Cataluña es una comunidad autónoma donde los amantes de la playa y la montaña no entran en colisión, tiene de todo y más. El territorio una amplia variedad de rutas de senderismo para los entusiastas de actividades al aire libre. Entre ellas, la conocida como Volta de Sant Daniel, una de las más sencillas y cercanas a la ciudad de Girona.
Es difícil proporcionar un número exacto de senderos que hay en Cataluña, ya que hay muchas y nuevas rutas que pueden ser creadas o descubiertas con el tiempo. Sin embargo, es cierto que hay centenares que van desde senderos cortos y fáciles hasta rutas más largas y desafiantes que atraviesan montañas, valles, bosques y costas.
Por qué es un ruta fácil
En este caso te hablamos de un sendero circular que no representa mucha dificultad y que se puede hacer con niños que no sean muy pequeños. Un plan ideal en la naturaleza del que se puede aprender mucho.
La Volta de Sant Daniel es considerada como una de las rutas más sencillas para hacer con niños, tal y como indican todas las webs dedicadas al senderismo. Además, su proximidad con la ciudad de Girona lo hace ideal para salir de paseo y conectar con la naturaleza.
Así es el entorno protegido
Tal y como indica la web del ayuntamiento de Girona, este itinerario permite conocer un lado de la ciudad aún relativamente desconocido, “muy cerca del centro histórico de la ciudad, y descubrir una buena muestra del patrimonio natural, cultural y de todo aquello que ha formado parte de las costumbres y tradiciones de Les Gavarres”, zona de la que está muy cerca.
La ruta atraviesa el precioso valle de Sant Daniel, sigue el curso del río Galligants y sus afluentes y pasa por un paisaje con pequeños bosques y cultivos. A continuación, se adentra en el espacio natural protegido de Les Gavarres para ascender al monte que da nombre a la zona.
Cómo es la ruta
Una vez en la cima de este monte, que es muy poco elevado, se encuentran las ruinas del castillo de Sant Daniel, desde las se puede disfrutar de unas magníficas vistas panorámicas de gran parte del territorio gerundense. En un día claro, incluso se puede tener “una vista de 360º desde el Empordà hasta los Pirineos”, detalla la web.
A partir de allí el camino, ya se puede complicar más o menos. El camino principal pasa por Cal Mistaire, la Font Martina y Cal Micaló; la variante oriental, va por el Collet d’en Figueres y transcurre, entre otros puntos, por los restos de la antigua fuente de Cal Mistaire; o la variante de Cal Micaló.
Qué ver
Los puntos principales de este camino, en cualquier caso, son dos. Por un lado, el inicio de la ruta, Sant Pere de Galligants, situado a las afueras de la muralla. Este monasterio benedictino original del siglo X es uno de los tesoros más notables del arte románico catalán. Actualmente, es la sede del Museo de Arqueología de Cataluña en Girona.
Por último, uno puede aprovechar el regreso para visitar el Monasterio de Sant Daniel, un santuario del siglo IX, erigido en honor al monje san Daniel, decapitado en Arles de Provenza en el año 888. Más allá de eso, su característica es que es la única comunidad benedictina femenina de Cataluña que reside en el mismo lugar donde nació.
Facilidades y encantos del camino
Por el camino uno se cruza con la Font del ferro y la Font Martina, el puente de Miralles, Can Lliure y lo que queda de Cal Mistaire y Can Micaló. Un recorrido único por este valle.
El camino, además, es de lo más sencillo, sólo hay un desnivel de 304 metros durante los 4,6 kilómetos que dura la ruta. En resumen, un paseo que se hace en poco más de una hora y puede caminar o ir en bici.
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