Castillo de Siurana

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Ni Tossa ni Palafrugell: este es el pueblo de Cataluña con la fortaleza árabe más espectacular

Situado en uno de los pueblos más bonitos de la comunidad autónoma, este castillo guarda una trágica leyenda: te la contamos con todo tipo de detalles

26 abril, 2024 10:21

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Hay castillos icónicos en Cataluña. El más popular por estar en la capital es el castillo de Montjuic de Barcelona, Roses tiene una de las fortalezas más grandes de Europa, Tossa conserva una torre de película y en Palafrugell luce imponente entre sus callejuelas de estilo medieval.

En Tarragona también hay muchos castillos que sirvieron de defensa en otras épocas. Uno de ellos está en un lugar muy especial, en uno de los pueblos más bonitos de España que lleva años prohibiendo que su nombre aparezca en este listado. Hablamos de Siurana.

Dónde está 

Ubicado en un peñón de la sierra de Prades, este pueblo de poco más de 160 parece detenido en el tiempo. Pasear por sus calles es impregnarse de esas batallas que vivió Ramón Berenguer IV para hacerse con este territorio en su conquista de los terrenos que van de Lleida a Tortosa.

De esa época, la temprana Edad Media, se mantiene perchado sobre una plataforma rocosa a 730 metros de altura, en el extremo este de las montañas de Prades, el Castillo de Siurana. Esta fortaleza, que domina el paisaje del río y el pueblo homónimo, representa uno de los últimos bastiones de la presencia árabe en Cataluña y se considera una de las construcciones más espectaculares de la época emiral en la región.

Origen del castillo 

Construido en el año 869, el Castillo de Siurana no se llamaba así cuando fue fundado. Su nombre original es Hisn Xibrana, reflejo de la época en que se erigió, cuando Cataluña formaba parte del territorio de Al-Andalus.

Tan belicoso como amenazado, este imperio construyó diversas fortalezas para defenderse de los condados cristianos del norte y aquí Siurana jugó un papel crucial en este esquema defensivo. El castillo sirvió para controlar su vasto territorio que incluía partes de las actuales comarcas del Priorat, Baix Camp, Alt Camp, Conca de Barberà y Les Garrigues.

Una trágica leyenda 

Pero a medida que los cristianos ganaban terreno, Siurana se convirtió en un objetivo clave. La fortaleza resistió largo tiempo después de la caída de ciudades cercanas como Tortosa y Lleida, finalmente cayó entre los años 1153 y 1154 después de un sitio prolongado y sangriento, siendo una de las últimas posiciones musulmanas en capitular en Cataluña.

De esa época se conserva buena parte del castillo y una leyenda, la del Salto de la Reina Mora, una historia que añade un aura de tragedia y heroísmo al edificio. Cuentan que Abdelazia, hija del walí (el rey), optó por lanzarse al vacío con su caballo desde el precipicio del castillo para evitar la captura por los cristianos.

Este es el testimonio histórico 

Este acto desesperado ha marcado el imaginario local, simbolizando la resistencia y la caída final de Siurana frente a los avances cristianos, no solo es una narración que se ha traspasado de generación en generación, sino que da nombre al precipicio cercano al castillo. Y es que allí, en medio de una roca con vistas al río y al pantano de Siurana, hay una herradura grabada. Dicen en el pueblo que es del caballo de la reina.

Con estas historias y este pasado, más allá de su significado militar, el Castillo de Siurana es  sobre todo un testimonio de la complejidad de la historia medieval en Cataluña, marcada por la coexistencia y el conflicto entre musulmanes y cristianos.

Cómo es 

La fortaleza no solo es un atractivo para historiadores y arqueólogos, sino también para aquellos interesados en explorar la arquitectura de una época. El diseño del castillo es típicamente militar, con una planta alargada e irregular que mide aproximadamente 180 por 50 metros.

Sus hacedores aprovecharon las defensas naturales del terreno, situado al borde de un precipicio, para hacerlo casi impenetrable. Aunque de ello quedan apenas algunos vestigios, todavía se pueden visitar.

¿Qué queda del castillo?

Los restos actuales incluyen una torre en el recinto superior y muros reforzados con torres cuadrangulares, aunque mucho de la estructura original ha sido modificada o destruida a lo largo de los siglos. A pesar de todo, se distinguen dos recintos principales: el superior y el inferior.

El recinto superior alberga la gran torre del castillo, situada en el punto más alto y al borde del barranco. Aunque actualmente en ruinas y de poca altura, esta torre rectangular clave en su defensa conserva restos de una cámara, pequeñas estancias, una cisterna, y parte de la muralla original.

Lo que queda de la fortaleza 

El recinto inferior, más amplio, conserva importantes fragmentos de la muralla, varias torres en ruinas, y restos de albacar y de otras estancias. Se extiende aproximadamente 70 metros de largo por 15 de ancho, y en su extremo este, opuesto al superior, hay un foso que pudo haber sido la ubicación de una de las entradas al castillo. A lo largo de los siglos, la fortaleza ha sufrido múltiples modificaciones y apenas se conserva algo de su estructura original. Los restos visibles son principalmente de mampostería y sillería.

Pese a todo, el castillo sigue siendo un símbolo poderoso de la historia de Cataluña y un testimonio de la época en que musulmanes y cristianos lucharon por dominar estas tierras. Su visita no solo es un paseo por la historia, sino también un homenaje a la resistencia y la resiliencia de aquellos que, hace siglos, hicieron de este lugar su hogar y su fortaleza.

Qué (más) ver

Pero más allá de historias y leyendas del castillo, las calles empedradas de Siurada y el estilo de sus casas, transportan al visitante a la Cataluña del medievo. Aquella que vio cómo se construía, entre los siglos XII y XIII, la iglesia de Santa María. Un edificio de estilo románico cuyos grabados todavía se conservan.

Al margen de la arquitectura y su urbanismo, Siurana hace las delicias de los amantes del senderismo y los deportes de montaña. Su entorno es ideal para las rutas BTT o la escalada, gracias a los picos de la sierra de Prades. Y, obviamente, el río y el pantano ofrecen la posibilidad de realizar actividades acuáticas varias.

Cómo llegar

A Siurana se llega por la AP-7 y la desviación hacia Reus por la T-11. Una vez pasadas Les Borges del Camp se toma la C-242, deja a su mano derecha el pantano y unos kilómetros más adelante se toma la carretera de curvas que llega a la localidad.

No esperen mucho aparcamiento en el núcleo histórico. Es un pueblo pequeño, ya lo dicen sus gobernantes, no quieren mucha masificación. Por eso se les pide a sus visitantes respetar el entorno y evitar las máximas molestias a sus vecinos.