Ni Barcelona ni Vic: la plaza mayor más grande de Cataluña se encuentra en Lleida

Las plazas han sido, son y serán los centros neurálgicos de cualquier pueblo o ciudad. Son puntos de encuentro, de reunión y de juegos, peor también centros económicos desde tiempos inmemoriales.

Desde la Edad Media, el centro de la vida urbana en muchas localidades de la península ibérica son esas plazas mayores, donde se reunían los comerciantes. Y ya desde los griegos el Ágora fue el lugar de la política y los debates ciudadanos y filosóficos.

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Poco ha cambiado desde entonces. En la mayor parte de las plazas de los pueblos uno habla de todo un poco, se sienta en un bar, acude al mercado local o a las tiendas que aloja.

Las hay de todas las formas y tamaños, pero la más grande de Cataluña solo es una. Y, a pesar de su fama, no es Vic.

Cuánto mide

La plaza de la capital de Osona no es pequeña. Tiene 7.800 metros cuadrados, pero hay otra que la supera. A 144 kilómetros de allí, la plaza del Mercadal de Balaguer la supera con sus 8.100 metros cuadrados de superficie, siendo la plaza porticada más grande de Cataluña y una de las más singulares de España.

La plaza presenta una forma rectangular irregular, rodeada en todo su perímetro por edificios de entre dos y tres plantas con soportales en la planta baja. Estos porches protegían a los comerciantes de las inclemencias del tiempo y permitían instalar los puestos de mercado sin importar las condiciones meteorológicas.

De cuándo es

Una de las singularidades de esta plaza mayor de Balaguer es la diversidad de los arcos que configuran los soportales. Apuntados, rebajados y de medio punto, fruto de las distintas fases constructivas y de las reformas que las viviendas adyacentes han experimentado a lo largo de los siglos. 

Su construcción se remonta a finales del siglo XIV y principios del XV, en el marco del desarrollo urbanístico impulsado tras la consolidación de la ciudad como capital del Condado de Urgell. 

Arcos de la plaza Mercadal de Balaguer RTVE

Su diseño respondía a la necesidad de crear un gran espacio para el comercio y las ferias, donde los mercaderes pudieran instalarse bajo los soportales y los habitantes de la comarca reunirse en torno a las actividades de compraventa. Y cumplió su función.

Durante la Edad Media, este enclave se convirtió en un referente económico de la región, con mercados semanales y ferias agrícolas y ganaderas que reunían a comerciantes procedentes de diferentes puntos de Cataluña y Aragón. Y también fue escenario de actos públicos, proclamaciones y celebraciones vinculadas a la vida política y social de Balaguer.

Mercados y fiestas

Esta tradición mercantil de la Plaza del Mercadal se mantiene hasta hoy con el mercado semanal de los sábados, considerado uno de los más antiguos de Cataluña. En este mercado se concentran centenares de paradas donde se ofrecen productos de proximidad, textiles, utensilios y otros artículos, manteniendo la esencia que dio origen a la plaza hace más de seis siglos.

La plaza también conserva su papel como escenario de eventos colectivos. Durante el año acoge celebraciones locales como la Festa Major de Balaguer, actividades culturales, conciertos y representaciones históricas. Entre ellas, destaca la feria medieval que rememora los orígenes comerciales del enclave.

Cómo llegar

Y lo mejor de todo es que se puede ir cuando uno quiera. La ciudad de Balaguer se encuentra a media hora en coche de Lleida. Basta con tomar la carretera C-12 en dirección norte, que conecta ambas localidades siguiendo el curso del río Segre. 

Desde Barcelona ya son dos horas en coche. Se va por la autopista A-2 y se toma la salida hacia Tàrrega. Desde allí se sigue por la C-53 en dirección Balaguer.