El litoral catalán tiene 700 kilómetros de playa, de los cuales 340 son playas. De Girona a Tarragona, de los Pirineos hasta Castellón, Cataluña vive regada por las aguas del mediterráneo conformando calas increíbles.
Una de las que hasta ahora era más desconocida se encuentra a medio camino de la antigua Tarraco y la frontera con la Comunidad Valenciana. Tiene casi 7 km de arena, adornadas con unas increíbles dunas. Pero su característica más importante es un faro que la hace icónica.
Cómo es la playa
La impresionante playa del Fangar no es sólo un lugar donde ir a tomar el sol y bañarse, es un paraje natural único, formado por la naturaleza y donde la intervención humana sólo ha sido bienvenida para construir el faro y cuidar el entorno. Nada más.
Con sus 6,5 kilómetros de extensión y 500 metros de ancho, esta playa se ha ganado un lugar destacado entre las maravillas costeras de Tarragona, ofreciendo una experiencia única que combina la serenidad de la naturaleza con la belleza del Mediterráneo. Hasta ahora no era muy conocida, pero poco a poco los turistas más sibaritas se han dado cuenta de que allí todo es diferente.
Dónde está
La playa del Fangar se encuentra en el corazón del parque natural del Delta del Ebro, una reserva de la biosfera que alberga una biodiversidad única y paisajes de ensueño. Eso hace que su acceso sea un tanto complicado, pero no imposible
El viaje hacia la playa del Fangar es, en cualquier caso, una experiencia inolvidable. Los últimos kilómetros de carretera atraviesan el fascinante paisaje del Delta del Ebro, donde los arrozales se extienden a ambos lados del camino y una rica variedad de flora y fauna cautiva a los viajeros con su belleza natural.
Dónde comer
A medida que uno se acerca a la playa, el aire se impregna con la frescura del mar y la promesa de un día inolvidable en la costa. Claro que también se pueden percibir los olores que salen de las cocinas del restaurante Los Vascos, donde termina el acceso en vehículo y comienza la verdadera aventura.
Desde aquí, los visitantes pueden emprender una caminata de aproximadamente 3,5 kilómetros hasta el faro que corona la playa. A lo largo del camino, se encuentran con un paisaje espectacular, donde las dunas protegidas y la vegetación crean un ambiente de tranquilidad y serenidad.
Un oasis de paz
Aunque el viento puede soplar con fuerza, especialmente en las horas de la tarde, el esfuerzo de caminar contra él se ve recompensado por las impresionantes vistas del Mediterráneo a un lado y las majestuosas dunas al otro.
Este entorno dota a la playa del Fangar de una tranquilidad única. El sonido de las aguas cristalinas al encontrarse con la arena, la brisa que sopla en el lugar y el graznido de las gaviotas que se acercan allí en busca de peces son lo único que rompen el silencio de este apartado rincón.
Un baño calmo
Con estas características, esta playa de la costa catalana ofrece un oasis de paz y relajación para todos sus visitantes. Una tranquilidad que con la llegada de turistas corre el riesgo de perderse. Aunque la gran extensión del Fangar hace casi imposible las aglomeraciones.
Para aquellos que se cansen del camino hasta el faro y quieren disfrutar de un baño refrescante, encontrarán en esta cala del Mediterráneo una piscina natural donde sumergirse y disfrutar de la frescura del mar. El agua no cubre mucho, por lo que hasta los más pequeños pueden pasarlo en grande.
Paisajes instagrameables
Para los amantes de la fotografía, la playa del Fangar ofrece una oportunidad única para capturar la belleza del atardecer. Con el sol pintando el cielo con tonos dorados y rojizos, el reflejo en el mar crea un espectáculo visual que parece sacado de un cuento de hadas.
No es de extrañar que muchos visitantes acudan a esta playa en busca de la foto perfecta para compartir en redes sociales y conservar como recuerdo de su visita. Tal vez, la llegada de influencers ha dado aún más popularidad y visibilidad a la playa.
Los perros y el faro
Destacar que, además de su belleza natural, la playa del Fangar también es conocida por ser un destino inclusivo, donde los amigos peludos de cuatro patas son bienvenidos en todo momento. Con acceso abierto durante todo el año, esta playa es el lugar perfecto para disfrutar de un paseo con tu mascota mientras disfrutas de la brisa marina y la belleza del entorno natural.
Y al final del camino, llega el faro que corona la playa y añade un toque de misterio y romanticismo al paisaje, aquello que la hace única. Con un blanco inmaculado, esta construcción de 1972, se erige hasta a 20 metros de la arena con una solemnidad que causa impresión. Lamentablemente, no está abierto al público, pero su presencia en este entorno natural lo excusa.
Cómo llegar
Para llegar hasta esta joya escondida, los visitantes tienen varias opciones. Aquellos que prefieran la comodidad de su propio vehículo pueden tomar la autopista AP-7 en dirección a L’Ampolla y luego seguir por la carretera TV-3451 hasta llegar a su destino final: la playa del Fangar.
Sin embargo, para aquellos que buscan una experiencia más aventurera, también existe la posibilidad de llegar en transporte público hasta L’Ampolla, y emprender una emocionante caminata de aproximadamente 17 kilómetros a través de los imponentes paisajes del delta. Una postal única que los más instagramers van a agradecer.