Primeras planas

Lleida como mal ejemplo y repudios entre reyes

El rebrote retrata a la Generalitat y revela todo lo que no se ha aprendido sobre la pandemia. Juan Carlos "desheredó" a Felipe: El trayecto de los 60 millones hasta Corinna

8 julio, 2020 09:05

El rebrote de Lleida rompe las costuras del Govern, que afronta la situación con escasez de personal, de medios y sin director de Salud Pública tras la dimisión hace semanas de Joan Guix por motivos de salud. La imprevisión es la nota dominante de un Ejecutivo que se jactó durante la primera fase de la crisis, la del estado de alarma, de ir varios pasos por delante del resto de las administraciones de España, incluida la central. 

La alarmante situación en Lérida es la noticia de apertura en El País, El Periódico y El Diario y nota muy destacada en el resto de medios. Se asiste con inquietud a lo que podría ser una segunda oleada del coronavirus a escala reducida. La principal conclusión sería que estamos como en marzo y que la lección se ha aprendido sólo en el plano teórico.

Portada El Pais

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El único apunte positivo es la determinación del Govern de que la mascarilla sea obligatoria siempre, en todo momento y lugar y en cualquier circunstancia, se cumpla o no la distancia social (más bien física). La profilaxis individual, tapabocas, higiene de manos y distancia, parece por el momento la única medida verdaderamente eficaz cuando falla la prevención, el rastreo y aún no se dispone de tratamientos eficaces ni de una vacuna. Y ahora, cinco meses después del comienzo de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que sí, el virus está en el aire, se trasmite por el aire y la mascarilla es imprescindible.

"El brote de Lleida desborda a una sanidad en precario", advierte El País en la cabecera. Y resume: "La falta de recursos y de personal impide rastrear los contagios, hay pocos especialistas y los hospitales temen verse saturados en los próximos días". La pieza viene con las firmas de O. Güell y A. L. Congostrina, que escriben: "El gran rebrote del coronavirus en Lleida, el más grave en España tras el estado de alarma, ha sacado a la luz la precaridad del sistema sanitario de Cataluña y la imprevisión ante la acumulación de contagios, más de 500. Fuentes de la sanidad pública afirman que el rastreo de contactos no se está completando por falta de recursos humanos y técnicos. La red de vigilancia epidemiológica espera refuerzos y la plataforma informática clave para vigilar el brote no funciona aún. De esta forma, han sido necesarias medidas extraordinarias como en los peores días de la pandemia, como doblar plantas, reclutar voluntarios en otras zonas de Cataluña e instalar un hospital de campaña".

Sigue la pieza: "'Puede haber problemas de saturación en 48 horas y si esto ocurre deberíamos contemplar opciones como enviar a enfermos a otras regiones sanitarias', afirma Ramon Sentís, gerente del Instituto Catalán de la Salud en Lleida. La Generalitat lleva más de un mes sin cubrir la secretaría general de Salud Pública tras la dimisión de Joan Guix. (...) Los refuerzos prometidos en la red de vigilancia epidemiológica llegan a cuentagotas y la plataforma informática creada para articular la lucha contra el virus no acaba de funcionar por problemas técnicos. 'No sabemos cómo se han contagiado uno de cada cinco enfermos', resume el internista José Luis Morales-Rull, responsable de la atención al coronavirus en el hospital Arnau de Vilanova".

En El Diario, Pau Rodríguez y Arturo Puente abundan sobre el deficiente sistema de rastreo y una Atención Primaria sobrecargada: "La preocupante curva de contagios en Lleida, especialmente en la comarca del Segrià, ha puesto en el punto de mira el sistema de detección, rastreo y supervisión de casos diseñado por la Generalitat, que recae sobre varios ámbitos de la red sanitaria catalana y que, en parte, fue externalizado a la empresa Ferrovial. 'Esperábamos tener más más trabajo, pero no nos llegan tantos casos como estaba previsto', concluyen fuentes del 'call center' de seguimiento, que se dedica a contactar con todos los números facilitados por la Atención Primaria o los expertos en salud pública".

Continúa el texto: "Esto significa que el rastreo está dando resultados por debajo de lo esperado: mientras los contagios aumentan, el sistema es incapaz de detectar con eficacia los contactos que tuvo cada positivo. El jefe de Epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, lo resumía este martes así: 'Por primera vez se ha tenido que probar las bondades del sistema de detección y seguimiento, con las circunstancias particulares del Segrià, nos hemos quedado cortos o algo no ha ido bien', apuntaba en Catalunya Ràdio. Con la duda de si era por falta de recursos, sí ha dejado claro que 'cualquier cosa que sirva para reforzar rápidamente los sistemas de vigilancia' serviría para contribuir a aplanar la curva".

En El Periódico se asegura que "Lleida se prepara para blindar a sus 40.000 pacientes vulnerables al coronavirus". Firma la nota María Jesús Ibáñez: "Tras cuatro días de reconfinamiento en el Segrià, por fin un alto cargo de la Conselleria de Salut, en concreto el director del Institut Català de la Salut (ICS), Adrià Comella, ha viajado a la 'zona cero' para explicar qué se está haciendo y, sobre todo, qué se va a hacer para tratar de doblegar el rebrote de coronavirus, que este martes contabiliza un total de 68 pacientes hospitalizados por coronavirus, una veintena más que el pasado domingo. Ocho de ellos se encuentran en estado grave en la uci. El primer objetivo de las autoridades santarias, ha revelado Comella, son los pacientes más vulnerables, las personas que mayor riesgo presentan de contraer el coronavirus: abuelos y enfermos crónicos, especialmente los aquejados de patologías cardiovasculares y respiratorias".

Portada El Periódico

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Sigue Ibáñez "Son, según estimaciones de Salut, unas 40.000 personas, es decir una quinta parte de la población confinada en la comarca. Todas ellas empezarán a recibir de inmediato llamadas de sus centros de salud para controlar cómo se encuentran y conocer cuáles son sus hábitos estos días. En caso de que el sanitario detecte algún riesgo, no se descarta que se recomiende a esta persona una reducción de sus salidas a la calle, una restricción de contactos o, incluso, que se confine en su domicilio. De hecho, desde el pasado sábado, cuando se decretó el cierre perimetral del Segrià, las residencias de ancianos de la comarca tienen prohibidas las visitas de personas del exterior, una manera, en definitiva, de confinamiento domiciliario para proteger a los residentes".

Política. Las peripecias financieras del exrey Juan Carlos también centran la atención de los medios. El Español vuelve a abrir con el caso y aporta una nueva exclusiva, el interrogatorio de la fiscalía suiz a Dante Canónica, el abogado utilizado para esconder el dinero. "El fiscal y la pregunta de los 60 millones: "Por qué Juan Carlos desheredó a su hijo en favor de Corinna" se titula la pieza que firma María Peral, cuya información arranca así: "'¿Cuál es la razón principal por la que Juan Carlos I ha 'desheredado' a su hijo de una suma de casi 60 millones de euros para 'ofrecérselos' a su amiga Corinna?', le preguntó el fiscal de Ginebra Yves Bertossa a Dante Canónica, el abogado que montó la estructura que permitió al rey emérito disponer durante años de un patrimonio millonario fuera del control del fisco español, fortuna que ha acabado en manos de su amante".

Continúa Peral: "Esa estructura fue la Fundación Lucum, una entidad panameña creada en julio de 2008 y disuelta en septiembre de 2012 después de que Juan Carlos I -con un poder especial que le otorgó Canónica- ordenara por escrito la transferencia de todos los fondos de Lucum a una cuenta abierta en Bahamas por la empresaria Corinna Larsen. Canónica, que intervino en la creación de una sociedad, Solare Investors Corp, para el traspaso de los fondos de Lucum a Corinna, fue el que asumió la respuesta a la cuestión de por qué el entonces jefe del Estado 'desheredó' a quien iba a sucederle en el trono a favor de su amante".

Y: "Juan Carlos I podía disponer libremente de los activos de la fundación durante su vida. Había decidido no guardar este dinero y dárselo a su amiga. En definitiva, el rey prefirió hacer rica a Corinna Larsen, que de la noche a la mañana se agenció cerca de 60 millones de euros. Ésa era la cantidad que quedaba en la cuenta de Lucum en el banco Mirabaud después de las detracciones de fondos realizadas durante cuatro años. Entre ellas figuran varias transferencias a otra amante de Juan Carlos I, Marta Gayá, por la que también preguntó Bertossa".

El Mundo aporta la derivada partidista y asegura que "PSOE, PP y Ciudadanos protegen al Rey Felipe VI ante la deriva de la causa de Juan Carlos I".

La crónica que viene con las firmas de Lamet, Hernández, Piña y Sanz, apunta: "Nadie pudo salir ayer al rescate de Juan Carlos I. Ni siquiera los dos partidos que se han alternado el Gobierno de España y que han apoyado siempre la Corona casi en todas las circunstancias. Por acción o por omisión. Con su respaldo activo en el proceso de abdicación o su silencio tras la caída del anterior monarca en Botsuana, sobre su relación íntima con Corinna zu Sayn-Wittgenstein o la causa judicial contra Iñaki Urdangarin".

Sigue la pieza: "Ese blindaje histórico se ha resquebrajado únicamente ahora. (...) Ha sido una evolución lenta pero sin pasos en falso en la que PP y PSOE han anclado sus decisiones a un hecho trascendental para la monarquía española: el repudio público de Felipe VI a su padre, la renuncia a su herencia y la retirada de la asignación prevista para él en los Presupuestos, que se produjo en marzo pasado. A partir de ese momento, PSOE y PP se han olvidado también del Emérito".

El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, también tiene problemas con la justicia y con los medios y no se le ocurre mejor lugar que sustanciar sus asuntos particulares que la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, donde ha vuelto a dar muestras de su acendrado sectarismo y su sentido de la irresponsabilidad y del Estado, a decir de las federaciones de prensa de toda España. Iglesias apuntó que hay que normalizar el insulto en las redes y que ciscarse en los periodistas debería ser una actividad normal, que ya lo es, por otra parte. 

En Moncloa no salen de su asombro con el señorín, al punto de que consideran que "sus afirmaciones le retratan" sólo a él y no al conjunto del Ejecutivo. Ainhoa Martínez escribe en La Razón al respecto:

"El vicepresidente utiliza el Consejo de Ministros para atacar a periodistas y avalar que se les insulte, mientras Montero predica 'respeto'. En el Gobierno creen que se 'retrata' con estas afirmaciones. En Moncloa acostumbran a ver la oportunidad en la adversidad y el 'caso Dina' no iba a ser una excepción. Desde el Gobierno se advierte desde el primer minuto que la polémica no concierne a todo el Ejecutivo y la acotan exclusivamente en torno a la figura del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. El problema es que el escándalo comienza ya a enquistarse y lejos de mantener una estrategia conservadora, que contribuya a superarlo, el líder de Unidas Podemos está creando nuevas derivadas con un ataque furibundo a los medios de comunicación que en Moncloa no comparten. El malestar es patente y el mejor ejemplo de ello es que con la airada respuesta que Iglesias dio ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, utilizando este altavoz para reincidir en el señalamiento a ciertos periodistas, eclipsó totalmente el anuncio de la extensión hasta septiembre del paquete de ayudas –el llamado 'escudo social'– tras la crisis del coronavirus con asuntos como la moratoria del pago de la hipoteca o del alquiler".

Sigue Martínez: "La estrategia de Moncloa es clara y consiste en exponer al vicepresidente segundo para que sea quien dé las explicaciones pertinentes y se defienda de las acusaciones que pesan contra él. Un posicionamiento que contrasta con el que el propio Iglesias se había autoimpuesto hasta ahora, limitando al máximo sus apariciones públicas. En el Ejecutivo no están dispuestos a servirle de parapeto. Una postura que dejó meridianamente clara la pasada semana la portavoz gubernamental, María Jesús Montero, que no solo evitó respaldarle públicamente, sino que dijo 'no ser su intérprete'".

Nueva entrega de la encuesta de El Nacional sobre política catalana. En esta ocasión para acentuar que el pueblo soberanista quiere que Carles Puigdemont se vuelva a presentar a las autonómicas. Escribe David González: "El president de la Generalitat en el exilio, Carles Puigdemont, es el candidato preferido para encabezar el espacio de Junts per Catalunya (JxCat) en las próximas elecciones catalanas, según los resultados de una encuesta del Instituto Feedback para ElNacional.cat sobre el escenario político catalán. A la vez, los encuestados situarían en el número dos de la lista, haciendo ticket con Puigdemont, al conseller de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, o bien al empresario y presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell".

La mayoría sin embargo, es parca. Sigue González líneas después: "A la pregunta de quién cree que sería el mejor candidato a la presidencia de la Generalitat para el espacio de JxCat, un 38,4% de los consultados escoge a Puigdemont. Lo siguen en las preferencias el conseller Puigneró, con un 11,4% y Canadell, con un 6,1%. Ya a mucha distancia aparece el actual conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, con un 3,6%. Un 40,4% de los encuestados señala 'a otros candidatos' o declara que no lo sabe".

8 de julio, santoral: Monjes abrahamitas, Adriano III papa, Áquila, Auspicio de Toul, Colomano de Turingia, Disibodo de Renania, Gliceria de Heraclea, Juan Wu Wenyin, Landrada, Pancracio de Taormina, Priscila, Procopio, Quilianio de Herbipoli, Rufina y Totnato de Turingia.