Son muchos los pueblos de Cataluña que destacan por su gran belleza. Algunos llaman la atención por ser lugares apartados, a los que no se puede acceder en coche, otros porque su acceso es a través de una cueva...

En España existe la "Red de Pueblos más Bonitos de España", que tiene por objeto dar visibilidad y reconocimiento a estos bonitos enclaves de España. Actualmente, la asociación está formada por 116 pueblos. De entre ellos, Cataluña tiene cinco nombres destacados: Arties, Garós, Bagergue, Durro y Beget.

El pueblo más bonito de Girona

Nosotros nos queremos fijar en esta última localidad. Esta es la única de las cinco que aparecen que se encuentra en Girona, el resto son todas de Lleida.

Beget es una de las joyas de Cataluña, reside en el bucólico valle de Camprodón y se encuentra rodeado de prados a 541 metros de altura. Conforme avanzas por la sinuosa carretera, este pequeño pueblo emerge entre las montañas de manera casi inesperada.

Beget

El pueblo cuenta con un casco histórico pintoresco y bien conservado, con calles empedradas, casas de piedra y edificios tradicionales. Muchas de las casas están decoradas con balcones de madera y flores, lo que le da un encanto único.

La mayoría de sus viviendas son segundas residencias, al igual que ocurría en la Vall de Camprodon en tiempos pasados, cuando la burguesía catalana veraneaba aquí. Aunque es interesante notar que la historia de Beget se remonta al año 959. En 1013, el Monasterio de Sant Pere de Camprodon erigió su iglesia, que actualmente es su tesoro más preciado.

Qué ver en Beget

Beget está rodeado de naturaleza, atravesado por el río que lleva su nombre. Es posible recorrerlo a pie en pocas horas, aunque si deseas aprovecharlo al máximo, es recomendable seguir algunos de los senderos que enlazan los pueblos de los alrededores.

Durante el verano, puedes visitar sus cañones de agua, ideales para un chapuzón en plena naturaleza, mientras que en invierno y otoño, explorar los bosques en busca de setas es una opción atractiva.

Beget

Las casas están construidas en terrazas junto al río, otorgándole un aspecto completamente bucólico. A pesar de su tamaño aparentemente reducido, se divide en tres barrios separados por el río y conectados mediante dos puentes.

Estos puentes mediavles también son uno de los principales atractivos de este pueblo medieval de 27 habitantes que no dejará a nadie indiferente.

El barrio noroeste, el más antiguo, resalta por la Iglesia de Sant Cristòfol en la plaça Miquel Oliva. Se trata de una construcción románica del siglo XII, también catalogada como Bien de Interés Cultural. Eso sí, si quieres comer en un buen restaurante, tendrás que desplazarte hasta Camprodón.

Beget Freepik

El segundo barrio se alcanza atravesando el segundo puente. Aquí se halla la plaça Major y la torre del rellotge (cuidado, no pases de largo). Para acceder al tercer barrio, erigido entre los siglos XVIII y XIX, se cruza el pont petit. Este sector está en un nivel más elevado que los otros, con viviendas construidas con muros de piedra.

Antaño y hasta la década de 1980, las casas solían tener balcones y dinteles de madera en puertas y ventanas. Este encantador estilo ha contribuido a que el paso del tiempo no deje constancia.

Cómo llegar

Más allá de sus límites, queda todo. Para empezar, la ermita del Remei, más conocida como la capelleta, por sus pequeñas dimensiones. Se trata de una reducida edificación de los siglos XVII y XVIII que se encuentra en la carretera entre Oix y Beget (Girona).

Llegar hasta allí es menos difícil de lo que uno piensa. Si se sale de Barcelona, se trata de seguir la C-17 y desviarse hacia la C-38 al llegar a Ripoll. Una vez pasado Camprodón, el visitante sólo debe salir por la GI-5223 siguiendo los indicadores que llevan a Beget.

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