Cataluña tiene centenares de fortalezas, torres de defensa cargadas de historia y con unas vistas increíbles. A menos de una hora de Barcelona se esconde un imponente castillo del siglo X que, además de ofrecer una imagen majestuosa, es ideal para las escapadas de senderismo.
Ubicado en la comarca de Osona, esta histórica fortaleza se reconvirtió en señorial residencia, y ahora un destino ideal para aquellos que quieren escapar del bullicio de la ciudad. Hablamos del castillo de Montesquiu.
Lugar de senderismo e historia
La fortaleza se encuentra en el parque homónimo, un espacio natural protegido en el que disfrutar de maravillosas rutas de senderismo y espacios boscosos únicos, así como disfrutar de un trozo de historia.
Esta fortaleza fue concebida en el siglo X como una torre de vigilancia para la defensa del territorio. 500 años más tarde se le incorporaron elementos residenciales, lo que permitió su transición de castillo militar a templo señorial.
Un fundador reconocido
Este castillo está muy arraigado a la cultura catalana. Su torreón fue construido en el siglo IX por orden del mismísimo conde Wilfredo I, más conocido como Guifré El Pilós. Pero para entonces era más un lugar estratégico que otra cosa.
No fue hasta mediados del siglo XIV cuando ese caserón defensivo empieza a tomar forma de castillo para convertirse en una residencia fortificada. El primero en ocuparlo fue Arnau Guillem de Besora.
Así fue la primera reforma
Desde entonces, diversos miembros de la nobleza histórica catalana habitaron la fortaleza e incluso la remodelaron para darle la forma que hoy tiene. En el siglo XVII, Lluís Descatllar amplía y ennoblece el casal el lugar con la construcción de la capilla, que se mantiene en pie hasta hoy.
A pesar de vivir en Descatllar, el noble también ejecutó la ampliación del sector nordeste, además de otras actuaciones que significaron un importante cambio en la imagen global del edificio.
Estos son los últimos cambios
Ya en el siglo XIX, fue adquirido por la familia Jover, quienes añadieron elementos decorativos de estilo neogótico. Mientras, a principios del siglo XX, Emili Juncadella, figura representativa de la alta burguesía del momento, llevas a cabo la última reforma.
Su aspecto actual bebe de la remodelación que llevó a cabo este burgués y que añadió unos bellos jardines a estos aposentos. Lástima que algunas reformas tapan el pasado.
A pesar de todo, el castillo ahora ya no es sólo de los nobles. Sus responsables son un equipo de la Diputación de Barcelona, que, desde 1976, trata de conservar los testimonios arquitectónicos más significativos de los diversos períodos.
El piso superior del castillo de Montesquiu está acondicionado y equipado como Centro de Recursos para acoger convenciones, conferencias, cursos o reuniones de trabajo, tanto por parte de empresas como de entidades u organismos, ya sean públicos o privados.
Cómo conseguir visitas guiadas
El espacio también dispone de áreas de descanso y la posibilidad de realizar visitas guiadas al castillo, que permiten a los visitantes conocer la historia de la fortaleza y su conexión con Cataluña.
La administración asumió la tarea de restaurarlo y preservar su valor histórico y arquitectónico. Ahora, el castillo se erige majestuosamente en medio de un paisaje montañoso, ofreciendo vistas panorámicas que transportan a los visitantes a tiempos pasados. Los jardines y patios internos del castillo son un deleite visual, mientras que sus salones históricos cuentan historias de tiempos remotos.
Así son las rutas senderistas
Una de las rutas más populares cerca del castillo es la que lleva al Coll dels Tres Pals, una cascada impresionante que se encuentra a poca distancia del castillo. El sendero serpentea a través de bosques frondosos, revelando paisajes pintorescos y ofreciendo la oportunidad de sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza.
Para aquellos que buscan una caminata más desafiante, el Mirador de la Rovira es una opción ideal. Esta ruta serpentea por colinas y valles, brindando vistas espectaculares y permitiendo a los excursionistas conectarse con la belleza natural de la zona.
Cómo llegar
Desde Barcelona, puedes coger un tren de la R3 de Rodalies y bajar en la parada de Montesquiu. Si uno prefiere la comodidad del vehículo privado, la carretera C-17 lleva directamente desde Barcelona hasta el castillo de Montesquiu.