
La piscina natural más espectacular de Cataluña: aguas turquesas para bañarse en medio del Pirineo
No lo sabías: la piscina natural más espectacular de Cataluña tiene aguas turquesas para bañarse en medio del Pirineo
La ruta hasta llegar a esta poza cuenta con puentes colgantes y una ermita que declarada Bien de Interés Cultural
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¿Para qué irse a una playa atestada de gente cuando Cataluña tiene una cantidad de piscinas naturales que son más tranquilas y garantizan un baño más fresco? Esta pregunta se la hacen muchos catalanes en pleno verano.
El calor aprieta y la gente necesita refrescarse como puede y mejor una poza natural que una cala hermosa pero llena de bañistas y turistas. ¿O no?
Para quien todavía tenga dudas, he aquí una de las piscinas naturales más espectaculares de Cataluña. Aguas turquesas que brotan en medio del Pirineo y que son aptas para el baño.
Dónde está
Además, se encuentra en uno de los rincones más singulares de Cataluña, una zona volcánica con más de 400 cráteres y unos bosques que llevan a rincones incomparables como este, el Gorg Blau.
Y aquí no se acaba su encanto. El sendero de roca que llega hasta allí, la riera de Sant Aniol d’Aguja de la que bebe la poza y la proximidad de uno de los pueblos más bonitos de Cataluña, Besalú, convierten este lugar en una opción perfecta al que huir en verano.
Cómo es la poza
Las aguas de este gorg —nombre catalán para referirse a una poza de agua— merecen mención aparte. Su intenso tono turquesa recuerda a los cenotes mexicanos, pero ya la pequeña cascada que corona el espacio le da el toque exótico definitivo.
La ruta que conduce hasta aquí también tiene su cosa. No en vano es una de las favoritas de los amantes de senderismo, la fotografía y el barranquismo ocasional. Y es que es muy fácil de hacer y de una belleza fuera de lo corriente.
Una ruta con un Bien de Interés Cultural
Catalogado como camino de dificultad fácil a moderada, combina tramos de pista forestal, pasarelas colgantes, pasos por el cauce y zonas de roca firme. Aunque si algo destaca del recorrido es la antigua ermita románica de Sant Aniol d’Aguja (siglo XI), un Bien Cultural de Interés Nacional que añade un punto histórico y espiritual a la vivencia.
El camino parte del pequeño núcleo de Sadernes, un conjunto rural sencillo con parking habilitado y señalización para senderistas. Tras salir del punto de inicio, se atraviesa la riera de Sant Aniol, donde el agua acaricia rocas pulidas y se profundiza en pozas menores.
Alternan tramos de pista ancha y senderos boscosos hasta llegar al Pont d’en Valentí y Masía Ca la Bruta, últimas referencias humanas antes de la majestuosidad del entorno natural.
Tras llegar a la citada ermita de Sant Aniol d’Aguja, se inicia un breve descenso a través de vegetación y roca que conduce al Gorg Blau. Un remanso de paz refrescante ideal para bañarse tras recorrer todo el camino hasta allí.
Cómo llegar
Más allá del camino a pie, antes se ha de llegar a Sadernes. Para hacerlo es necesario el coche, ya que hasta allí no llega el transporte público. Desde Barcelona, el viaje dura poco más de hora y media.
La manera más sencilla de llegar es tomando la AP-7 en dirección norte hacia Girona y continuar por la C-66 hacia Banyoles y Besalú. Tras cruzar este municipio, se enlaza con la A-26 y se toma la salida 75 en dirección a Sant Jaume de Llierca, hasta Sadernes, donde hay un parking junto al camping-restaurante y otro cerca de la iglesia de Santa Cecília.