Habla el extranjero Crónica Global Barcelona
La inmigración se ha convertido en el principal problema para los españoles, desbancando al paro, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) difundido el mes pasado, en el que se anotan el doble de menciones que en julio, en unos registros que no se veían desde la “crisis de los cayucos” de 2007.
El tema será importante para las agendas políticas de todos los partidos políticos. Puede ser interesante, para el lector de Crónica Global, leer el análisis de Paul Melly, analista de África Occidental de la BBC. Como el interesante texto –bajo el título “El enfoque español a la inmigración africana es radicalmente diferente”- está “en abierto”, considerando que está libre de copyright y que está lleno de datos interesantes y poco conocidos, lo traducimos y reproducimos aquí en su totalidad:
“España está contraviniendo el clima político predominante entre los países occidentales respecto a la migración y a las políticas sobre el continente africano.
>>En un momento en que Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania están recortando sus presupuestos de ayuda al desarrollo, Madrid sigue comprometida con una expansión continuada, aunque parta de un nivel más bajo.
>>Esta semana, la capital española ha acogido una “conferencia mundial sobre personas de ascendencia africana” impulsada por la Unión Africana. AfroMadrid2025 debatirá sobre justicia restaurativa y la creación de un nuevo fondo de desarrollo.
Un grupo de inmigrantes en Ceuta, a la espera de su traslado a la Península Europa Press
>>Se prevé la apertura de nuevas embajadas al sur del Sahara y asociaciones en los ámbitos empresarial y educativo.
>>El contraste entre el enfoque de España y el de otros países occidentales no reside solo en el gasto, sino también en el tono y la mentalidad, especialmente en lo que respecta a la gestión migratoria.
>>Al igual que en el resto de Europa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, busca fórmulas para contener la llegada de inmigración irregular.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, accediendo al hemiciclo del Congreso
>>Como otros líderes de centroizquierda y centroderecha, se enfrenta a un desafío electoral por parte de la derecha radical, en gran medida por la preocupación de ciertos votantes respecto a la migración, con el partido ultraderechista Vox bien asentado en el Parlamento y habitualmente en tercer lugar en las encuestas de intención de voto.
>>En julio fue necesario desplegar refuerzos policiales contra bandas racistas que recorrían las calles de Torre Pacheco (Murcia) —donde muchos africanos trabajan en el pujante sector hortofrutícola— tras acusarse a tres marroquíes de agredir a un jubilado.
>>Mientras el opositor Partido Popular se muestra favorable a cierta inmigración, pero por razones culturales prefiere priorizar a latinoamericanos frente a africanos, Vox mantiene una actitud más radical.
Alberto Núñez Feijóo, este martes en Barcelona
>>Tras el incidente de Murcia, Vox pidió mano dura contra los inmigrantes que ocupan empleos menos cualificados. El mensaje se dirigía principalmente a los africanos que trabajan en el sector agrícola, hoy crucial para la economía del sur español.
>>Pero para el gobierno, la migración plantea desafíos tanto prácticos como políticos.
>>Miles intentan cruzar hacia Canarias en pateras abarrotadas.
Más de 45.000 personas emprendieron el peligroso viaje marítimo desde la costa occidental africana al archipiélago canario el año pasado. Se estima que los fallecidos en el intento oscilan entre 1.400 y unos abrumadores 10.460.
>>Otros optan por el trayecto más corto a través del Estrecho de Gibraltar o el Mediterráneo para desembarcar en playas andaluzas, o intentan saltar las vallas que rodean Ceuta y Melilla, los dos enclaves españoles en la costa norteafricana.
>>La administración española tiene que acoger a los recién llegados, tramitar sus solicitudes y gestionar su integración en la sociedad, ya sea temporal o más duradera.
>>Sin embargo, y utilizando un lenguaje muy distinto del tono hostil que se escucha en muchas capitales europeas, el gobierno de Sánchez reconoce abiertamente las duras realidades económicas que existen en África Occidental y que empujan a las personas a poner en riesgo su vida para llegar a Europa. Y trata de ir más allá del mero “no” a la llegada de inmigrantes. En cambio, desarrolla alternativas creativas, con la promesa de fomentar movimientos de personas seguros, ordenados, regulares y “mutuamente beneficiosos”.
>>En su viaje a Mauritania el año pasado, Sánchez resaltó las aportaciones de los migrantes a la economía española.
“Para nosotros, el fenómeno migratorio no es solo cuestión de principios morales, solidaridad y dignidad, sino también de racionalidad”, declaró el presidente.
>>El Gobierno español financia programas de formación para jóvenes desempleados en países como Senegal, especialmente para migrantes irregulares retornados, a fin de ayudarles a encontrar medios de vida viables en sus países de origen.
>>También ha ampliado un programa de “migración circular” que concede visados de corta duración a africanos occidentales para que trabajen en España durante determinadas temporadas, sobre todo en el sector agrícola, y luego regresen a sus países.
>>Estas cuestiones fueron centrales en la agenda cuando Sánchez visitó Senegal, Gambia y Mauritania en agosto del año pasado.
Un acuerdo de migración circular con Senegal existe desde 2021, pero se han suscrito otros similares más recientemente con Mauritania y Gambia.
>>La base de este enfoque singular quedó detallada en la estrategia España-África del Ministerio de Exteriores, que sostiene que Europa y África “forman parte de un mismo espacio geopolítico”.
>>Pero la gestión migratoria es solo uno de los motivos para que España apueste por estrechar lazos con África, apoyando a su vez una agenda sociocultural más amplia y relacionada.
>>La premisa fundamental del acercamiento de Madrid es que España, como país europeo más próximo al continente, tiene un interés esencial en el avance de África hacia un desarrollo inclusivo y sostenible, así como en su paz y seguridad. Esta lógica básica puede parecer evidente. Sin embargo, la historia llevó a España por un camino muy diferente.
>>Salvo unos pocos enclaves magrebíes y un pequeño territorio tropical —la actual Guinea Ecuatorial independiente—, su expansión colonial en los siglos XVI y XVII se dirigió principalmente al otro lado del Atlántico.
>>Y durante décadas recientes, los asuntos europeos y de Oriente Medio han dominado las prioridades exteriores de Madrid, mientras que los destinatarios principales de su apoyo al desarrollo eran los países de su vasto imperio en Centro y Sudamérica.
>>No obstante, en los últimos años, el Gobierno de Sánchez ha encabezado un profundo cambio de perspectiva.
>>Apenas asumió Albares el cargo de ministro de Exteriores en julio de 2021, lanzó una reestructuración de su departamento, en parte para reforzar el vínculo no solo con América Latina, sino también con el Sahel y el norte de África.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante una rueda de prensa
>>La consolidación de este enfoque más amplio llegó con el Plan de Cooperación al Desarrollo 2024-27, que por primera vez designó a África occidental, incluido el Sahel, como una de las tres regiones prioritarias de asistencia, junto a Centroamérica y Sudamérica.
>>La estrategia africana de España otorga una importancia especial no solo a sectores económicos como infraestructuras, digitalización y transición energética, sino también a la educación y al empleo juvenil.
>>El aspecto cultural incluye no solo la promoción del español, con una mayor presencia del Instituto Cervantes, sino también programas para favorecer la movilidad de docentes e investigadores.
>>La cooperación en materia de seguridad, la lucha contra el cambio climático, el empoderamiento de las mujeres y una mayor presencia diplomática tampoco sorprenden en el contexto actual.
De forma destacada, la estrategia subraya el apoyo a las ideas democráticas, la Unión Africana y en particular la organización regional Ecowas de África occidental.
>>Esto supondrá un apoyo público bienvenido para Ecowas, que recientemente afronta una etapa difícil tras cumplir 50 años y ver cómo los estados sahelianos —Burkina Faso, Malí y Níger— gobernados por juntas militares, se retiraban al negarse a cumplir los protocolos sobre democracia y buen gobierno.
>>Paralelamente, y en un mensaje dirigido tanto a la opinión pública española como a los socios subsaharianos, el Ministerio de Exteriores afirma que “apoyar a la diáspora africana y combatir el racismo y la xenofobia también son prioridades clave”.
>>Por supuesto, las palabras bonitas son solo un primer paso. Pero en el clima internacional enrarecido actual, un lenguaje así realmente llama la atención.”