Vida

Pilar Rahola: "Mas ha encontrado un agujero"

La Vanguardia, Ara y El Punt-Avui, al rescate del presidente de la Generalidad. El País pronostica autonómicas anticipadas. Simulacro y sarcasmo. El discurso de Cantinflas y la pluma del 9N.

15 octubre, 2014 10:36

El gato a la royale está magnifico, según los gastrónomos. La larga intemperie al que debe ser sometido el cadáver confiere a la carne una extraordinaria complejidad, tanta que sabe a pollo, como la cola de lagarto que aún se consume en los Monegros. Gato, es gato, felino, omnívoro y no rumiante. Nada que ver con la liebre, que sabe a monte bajo. Pero a La Vanguardia el gato le parece una genialidad, una esferificación de Ferran Adriá. "Mas gana tiempo y el Gobierno se lo piensa", titula el rotativo decano. En el Ara saludan al "Nuevo 9-N" y en El Punt-Avui se agotan los superlativos: "Dos tazas", como si echar agua al vino excitara el potencial etílico del mosto. Es al revés.

Como lo de Mas no es una broma, aunque lo parezca, la prensa local se toma más que en serio el nuevo "proceso participativo", monserga de referencia que habrá que añadir al diccionario del eufemismo. Todo es extraordinario, fabuloso, espléndido, magno, soberano y 103 según los partidarios de la segunda vía de Mas. El resumen del parte va a cargo de Pilar Rahola en La Vanguardia: "Con todo, es evidente que el Estado –que usa la ley como si fuera un edicto de fe atizando a herejes– nos ha intentado conducir a un callejón sin salida, y es notable el mérito de Mas de haber encontrado un agujero. Es cierto que había alternativas más coloristas, como una DUI inmediata, pero también lo es que cualquier decisión histórica en Catalunya necesita el aval de las urnas para tener credibilidad internacional, y los catalanes no han votado aún el sí o el no a España. Hay que votar, sea ahora con estas participativas, sea después en plebiscitarias, sea en ambos casos. De hecho, las plebiscitarias serán inevitables porque la falta de cintura democrática del Gobierno español nos obligará irremediablemente. En esta tesitura de emergencia política, los principales enemigos del proceso son obvios, más allá de la intolerancia del Estado: la falta de unidad de los nuestros, el tacticismo partidista y el desencanto ciudadano. (...) A la espera, pues, de acontecimientos, y aceptando el nuevo 9-N como animal de compañía, sólo cabe pedir que el cerebro venza al estómago y que en Catalunya abunden más los estadistas que los héroes".

¿Pulpo? Es gato y es confuso. ¿Notable mérito? ¿Un agujero? Son las dos tazas de El Punt-Avui, el espíritu constructivo de la sectorial de prensa de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Fuera de esa órbita pero también en La Vanguardia escriben Joaquín Luna y Sergi Pàmies. El primero tira de pluma, cuyo impacto en un ojo puede resultar letal de solemnidad: "Cuesta reprimir el sarcasmo: ¿ya está expuesta en el Museu d’Historia de Catalunya la Inoxcrom –de fabricación catalana!– con la que el president Mas firmó el decreto de la convocatoria de la consulta del 9 de noviembre? Fue otro “día histórico”, otro “un antes y un después”, otro ejemplo de “la astucia” que nos distingue, a diferencia de esos paletos españoles que trabajan poco, roban, derrochan en ejércitos y no entienden de democracia. Desde el solemnizado 27 de septiembre ha sucedido algo grave en Catalunya: el deterioro del sentido común y la aceptación de una ficción absurda. En consecuencia, ahora nos importa poco exponernos al ridículo con la convocatoria de una votación a la búlgara, de costellada, como la histórica de Arenys de Munt del 2009: un 96,2% de votos a favor da la independencia y 59% de abstención. ¿Es este el paradigma democrático al que aspira un president que habla inglés?".

A Sergi Pàmies también parece que le cueste reprimir el sarcasmo y se aventura por la comparación relativa a Mas más feroz aparecida jamás en La Vanguardia. A más a más escribe: "La firmeza del lenguaje no verbal de Mas contrastaba con el contenido de sus palabras, que combinaba elementos de galimatías jurídico con digresiones pedagógicas dignas de Cantinflas (me refiero al discurso, no a la persona) o del Joe Rigoli de Un, dos, tres responda otra vez cuando repetía “Yo, sigo” con robótica perseverancia".

Cantinflas y Joe Rigoli, rescatados del baúl de los recuerdos. En El Mundo, Federico Jiménez Losantos habla del periódico del conde de Godó, cuya posición editorial predice: "Artur I El Ridícul ha demostrado que esa forma de superchería futbolística llamada tiki-taka tiene una versión política idénticamente guardiolesca, redomadamente hipocritona, calcadamente despótica. Lleva dos años diciendo que si el 9 de Noviembre en Cataluña no se votaba la destrucción del régimen constitucional español, los catalanes serían algo así como esclavos de Alabama antes de Lincoln (...). Pero cuando Mas queda en ridículo, no logra rematar la faena con la clásica prevaricación del Constitucional, cambia el referéndum por una chocolatada con confeti en las urnas -mejor confeti que papeletas, salen más- y se niega a hacer lo único decente en democracia, que es convocar elecciones, sale La Vanguardia, defensa escoba de Mas, ayer de Franco, anteayer de Negrín, anteanteayer de Weyler, siempre del patrioterismo al contado, diciendo que lo que no hay que hacer es votar. Urnas, sí, democracia, no".

Exacto, predice y acierta. El editorial de La Vanguardia dice lo mismo: "El Gobierno de España anunció ayer que “analizará” la iniciativa de Mas –calificada por un portavoz como “ocurrencia”–, para verificar el cumplimiento de la ley. Si la ley no se infringe, sería deseable una actitud inteligente del Gobierno, con independencia de la opinión que le merezca la iniciativa. Más allá de las consideraciones legales, cabe esperar que todo discurra sin estridencias. No hace mucho, el propio president Mas señalaba que en ningún caso iba a permitir actuaciones que pusiesen al país en ridículo. Que así sea".

El Mundo va por otro lado y da por seguro que "El Gobierno actuará contra Mas por fraude de ley si saca las urnas a la calle", que es como titula su portada. Cabe la posibilidad de que las urnas se queden dentro de los locales, pero no es seguro que eso frene la acometida del Estado. En el Abc, Ignacio Camacho anticipa mar de fondo a fuerte marejada: "No andaba descaminado Rajoy cuando sugirió, con mezcla de retranca gallega y vitriolo florentino, que no se sabe muy bien quién manda en Cataluña. La política catalana es siempre de una espesa complejidad casuística que a partir del proceso soberanista se ha vuelto ininteligible en lo que respecta a las relaciones de jerarquía. (...) El Estado ha ganado la batalla del referéndum pero el conflicto sigue vivo y no está en absoluto resuelto. En ciertos círculos de Madrid está empezando a abrirse paso la idea de que una victoria de ERC podría acelerar la ruptura del bloque independentista. Peligroso coqueteo con un abismo que, aunque algunos lo merezcan, convertiría a todos los ciudadanos catalanes en rehenes de su propia aventura".

En La Razón, el titular de portada es "El falso nueve de Mas", pero Toni Bolaño pasa del fútbol, escribe de toros y ejecuta una faena antológica que concluye en una estocada recibiendo y hasta el fondo: "La faena no fue lucida. 'Consulta' era un toro difícil, áspero. Repartía hachazos y dificultaba el lucimiento de Arturo. Los muletazos, largos y tediosos. Al fin, entró a matar. Acertó a la primera. (...) El ridículo, cuanto antes acabe, mejor. El público pitaba desde la grada. La corrida les desagradó. El maestro Arturo había vuelto a fallar. Sólo quedaba la última de la Feria en la Plebiscitaria de Barcelona para remediar el desaguisado. El maestro les juró y les perjuró que esta vez sí. No despertó demasiadas simpatías. Estaba acabado. 'Consulta' puso punto y final a su carrera".

El Periódico se sale de la norma catalana y utiliza munición del calibre madrileño en su portada, en la que la difuminada consulta acapara los siguientes calificativos: sucedáneo y simulacro, con lo que se advierte a la primera que no son del todo partidarios del gato. Joaquim Coll afirma que Mas va contra el derecho y la democracia. Escribe Coll: Otra cosa no, pero a Artur Mas hay que reconocerle mucha imaginación. La suspendida consulta no referendaria la encamina ahora, sin decir cómo, hacia un proceso participativo con el objetivo de responder igualmente a la doble pregunta del 9-N. Pero con este viaje el president va a vulnerar dos cosas: el Estado de derecho y el principio democrático". Habida cuenta, por ejemplo, del sesgo partidario de la Generalidad.

Esperanza García, en el mismo diario, da el parte en positivo y dice que ha ganado el Estado: "La comparecencia de ayer del president Mas pone de relieve la victoria de la democracia y el Estado de derecho sobre propuestas que pretenden romper la igualdad de derechos entre todos los ciudadanos de un país para opinar sobre el mismo".

En El País destaca el artículo de Xavier Vidal-Folch, que titula "Contra su propia ley". Sostiene el autor: "Es posible que la convocatoria de sucedáneo de sucedáneo de referéndum para el 9-N que ayer prometió Artur Mas acabe correspondiéndose con lo que esbozó. Esbozó, no definió al detalle, un extraño modo de anunciar un evento público de participación ciudadana: velarlo. Es posible o no, no se sabe, porque la política ficción no se estrena hoy. Igual solo es un gesto para conseguir una nueva suspensión de la iniciativa por el Tribunal Constitucional. O una pretendida astucia para enfundarse en piel de víctima. O un pulso para someter a Esquerra con sus planteamentos. O el calentamiento prelectoral de la verdadera operación, ya reconocida, una convocatoria de elecciones. Pero en caso de que este curioso invento dé algunos (polémicos) pasos, lo hará conculcando la propia ley catalana 10/2014 de “consultas populares no referendarias y participación ciudadana”. Por lo inferido hasta ahora, la pretensión es utilizar la parte no suspendida de dicha ley –sustancialmente sus dos primeros artículos y su título tercero- para lanzar no una consulta que sea materialmente un referéndum, sin serlo, sino un indeterminado proceso de “participación ciudadana”· Y ello, a base de miles de voluntarios y celebrado no en colegios electorales, sino en inmuebles de la Generalitat".

En el editorial del periódico de Prisa se avisa al Gobierno y al PSOE sobre el margen de maniobra: "Entre una indiferencia que avalase el desafío, multiplicándolo, y una respuesta radical, desproporcionada, el Gobierno, y las otras fuerzas políticas, empezando por el PSOE, disponen de un estrecho sendero intermedio. Por supuesto que deben defender la legalidad, pero eso se evidencia, cada día más, como un expediente insuficiente: urge la política. Si muchos catalanes no han roto aún su contrato con el soberanismo, pese a la fragilidad de sus planteamientos y a la aparente insurgencia de sus actitudes, es porque este insiste, tozudo, en un deseo generalizado de sus ciudadanos: votar. El asunto solo se resolverá votando, y de forma responsable e inatacable, legal y pactada. El cómo, el cuándo, el objeto, el recuento y la homologación de ese voto, todo eso corresponderá al ámbito del acuerdo político. O el Gobierno de España, por más que le cueste, toma la iniciativa en este terreno, o se verá también arrastrado por las incoherencias de los visionarismos más disparatados.

Entre la indiferencia y el radicalismo, el instinto del registrador tiende a lo primero. No le ha ido mal, por el momento, le reconocen hasta entre quienes ven más allá del 9N. La negociación está abierta. El referéndum de Mas es ahora una ñapa, chapuza en cheli. Falta saber si el Gobierno lo tolerará, si ese es el sendero intermedio de El País, la actitud inteligente de La Vanguardia o el choteo en versión rave interminable hasta la fatiga total.

Conviene la ayuda filosófica. La presta, por ejemplo, José Manuel Garayoa, en las páginas de Economía de La Vanguardia. Escribe Garayoa: "La serie True detective tiene razón. El tiempo no es lineal, sino circular, con epidemias que se creían medievales. Hace años, Wall Street se puso a leer la obra de Baltasar Gracián. Ahora ya pueden empezar con Nietzsche y estudiar a fondo el eterno retorno anunciado por Zaratustra".

Aplicada al proceso, la teoría circular nos lleva a la casilla de salida.

La paciente de ébola, Teresa Romero, mejora levemente, según los médicos que la atienden. Hoy es su santo.

15 de octubre, Teresa de Jesús, Tecla, Bruno y Severo.