calidad y por sus atractivos turísticos y respetuosos con el medio ambiente. No en vano todas las comarcas que forman Costa Barcelona cuentan con la certificación Biosphere como destinos turísticos sostenibles.

Más de dos 2,5 millones de visitas al año

Costa Barcelona reúne una alta concentración de servicios y actividades de ocio dirigidas a sus visitantes. Las estadísticas revelan que cada año recibe a más de dos millones y medio de turistas, que representan en total casi 10 millones de pernoctaciones (dispone de una oferta de alojamiento de unas 82.500 plazas).

Entre los numerosos atractivos turísticos de Costa Barcelona destacan los más de 100 kilómetros de litoral de las comarcas del Maresme, Baix Llobregat y Garraf, donde se encuentran localidades emblemáticas como Mataró, Castelldefels y Sitges. Arenys de Mar tiene un importante puerto pesquero; Sant Pol de Mar conserva la estructura de su acogedor casco antiguo, y las poblaciones del Alt Maresme, como Calella, Pineda de Mar, Santa Susanna y Malgrat de Mar, unen a su clara vocación turística una importante oferta de actividades.

Museos, enoturismo y motor

En la comarca del Garraf, las localidades de Sitges y Vilanova i la Geltrú tienen mucho más que playas. El principal reclamo cultural de la primera es la imagen de Es Baluard, donde se concentran los palacetes del casco antiguo convertidos en museos, a los que se unen sus bien cuidadas costas y su destacada oferta de ocio y restauración. Vilanova i la Geltrú, por su parte, ha vivido siempre de cara al mar con un magnífico puerto pesquero y comercial, además de tener unas tradiciones muy arraigadas. En el interior, Vilafranca del Penedès y Sant Sadurní d’Anoia son las respectivas capitales del vino y el cava, con una significativa oferta de enoturismo, presente en toda la comarca del Alt Penedès.

El Gran Premio de España, en el circuito de Barcelona-Catalunya, en una imagen de archivo / Circuit de Barcelona-Catalunya

GP de España 2018 de fórmula 1 / CIRCUIT DE BARCELONA-CATALUNYA

Sant Cugat, en el Vallès Occidental, es una ciudad moderna que convive con uno de los conjuntos monásticos de la época medieval (siglo IX) más importantes de Cataluña. El Circuit Barcelona-Catalunya, en la comarca del Vallès Oriental, sede del Gran Premio de Fórmula 1 y del Gran Premio de Motociclismo, ofrece actividades variadas para todos los públicos. En Terrassa se pueden visitar el conjunto monumental de la Seu Egara, el Museo de la Ciencia y la Técnica de Cataluña, la Masia Freixa y seguir la ruta modernista que recorre la ciudad.

Playas, golf y termas naturales

La Agencia Catalana de Turismo destaca que Costa Barcelona ofrece un centenar de kilómetros de playas urbanas con todo tipo de servicios y bien comunicadas con Barcelona. Cuenta con las estaciones náuticas de Santa Susanna y Vilanova i la Geltrú y es un destino ideal para la práctica del golf.

Más allá del deporte, Caldes d’Estrac, Caldes de Montbui y La Garriga son tres localidades muy conocidas por la calidad de sus aguas termales y los aficionados a la naturaleza pueden recorrer la extensa red de parques naturales de la zona: los de El Montnegre i el Corredor, el Parque de la Serralada Litoral y el de la Serralada de Marina, cerca del mar. Si se prefiere el interior, los senderos de Montserrat, con sus peculiares formas redondeadas, y los parques del Garraf, de Sant Llorenç del Munt i l’Obac y del Montseny harán las delicias de los senderistas.

Denominaciones de origen catalanas

El equilibrio entre el mar, la llanura y la montaña condiciona un paisaje suave y un clima excelente que convierten a Costa Barcelona en una tierra rica en productos de la huerta, junto con la importante cocina basada en el pescado y el marisco.

Además, estas características climáticas han permitido el desarrollo del cultivo de la viña y contar con tres de las doce denominaciones de origen catalanas: Penedès, Alella y Cava, de gran prestigio internacional.