El desconocido pueblo medieval del Pirineo ideal para visitar el verano, Isil CATALUNYA TURISME
El desconocido pueblo medieval del Pirineo ideal para visitar el verano: fresco, sin turistas y con fiestas declaradas patrimonio de la UNESCO
Una isla fluvial acoge la iglesia barroca, visible desde todos los puntos del municipio
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Cuatro palabras y 83 habitantes. Parece que es poco, pero en realidad bajo el nombre de Isil se esconde un pueblo que reúne mucha historia y un patrimonio de la UNESCO.
De hecho, por el nombre, puede que no suene ni a muchos catalanes. No son esos rincones de montaña famosos como Camprodón, Puigcerdà o Boí. En cambio, guardan una belleza igual o superior a todos estos municipios y con una ventaja añadida: al ser poco conocido, escapa al turismo masificado.
En Isil hace frío en invierno y fresco en verano, por tanto, en realidad es una opción más que válida para aquellos que no soporten el calor. Su ubicación ayuda, se encuentra a 1.165 metros de altitud, entre bosques espesos que lo cobijan de los aires más cálidos.
El clima, por eso, ees casi lo de menos. El pueblo es ideal para amantes de la historia, pero también los aficionados al deporte tienen su lugar aquí y los que sólo quieren descansar.
El imprescindible de Isil
Puede que la estructura parezca la típica de un pueblo medieval como otros: calles empedradas, casas adosadas con tejados de pizarra y balcones floridos, y un puente románico que conecta ambas orillas del río. Pero tiene su propia personalidad.
En el centro, una isla fluvial acoge la iglesia barroca de la Inmaculada, visible desde todos los puntos del pueblo. Es la joya arquitectónica del pueblo: la iglesia románica de Sant Joan d’Isil, construida en el siglo XI.
Patrimonio de la UNESCO
De planta basilical, tres naves y un impresionante ábside con decoración lombarda, esta iglesia fue declarada Monumento Histórico Artístico ya en 1951. Su pórtico, con arquivoltas esculpidas y columnas con capiteles figurativos, es uno de los mejores ejemplos del románico del Pirineo catalán.
A eso se le suma un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO del que pocos pueden presumir, sus Falles de Sant Joan. Esta festividad, celebrada en la noche del 23 de junio, es una de las tradiciones más ancestrales del Pirineo.
Casas de piedra de Isil CATALUNYA TURISME
Durante la celebración, los fallaires descienden desde lo alto de la montaña portando grandes teas encendidas, formando una serpiente de fuego que cruza el bosque y llega hasta el corazón del pueblo. Al llegar, se enciende la falla mayor en la plaza central y se da paso a danzas tradicionales, cantos y celebraciones que duran hasta la madrugada.
Más allá de la fiesta y la historia, Isil es también el lugar para deportistas. El pueblo está integrado en el Parque Natural de l'Alt Pirineu, una de las áreas protegidas más extensas de Cataluña.
El rincón para deportistas
Desde aquí se pueden realizar rutas hacia el Pla de Boavi, el valle de Bonabé o el Port de Salau, antiguos pasos fronterizos que hoy ofrecen recorridos para senderistas y aficionados a la BTT, entre bosques de abetos y avistamiento de fauna como el rebeco, el urogallo o incluso el oso pardo, cuya presencia ha sido confirmada en la zona.
Tampoco faltan las actividades relacionadas con el río, algo más tranquilas. El río Noguera Pallaresa acompaña el curso del pueblo y ofrece espacios naturales donde bañarse, relajarse o hacer picnic.
Vistas de Isil CATALUNYA TURISME
En la conocida zona de la Peixera, las aguas tranquilas permiten refrescarse y observar truchas bajo la superficie. A pocos metros, el antiguo puente de piedra recuerda la importancia de Isil como punto de paso y comunicación entre valles.
Cómo llegar
Cabe decir que, si es poco conocido, también puede ser por su difícil acceso. Se llega por carretera, sí, pero desde Lleida ya hay tres horas y media en coche. Se va por la carretera C-13 hasta Tremp, y luego la N-260 en dirección Sort. Desde allí, se toma la C-28 hacia Esterri d’Àneu y se sigue por la L-504 hasta Alós d’Isil.
Ya desde Barcelona son cuatro horas. Se toma la autovía A-2 hasta Cervera y luego se continúa por la C-14 en dirección a La Seu d’Urgell hasta enlazar con la N-260 hasta Sort.