Ni Sant Adrià de Besòs ni Cervera: este es el pueblo más de feo de Cataluña, según la prensa de viajes
- Situado en la frontera con Francia, pero con un entorno natural que visitar
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El pueblo más feo de LLeida
El pueblo más feo de Girona, según la revista Viajar es La Jonquera; de hecho, hasta el ChatGPT lo designa como uno de los menos agraciados. En este ranking también se sitúan: Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), Perafort (Tarragona) y Alfarrás (Lleida).El mapa de los pueblos mas feos de cada provincia de España según la revista @viajar pic.twitter.com/BKAcNbdXXS
— M 📺 (@casasola_89) August 25, 2024
La Jonquera ha ganado cierta fama por no ser uno de los pueblos más atractivos de Cataluña. Esto se debe en gran parte a su carácter fronterizo e industrial, ya que su desarrollo ha estado enfocado en la funcionalidad más que en la estética. Las gasolineras, grandes áreas comerciales y estacionamientos para camiones dominan el paisaje, creando un entorno práctico, pero carente del encanto pintoresco que caracteriza a otros pueblos de la región. Además, el constante tránsito de vehículos y la atmósfera comercial pueden dar una sensación de caos y anonimato.
A esta percepción se suma la imagen social del lugar, que han estigmatizado a la localidad en ciertos círculos. Esto, combinado con la ausencia de un casco histórico bien preservado o elementos arquitectónicos destacables, refuerza su reputación como un lugar deslucido para los viajeros que buscan destinos visualmente encantadores.
Lugares de interés de La Jonquera
Sin embargo, La Jonquera también tiene aspectos interesantes que merecen ser destacados. El Museo Memorial del Exilio (MUME) es un importante espacio cultural que recuerda la historia de quienes huyeron durante la Guerra Civil Española.
El entorno natural es otro de sus puntos fuertes. Este pueblo es la puerta de entrada al Parque Natural de la Albera, un espacio protegido que combina paisajes montañosos y mediterráneos, ideal para el senderismo y la observación de fauna y flora autóctonas. Además, los viñedos y bodegas de la región son perfectos para los amantes del enoturismo, quienes pueden disfrutar de vinos locales con denominación de origen y de una tranquilidad difícil de encontrar en otros lugares.
Por último, también ofrece una gastronomía local auténtica, con platos tradicionales del Alt Empordà como carnes a la brasa y suquets de pescado. Todo esto, sumado a sus ferias y eventos locales, que demuestra que tiene su propio encanto para quienes desean explorarla más allá de las apariencias.