¿Por qué están libres los autores de la última agresión sexual en grupo en España? Fuentes policiales y jurídicas discrepan sobre la causa que ha dejado en libertad con cargos a los cuatro jóvenes que, presuntamente, violaron a una joven el pasado 19 de mayo en un camino abandonado tras salir de la discoteca Be Disco de Molins de Rei (Barcelona).
Voces cercanas a la investigación del caso, que instruye el Juzgado número 1 de Sant Boi de Llobregat (Barcelona) bajo secreto sumarial, han aportado algunas claves del caso. Indican que el asalto sexual a la joven de 21 años estaría vinculado a un asunto de drogas. Agregan que los cuatro jóvenes --les acompañaban dos más, pero se marcharon antes de llegar al lugar de la agresión-- de 20 a 23 años son de origen extranjero, aunque residen en el barrio de Can Ros de Sant Vicenç dels Horts, en la misma provincia. "Se les ha retirado el pasaporte para que no regresen a su país", indican. ¿Por qué no están en prisión provisional? "Se salvaron porque colaboran con las autoridades en materia de lucha contra el tráfico de drogas", han indicado. Los agresores serían, a tenor de las fuentes consultadas, parte de un pool de confidentes contra el menudeo.
"Hachís a punta pala"
Ayer, miércoles, 27 de junio, en el barrio de Can Ros de Sant Vicenç dels Horts nadie daba crédito a lo sucedido. "Sabemos que hay una comunidad de personas extranjeras en la localidad, pero no hay molestias ni disputas. Eso sí, cada uno hace vida por su lado. A mi bar no entran. Que fueran los de Molins de Rei no me sorprende", explicaba ayer el gerente del Bar Cano de la localidad. Una versión similar daban desde el Bar El Castaña, también situado en la zona, que se configura como la entrada natural al municipio. "Ellos están en la Rambla y nosotros aquí. Me niego a etiquetar a nadie. Hay gente buena y mala en todos sitios. Eso sí, en el barrio hay droga. Hay noches que el olor a hachís invade tu piso", admitió su dueña.
Fuentes policiales han señalado que Can Ros es una área popular "de gente que buscó lugares más asequibles para vivir que Cornellà o Sant Boi". Agregan que el lugar "no tiene grandes problemas de delincuencia, salvo un poco de menudeo de hachís". Es en este contexto, abundan las mismas fuentes, en el que hay que situar a la pandilla que, supuestamente, habría agredido sexualmente en grupo, con penetración, a la joven de 21 años a la salida de la discoteca Be Disco de Molins de Rei. "No es una zona conflictiva, aunque Mossos y la Policía Local están apostados frecuentemente en el apeadero de los Ferrocarriles de la Generalitat", han ahondado. A corte anecdótico, Can Ros es un barrio de Sant Vicenç dels Horts, población conocida en España porque Oriol Junqueras (ERC), exvicepresidente de la Generalitat y hoy reo acusado de rebelión, fue su alcalde de 2011 a 2015.
"Depende del juez"
El abogado penalista David Sans ha aportado una versión más jurídica. Ha aclarado que la prisión preventiva reposa sobre dos pilares: que el delito sea grave, con posibilidad de reclusión mayor a dos años, y que existan indicios de criminalidad del reo. "Con esta base, el artículo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEC) lo deja claro: la prisión provisional tiene varios fines. Son evitar el riesgo de fuga, eliminar la posibilidad de reiteración delictiva, imposibilitar la ocultación o alteración de pruebas, cortar el riesgo de interacción con testigos o zanjar los posibles ataques contra los intereses de la víctima", ha enumerado.
¿Son frecuentes los autos de prisión preventiva en caso de agresión sexual? "En absoluto. Depende de cada juez. Cada magistrado es un mundo. Si el acusado tiene domicilio fijo, o posee un teléfono móvil donde estar localizable, o se le conmina a comparecer en el juzgado cada equis tiempo, un ataque de índole sexual no se traduce en prisión provisional inmediata", ilustra el letrado. En estos casos, lo que sí suele ser muy frecuente es una orden de alejamiento con la víctima hasta el juicio, incluso con medios telemáticos.