Una imagen de unos bolardos instalados en las Ramblas de Barcelona

Una imagen de unos bolardos instalados en las Ramblas de Barcelona

Vida

Los expertos urgen a colocar bolardos para evitar nuevos ataques terroristas

Un nuevo estudio señala que el atentado de Barcelona hubiera podido evitarse o minimizarse con una instalación adecuada de bolardos, en cualquier forma y formato

19 agosto, 2018 14:32

Un año después de los atentados terroristas del 17A de Barcelona, un nuevo informe revela la falta de seguridad en las principales ciudades españolas para prevenir atentados similares al de las Ramblas. 

El estudio, elaborado por el Instituto Coordenadas para la Gobernanza y la Economía Aplicada, concluye que los ayuntamientos españoles tienen que desarrollar urgentemente un operativo de instalación de bolardos en sus calles para proteger a la población del país.

Podría haberse evitado el atentado

El informe destaca que en el atentado sufrido en las Ramblas en agosto de 2017, el único objeto que frenó el ataque fue un quiosco, ya que no había ningún bolardo en los 600 metros recorridos por la furgoneta. Señalan que ésa es una prueba de la efectividad de las protecciones físicas ante los ataques.

Por ello, el estudio apunta que "el atentado de Barcelona hubiera podido evitarse o minimizarse" "con una instalación adecuada de bolardos, en cualquier forma y formato". 

Diferencias con las ciudades europeas

El vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, considera que "el abismo entre las estructuras de defensa pasivas en las ciudades europeas y españolas es tan bochornoso que se sitúa en el límite de la responsabilidad patrimonial del Estado ante cualquier incidente".

En este sentido, el Instituto de Coordenadas insta a todos los ayuntamientos españoles a desarrollar urgentemente un plan, con presupuesto y calendario, para comenzar la instalación de bolardos en las vías públicas y proteger "de forma permanente" a los más de 45 millones de personas y 80 millones de turistas de nuestro país. Además, recuerdan que España se encuentra en alerta antiterrorista 4 reforzada desde el 2015 por ser un objetivo terrorista destacado.

Interior ya lo recomendó en 2016

En diciembre de 2016, tras los ataques sufridos ese mismo año en Berlín y Niza, el Ministerio del Interior envió una nota a los ayuntamientos en la que abogaba por instalar bolardos y macetas como parte una de las medidas de prevención de ataques terroristas durante esas fiestas navideñas.

Gracias a los bolardos, sostiene el Instituto, se ha evitado una tragedia en el ataque terrorista al Parlamento británico de hace una semana. Sánchez Lambás subraya que estos elementos no solo sirven para frenar un ataque terrorista, sino que "disuaden y transmiten sensación de protección a la ciudadanía".

Triple protección

El informe apunta que "no tienen por qué sacrificar la fisionomía de los espacios públicos" ni impedir a los peatones moverse por la ciudad, sino que se trata de encontrar el equilibrio entre servicio y estética". Así, aconseja "complementar los bolardos con los recursos de protección que ya están ahí, como fuentes, jardineras o árboles".

En este sentido, se destaca que, con el fin de adaptarse a cualquier espacio público y a diferentes niveles de protección, existen diferentes tipos de bolardos y materiales. Los principales tipos son bolardos guía, los "antiterrorista" y los de alta seguridad, y lo ideal sería desplegar un triple operativo combinando todos los elementos.

Tipos de bolardos

Los bolardos guía son de pequeño tamaño y por lo tanto, los menos resistentes. Están hechos generalmente de metal y son fácilmente integrables en la arquitectura de la ciudad. En realidad están en todas partes pero muchas veces no se percibe. Son aquellos que se encuentran a lo largo de las aceras, al lado de las farolas, semáforos o papeleras.

Los bolardos "antiterrorista" y de alta seguridad son muy parecidos, pero se suelen colocar en lugares diferentes. Los antiterroristas, también conocidos como "bolardos choque", suelen ser de acero y pueden resistir ataques de coches, camiones, e incluso cargas explosivas. Habitualmente se instalan cerca de edificios como centros comerciales, aeropuertos y estaciones de tren.

El último tipo, los bolardos de alta seguridad, se encuentran en vías públicas con mucho tráfico peatonal y turismo. Además cuentan con una versión móvil para grandes eventos como conciertos de música, maratones, manifestaciones o eventos deportivos. Su principal inconveniente es que no pasan muy desapercibidos, ya que muchas veces son bloques de piedra de gran tamaño. Sin embargo, gracias a ellos se pueden minimizar o incluso evitar atentados.