No todas las rutas de senderismo son en el Pirineo, Cataluña tiene muchas más montañas repartidas por el territorio que invitan a conectar con la naturaleza. Hasta la Costa Brava tiene su camino de ronda entre acantilados bordeados por bosques y mar.
Tarragona también tiene sus rutas por la costa, pero también de interior. En la Terra Alta, popular por sus vinos, se extiende también un parque natural que hace frontera con Aragón y esconde unos paisajes que nada tienen que envidiar a los pirenaicos.
Dónde está
Entre las múltiples rutas que ofrece hay una que parte desde Arnes y prosigue por la montaña hasta dar con varias piscinas naturales que garantizan un baño calmo y reconfortante tras una buena caminata.
Este municipio, emergido como uno de los destinos más buscados para el turismo rural y las actividades al aire libre en Cataluña, se encuentra precisamente muy cerca de Aragón. Pero la ruta que de allí parte se mete de vuelta en Cataluña, concretamente en el famoso Parque Natural de Els Ports.
Cómo es la zona
Esta vasta reserva natural ocupa una superficie de más de 2.700 hectáreas y ofrece un refugio para numerosas especies de flora y fauna, con lo que se ha convertido en un paraíso para los amantes de la naturaleza. Y también de excursionistas. Atraídos por su riqueza paisajística y biodiversidad, las pozas se han convertido en un gran aliciente para explorar la zona.
El Parque Natural de Els Ports destaca por su espectacularidad, con montañas, bosques frondosos y ríos cristalinos que brindan un sinfín de oportunidades para explorar. No en vano, el senderismo se ha convertido en uno de los principales atractivos de la zona.
Entre ríos y pozas
Uno de los lugares que más atraen son las piscinas naturales que se forman. A eso se le suman los ríos que atraviesan este enclave, los Estrechos y el Algars, convertidos en puntos de referencia. Si a eso se le suman sus impresionantes paisajes y la facilidad de unos senderos que serpentean entre charcos naturales y formaciones rocosas, no es de extrañar que se haya convertido en una de las rutas más bonitas de la zona.
Los senderos que bordean ríos y pozas y que se adentran en los bosques frondosos del parque, ofrecen una inmersión en un paisaje casi idílico, convirtiendo a Els Ports en un destino que combina la tranquilidad del entorno rural con la emoción de la aventura al aire libre.
Cómo es el Toll de Vidre
Entre las pozas que uno pudo encontrar, hay una parada que se ha convertido en obligatoria. Quizás es la más popular entre los excursionistas por sus dimensiones. Se trata del Toll de Vidre.
Ubicado a solo siete kilómetros del centro de Arnes, este oasis en medio de la montaña, se ha ganado la reputación de ser uno de los parajes más pintorescos de la región. Hace mucho su espectacular cascada que, en función de las lluvias puede alcanzar entre los 3 y 4 metros de altura.
Cuándo ir
Pasada la temporada de verano, el Toll de Vidre renace y brilla más que nunca. Es especialmente en los meses más húmedos cuando el caudal del río Algars incrementa, creando un salto bucólico con un abanico cromático que lo convierte el lugar ideal para refrescarse tras una buena caminata.
Su playa de piedras y aguas transparentes invitan a la relajación, y hacen de este rincón natural un refugio perfecto para quienes buscan un descanso rodeado de naturaleza. Si a eso se le suma que cada vez hay más influencers en busca de rincones naturales, el Toll de Vidre tiene ya todos los ingredientes para convertirse en la escapada de moda.
Más de un sendero
No es una frase hecha. Ante la popularidad del lugar y para evitar la masificación y conservar su delicado ecosistema, el acceso a esta piscina natural ha sido regulado desde 2021. Pero es que además del Toll de Vidre hay mucho más.
Para quienes buscan una experiencia más completa y no sólo bañarse en la poza, existe una ruta de aproximadamente 7 kilómetros que se adentra en el paisaje montañoso. Este recorrido, de dificultad moderada y con un desnivel de 200 metros, comienza en el itinerario del arroyo de los Valles y atraviesa el Mas de las Valls y el Coll de Xertó. Una ruta de una hora y 45 minutos, de unas vistas inigualables, que ofrece la oportunidad de explorar los desfiladeros y pozas que se forman en el Riuet de les Valls, agregando un toque de aventura al senderismo.
Dónde aparcar
En cualquier caso, llegar hasta allí es relativamente fácil. Es accesible por una pista forestal señalizada desde Arnes y en coche se tarda 20 minutos en llegar hasta un estacionamiento cercano y descender por unas escaleras hasta la poza.
Eso sí, el aparcamiento, situado en les Valls, cuenta con un número limitado de plazas y requiere una tarifa de entrada que varía según el tipo de vehículo. El precio es de 5 euros por coche, 3 euros por moto y 9 euros por minibús, con el pago realizado únicamente en efectivo.
Cómo llegar
Llegar al Toll de Vidre desde Barcelona son dos horas y media en coche. Se debe tomar la autopista AP-7 en dirección a Tarragona hasta la salida 34 hacia Amposta/Sant Carles de la Ràpita. Desde allí, se debe seguir por la carretera C-12 en dirección a Tortosa y continuar hasta alcanzar la salida hacia Prat de Comte/Horta de Sant Joan.
Una vez en la C-12, se debe seguir hasta la salida hacia Arnes, y continuar por la T-330 en dirección al pueblo. Al llegar a Arnes, hay que seguir las indicaciones hacia el Toll de Vidre. Es importante tener en cuenta que la pista forestal que lleva al Toll de Vidre es de tierra y puede presentar algunos baches, por si se lleva un coche bajo.