
Fotomontaje El Señor de los Anilos y Sant Miquel del Fai
Parece El Señor de los Anillos, pero está en Cataluña y es una joya: la preciosa cueva a menos de una hora de Barcelona
El maravilloso paraje natural donde encontrarás desconexión, paz y bonitos paisajes con espectaculares rutas
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Nos gusta descubrir parajes naturales y sitios escondidos en Cataluña porque esta región es un verdadero tesoro de belleza natural, lleno de paisajes sorprendentes y rincones que invitan a la aventura y al disfrute. Desde sus montañas y bosques hasta sus costas y valles, el territorio catalán ofrece una enorme diversidad de paisajes que pocos conocen en profundidad.
Nos atraen especialmente esos lugares menos transitados, lejos del bullicio de las zonas más turísticas. El aire fresco de las montañas del Pirineo, las calas secretas de la Costa Brava, los tranquilos lagos escondidos en los bosques de los valles de la comarca del Solsonès son algunos de esos sitios perfectos para quienes buscan escapar de la rutina.
El sitio ideal de Cataluña
Sant Miquel del Fai es un espacio donde la naturaleza y la cultura van de la mano. Un conjunto monumental donde la fuerza del agua ha conformado un paisaje geológico único y singular; y donde el peso de la historia ha dejado una impronta fascinante. Un entorno en el que se pueden producir desprendimientos de piedras u otros daños propios del medio natural.
Forma parte de la Red de Parques Naturales protegidos, promovidos y gestionados por la Diputación de Barcelona. Fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya, en 1949.
El complejo está integrado por varios elementos: la ermita de Sant Martí del Fai, la iglesia troglodítica de Sant Miquel del Fai, el paso de la Foradada, el puente del Rossinyol, la entrada fortificada y el casal prioral. A través de ellos se puede hacer un recorrido temporal que empieza en el año X y que llega hasta el día de hoy.

Sant Miquel del Fai
Sant Miquel del Fai y El Señor de los Anillos
Sant Miquel del Fai tiene una estética natural que puede recordar a los paisajes de El Señor de los Anillos por varias razones. Este lugar cuenta con una impresionante belleza, llena de misterio y atmósfera, que nos transporta a un entorno de fantasía. Aquí te explico lo que puede evocar ese tipo de paisaje:

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Cascadas y vegetación exuberante: Sant Miquel del Fai es conocido por sus hermosas cascadas que caen entre las rocas y su vegetación frondosa, lo que crea una atmósfera mágica y encantada. En El Señor de los Anillos, los paisajes de Lothlórien y Rivendel, con sus bosques y fuentes, tienen una estética similar formando paisajes llenos de vida, misterio y serenidad.
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Formaciones rocosas: El monasterio de Sant Miquel del Fai se encuentra incrustado en una escarpada formación rocosa, con vistas impresionantes. Estas formaciones, junto con la belleza natural del entorno, pueden recordar a lugares como las Montañas Nubladas o las tierras del norte en El Señor de los Anillos, donde las montañas y los acantilados son características recurrentes.
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El monasterio en lo alto: El monasterio de Sant Miquel del Fai, que parece perderse entre las rocas, tiene una estética medieval que podría recordar a las antiguas fortalezas o templos que aparecen en la saga de Tolkien. La arquitectura del lugar, combinada con su ubicación, da la sensación de un santuario escondido en medio de un mundo natural casi intocable, similar a como Rivendel o las antiguas ruinas se integran en la naturaleza.
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Ambiente de quietud y misterio: La tranquilidad y el aire de misterio que se respira en Sant Miquel del Fai, también, evocan esa sensación de ensoñación que se vive en los parajes del mundo de la mítica saga, donde el tiempo parece detenerse y cada rincón tiene una historia que contar. El sitio transmite una sensación de algo antiguo, casi mágico, lo que hace que uno se pueda imaginar en una aventura épica.

Paisaje de la Comarca (localización ficticia de El Señor de los Anillos)
Las cuevas de Sant Miquel del Fai
A los pies del salto del Rossinyol, una de las cascadas más conocidas de Barcelona, está la cueva de Sant Miquel, descubierta en el año 1836. Tiene una longitud de unos 60 metros y está formada a partir de toba calcárea.
Según la web oficial indica que, actualmente, no se puede visitar. Reitera que no tiene potencial arqueológico, ya que ha sido completamente modificada con estructuras modernas, pero tiene un gran interés didáctico por los procesos geológicos actuales de formación de tobas calcáreas. Además, puede haber murciélagos.
Y además del salto de agua del Rossinyol, los amantes de las cascadas también pueden disfrutar de los 100 metros de altura de la caída del río Tenes desde el risco de El Fitó. Detrás de esta cortina de agua, hay una galería por la que se puede pasar y así ver estalactitas, estalagmitas y cortinas de piedra generadas con el paso del tiempo. Una vez esquivada esta cascada, se puede seguir caminando hasta la ermita de San Martí, que data del año 877 (según la documentación que existe) y a la cueva de Les Tosques también conocida como El Bon Pastor o Sant Martí.
Cómo llegar
Sant Miquel del Fai se encuentra en la comarca del Vallés Oriental, en la provincia de Barcelona, a una distancia aproximada de 1 hora desde la capital catalana. Es posible llegar en coche y aparcar, prácticamente, en la misma puerta. Para ello, hay que tomar la carretera C-59 desde Barcelona y llegar hasta la población de Sant Feliu de Codines. Una vez allí, hay que tomar un desvío a mano derecha para enlazar con la carretera BV-1485 en dirección a Sant Miquel del Fai. Esta carretera tiene una longitud de unos siete kilómetros, es bastante estrecha y tiene muchas curvas. Tras este tramo, la ruta llegará al aparcamiento y te encontrarás justo en la entrada del monasterio.

Sant Miquel del Fai