Este pueblo catalán fue elegido como el mejor del mundo: calles empedradas, ermitas y puentes colgantes
Un organismo de las Naciones Unidas valora la historia, entorno y oportunidades de este municipio a hora y media de Barcelona
1 mayo, 2024 15:00Noticias relacionadas
Buscar el pueblo más bonito de Cataluña siempre es una odisea. Hay multitud de listas, tantas como opiniones. Lo ideal es recurrir a los profesionales y estos ya han hablado.
La Organización Mundial del Turismo (OIT), desde hace unos, elabora su propio listado en el que da cuenta de los que, para ellos y buena parte de los turistas del mundo, son los pueblos con más encanto.
Quién forma la OIT
Su voz es una de las más autorizadas. Está formado por 154 estados miembros (entre ellos España), siete territorios (Antillas Holandesas, Aruba, Comunidad Flamenca de Bélgica, Hong Kong, Macao, Madeira y Puerto Rico) y más de 400 Miembros afiliados que representan al sector privado, entidades internacionales, instituciones de enseñanza, asociaciones y autoridades locales.
Los objetivos principales que persigue esta institución son estimular el crecimiento económico y la creación de empleo, incentivar la protección del medioambiente y del patrimonio de los destinos y promover la paz y el entendimiento entre todas las naciones del mundo a través del turismo.
El mejor pueblo, catalán
Con estos propósitos, este organismo especializado de las Naciones Unidas, reveló su prestigiosa lista de los mejores pueblos del mundo este pasado 2023. Y entre los nombres que aparecen hay un municipio catalán que se ha llevado la palma.
Rupit i Pruit, un pequeño municipio de la provincia de Barcelona, se ha erigido como el pueblo más hermoso del mundo. Un reconocimiento que se ha ganado por su ubicación, su arquitectura y su encanto.
Dónde está
De hecho, algunos de estos aspectos son básicos para entrar en la lista de OIT. Para conformar esta clasificación, se tomaron en consideración diversos criterios, tales como la hermosura del pueblo, sus recursos naturales, su legado histórico y cultural, así como su compromiso con el medioambiente, entre otros factores.
Rupit destaca en todos los ámbitos de valoración del ente. Su entorno montañoso, sus calles empedradas, sus edificaciones de piedra y su atmósfera medieval enamoran desde hace años a sus visitantes
Qué ver
Entre las joyas que se encuentran en este rincón destacan puntos de interés como la Iglesia de Sant Miquel, el Castillo de Rupit, el puente Colgante y el de Can Badaire, entre otras atracciones. Pero es que su historia y composición no añaden más que interés a este municipio.
Rupit es que en realidad dos municipios en uno: Rupit y Pruit. Fusionados como municipio en 1977, están ubicados a unos 109 km de Barcelona, un trayecto que requiere alrededor de hora y media. Un viaje que no defrauda.
Lo más práctico es llegar en vehículo privado, pero debe tenerse en cuenta que no podrá pasarse con él en su interior. Es imposible entrar en coche al casco antiguo de Rupit. Hay un cartel en su acceso que lo dice bien claro.
Esta limitación no es un gesto de esnobismo ni exclusividad. Ya son varios los pueblos medievales que restringen la entrada de vehículos. El principal motivo, además de conservar su patrimonio, es que las estrechas calles no son aptas para autos. Además, su tráfico desvirtuaría el encanto del lugar.
Volviendo a los encantos del lugar, Rupit se encuentra enclavado en la espectacular comarca natural del Collsacabra. En este punto del territorio se entrelazan estos majestuosos paisajes naturales con las edificaciones medievales de notable valor arquitectónico y turístico.
El municipio tiene muchas cosas que ver, como su icónico puente colgante que se ve nada más llegar al municipio. En cualquier caso, se ha de ir con cuidado. La inscripción en las entradas del puente deja claro que hay un límite de personas que pueden pasar por él a la vez y advierte de su balanceo, más que perceptible, a pesar de su seguridad.
Los encantos de Rupit
Otra gran atracción de Rupit es simplemente su diseño. Pasear por sus calles y maravillarse con todas las oportunidades fotográficas que uno halla a su paso es un privilegio que pocas veces se da.
A diferencia de otros pueblos medievales con murallas y castillos, el encanto de Rupit radica en estas peculiares vías, pero también sus edificios. Sus casas de piedra, construidas en los siglos XVI y XVII, se mantienen en un sorprendente buen estado de conservación.
Los amantes del medievo, también disfrutan al llegar a la Plaza Mayor, corazón de la localidad. Si a eso se le suman los vestigios de la muralla o el castillo de Rupit, que se cree que data del siglo X-XI, el goce está garantizado.
Pero hablar de Rupit y sus construcciones es un no pasar. Entre sus calles hay edificaciones tan icónicas, emblemáticas y hermosas como la Ferretería, "Ca l'Apotecari", la Notaría Soler...
Las iglesias
No faltan las iglesias y similares. Para empezar, la pintoresca Ermita de Santa Magdalena. Aunque se encuentre a las afueras de Rupit, merece la pena por el desvío porque siempre cautiva con su arquitectura.
Si uno prefiere quedarse intramuros, puede entrar a la emblemática Iglesia de Sant Miquel. Se trata de la actual iglesia parroquial de Rupit y tiene un campanario que ofrece vistas impresionantes.
Un poco más alejado del núcleo urbano se erige la Iglesia de Sant Joan de Fàbregues, una iglesia románica del siglo X junto al castillo del mismo nombre. Y, volviendo a las afueras, se puede disfrutar de diferentes senderos por la naturaleza.
Los caminos por estas montañas prepirenaicas llevan a una cascada de más de 90 metros que deja maravillado a cualquiera. Es fácil llegar a ella gracias a los senderos señalizados.
Cómo llegar
La mejor manera de llegar es hacerlo a través de Girona, por la vía que comunica Olot con Vic. De esta forma, hay que acceder a la C-153 y, después, recorrer la carretera de montaña hasta entrar en este pueblo. Está a menos de hora y media. Desde Barcelona, se tarda solo un cuarto de hora más por la C-17 hasta Vic.