
Un vehículo de los Mossos d’Esquadra en Barcelona
Inmigración y la filosofía "ponga un mosso en vida"
Semana clave en la negociación para la cesión de las competencias en inmigración y fronteras. Turull abronca a Mas. Las "manos negras" de Aliança Catalana. La inseguridad en el Metro
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Semana de la inmigración. Negociaciones entre PSOE y Junts para la cesión de las competencias y el control de las fronteras. El partido de Puigdemont habla de "traspaso integral". El Gobierno replica que hay cosas que no dependen de Interior, que la última palabra es de la Unión Europea.
La maniobra del partido independentista se ve de lejos. Es la estrategia de matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, endurecer el discurso frente a la irrupción en su flanco de Aliança Catalana. Por otro, meter en problemas a la Generalitat de Salvador Illa, que tendría que asumir unas competencias de naturaleza más que espinosa.
El independentismo ha pasado de los falsos brazos abiertos a todo el mundo durante la asonada a exhibir el colmillo. Dicen que la inmigración se ha convertido en un problema, que no hay integración y que el multiculturalismo sólo funciona en el Primavera Sound.
Ya se ha contado. Esa predilección pujolista por el personal del norte de África en detrimento de los hermanos latinos de lengua española y religión cristiana. El ojo clínico del gran defraudador.
Ahora, décadas después de que el ínclito Àngel Colom dirigiera la primera oficina exterior de la Generalitat sita en Rabat (se trataba de seleccionar a los mejores y más cualificados candidatos, otra "jugada maestra"), el nacionalismo apela a la mano dura, el control de las fronteras y que la mano de obra sepa cantar el Virolai.
"Junts exige que Cataluña tenga el poder para expulsar inmigrantes", titula El Mundo, que amplía el enunciado con estos dos sumarios: "Puigdemont insiste en pedir a Sánchez que los Mossos adquieran plenas facultades en el control de fronteras". Y: "También quiere arrebatar los trámites de documentación a la Policía: 'Que la Generalitat tenga la última palabra'".
Y dos huevos duros. Escriben Esteban Urreiztieta y Raúl Piña: "La formación de Carles Puigdemont exige que esta comunidad tenga la potestad de decidir a quién expulsa o a quién permite la entrada. Se da la circunstancia de que presionan para una competencia que aplicaría una Generalitat presidida por los socialistas".
"Una prerrogativa, la del control de fronteras, la de la tramitación del Número de Identidad de Extranjero (NIE) -documento habilita a los extranjeros para permanecer en territorio español que no sea un visado- o la entrega de documentos, como la tarjeta de identidad de extranjero -documento único y exclusivo destinado a dotar de documentación a los extranjeros en situación de permanencia legal en España-, que el Gobierno traslada en las conversaciones que no puede ceder".
"Junts quiere controlar los flujos de inmigración en Cataluña. «Que nadie salvo la Generalitat tenga la última palabra para decidir», explican fuentes de la formación independentista. Para ello, al menos en este punto de la negociación, insisten en no ceder en su pretensión de que los Mossos desplacen a la Dirección General de la Policía en todo el trámite administrativo".
"De principio a fin. «Eso lo tienen que decidir la Generalitat y los Mossos». Reclaman competencias exclusivas y plenas".
Ahora, la contraparte: "El Gobierno trasladó hace unas fechas a Junts una propuesta técnica de hasta dónde consideraban que podían llegar. Su planteamiento sobre este traspaso de competencias. Un texto que fue rechazado por los independentistas".
"En ese documento se trasluce lo que de viva voz ya ha trasladado el Ejecutivo en las conversaciones, según las fuentes consultadas por El Mundo: que hay asuntos en los que no pueden ceder, que hay materias que no pueden arreglarse".
Líneas después Urreiztieta y Piña señalan que "«hay cosas que ni siquiera dependen de nosotros. No es que el control de fronteras sea una competencia del Estado. Es que somos frontera de Europa. Somos la puerta de entrada en Europa de África. Es un asunto en el que Europa también tiene que decir», reflexionan en el Gobierno".
Y: "Fuentes conocedoras de la negociación señalan que un camino intermedio puede ser otorgar a los Mossos la posibilidad de controlar las fronteras junto a Policía y Guardia Civil. La filosofía «pon un mosso en tu vida», como resumen fuentes del Gobierno. En el Ejecutivo explican que su posición «no ha cambiado» respecto al control de fronteras, pero sí están «abiertos a que los Mossos tengan presencia donde no la tienen»".
De parecido tenor es la información de La Razón. "Moncloa y Junts negocian sortear la Constitución", titula el diario de Planeta en relación a la cesión competencial.
Escribe Carmen Morodo: "El marco europeo y la Constitución española son los dos grandes obstáculos contra los que batalla el Gobierno para conseguir cerrar el acuerdo sobre inmigración que le exige Junts en el plazo de un mes".
"Es el tiempo que tiene para evitar que se vote la moción de confianza y salga contraria a los intereses del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Esto coincide, además, con el momento en el que el Ejecutivo debería cerrar ya con el Gobierno de Canarias el acuerdo para reubicar 4.500 menores extranjeros no acompañados (menas) entre las autonomías antes del verano. Se esperan novedades en esta misma semana".

CULEMANIA
"A pesar de los citados dos inconvenientes, la Unión Europea y la Constitución, el pacto estaba prácticamente cerrado hace unas semanas, antes de que por segunda vez Moncloa diera la orden a la Mesa del Congreso de los Diputados de mantener congelada la tramitación de la citada proposición no de ley de Junts sobre la moción de confianza contra el jefe del Ejecutivo".
"Tan es así, que desde la delegación negociadora se anticipaba entonces que los flecos técnicos que faltaban por resolver quedarían arreglados en semanas, y que, antes de que se votara la proposición no de ley con la censura encubierta, tendrían el pacto con el PSOE y esto les permitiría retirarla de la Cámara".
La pieza de Morodo describe las dificultades técnicas para el acuerdo: "Para Interior, la demanda en materia de competencias totales en inmigración por parte de Junts es «un gran problema», y así lo reconocen en los niveles más técnicos a La Razón, pero el ministro, finalmente, no tendrá más remedio que bajar la cabeza".
"La redacción final del pacto aún no se conoce, pero lo que sí anticipan quienes se sientan en la mesa negociadora es que Moncloa está viendo cómo sortear la obligación legal para pasar esta carpeta sin utilizar la vía del artículo 150 de la Carta Magna, que es el que permite delegar en una comunidad autónoma la gestión de una competencia exclusiva del Estado".
"Esta transferencia exige de una ley orgánica que, para su aprobación, necesita de una mayoría absoluta de 176 diputados, que Sánchez no tiene para sacarla adelante".
Y: "A ninguna de las partes se le escapa que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut dice que está fuera de la Carta Magna que la Generalitat asuma la competencia exclusiva en inmigración, porque esto le daría facultades sobre los cupos de inmigrantes que llegan a Cataluña –justo lo que exige Junts. Las competencias que tienen las comunidades en esta materia afectan a cuestiones relacionadas con la integración, la formación o la tramitación de permisos de trabajo".
A modo de conclusión gubernamental, Morodo escribe que "«venden más de lo que hay, y entendemos el juego y se les deja hacer en el diseño de su relato porque es más importante que la Legislatura siga adelante, y continúen aprobándose medidas sociales como la reducción de la jornada laboral o la subida del Salario Mínimo»".
Y: "Esto es lo que dicen las terminales del Gobierno, pero lo que consta a día de hoy es que Puigdemont ha metido en el paquete negociador que la Generalitat fije el cupo de extranjeros que pueden residir en Cataluña y pueda también expulsar a los inmigrantes".
Prueba de la importancia que Junts otorga a este expediente es la bronca entre el excelso patrón del paquebote Ítaca, Artur Mas, y el secretario general del partido de Puigdemont, el no menos ínclito Jordi Turull.
"Turull envía un mensaje a Mas y le recuerda que 'la política de relación con otras fuerzas la decide Junts'", señala un titular de El Nacional.
El texto es de Ketty Calatayud: "No se ha hecho esperar la respuesta de Junts per Catalunya al expresidente de la Generalitat Artur Mas, que este sábado abogó porque el partido que preside Carles Puigdemont "tiene que poder hablar con Aliança Catalana", aunque "sin montar estrategias conjuntas"".
"El secretario general de Junts, Jordi Turull ha replicado a Mas con una sutil andanada: "Los consejos son siempre bienvenidos, pero la política de pactos y relación con el resto de partidos políticos la deciden los órganos de dirección de Junts", ha dejado claro Turull, que ha atendido los medios de comunicación en el marco de su visita a la Feria de la Candelera de Molins de Rei".
""Nosotros no nos pensamos apartar de momento de la línea que estamos llevando, que no es mirar hacia atrás o hacia otros, sino mirar adelante como podemos servir más y mejor a los ciudadanos de Catalunya" ha añadido el secretario del partido independentista".
El dirigente independentista tiene cera para todos: "Turull también ha enviado otro mensaje, esta vez al PSOE, al que ha recomendado que "llene el cesto de compromisos" si quiere rehacer los puentes con Junts".
"El dirigente independentista ha matizado que la relación con los socialistas "no se ha perdido nunca", y que espera que en las próximas semanas se pueda encauzar a medida que el PSOE concrete sus compromisos con Catalunya, haciendo referencia a las carpetas que todavía están abiertas, como son las competencias con inmigración o el catalán en Europa".
La aparición de Aliança Catalana inquieta a Junts. Es de sobras conocido. Lo que no se conoce tan bien es la argamasa con la que está hecha el nuevo partido independentista.
En Nació Digital tratan de arrojar un poco de luz al respecto. "La història no explicada d'Aliança Catalana: Eduard Llaguno, poder a l'ombra i mecenes", se titula su entrega sobre el partido.
El texto viene con tres firmas, las de Joan Serra Carné, Martí Oliver y Pere Fontanals: "La veritat oficial sobre Aliança Catalana diu que Sílvia Orriols, presidenta del partit, és la líder i cara visible de la formació, encara més des del 17 de juny de 2023, quan es va convertir en alcaldessa de Ripoll, pas previ a propulsar-se fins al Parlament".
"I el mateix relat estableix que l'ideòleg del projecte polític és Jordi Aragonès -al capdavant de la secretaria d'Estudis i programes- mentre que Oriol Gès pilota la sala de màquines i la tresoreria, amb les funcions de secretari d'Organització i finances".
"Però els càrrecs orgànics i les responsabilitats públiques no expliquen de forma precisa com ha funcionat el partit de referència de l'extrema dreta d'arrel catalana. A la penombra hi ha hagut des del primer dia -i almenys fins a les eleccions municipals de fa un any i mig- una figura amb ascendent, tan rellevant com els noms citats. És Eduard Llaguno, un dels fundadors de les sigles, poder a l'ombra i mecenes en l'etapa de creixement de la formació, quan feien falta idees i recursos".
"A Llaguno, que és administrador de diferents societats -algunes amb recorregut històric en l'economia catalana- i ha estat professor associat a la Universitat Pompeu Fabra (UPF) -on va impartir, entre 2013 i 2022, el seminari Organitzacions Econòmiques i Mercats del grau en Administració i Direcció d'Empreses-, no li agraden els focus".
"No ha ostentat responsabilitats al comitè de govern d'Aliança Catalana ni s'ha prodigat en públic. Tampoc ha aparegut en les imatges d'actes del partit i ha evitat el contacte amb els mitjans de comunicació, també amb Nació, que ha intentat contactar-hi per completar aquesta investigació".
"Però fins a una desena de fonts consultades per aquest diari en els últims mesos -veus amb diferents funcions i vincles amb les sigles des dels inicis del projecte a Ripoll- el situen a la cuina de l'organització i en destaquen la influència en decisions transcendents, almenys fins a les eleccions municipals de 2023".
Pues ya tenemos otro príncipe de las tinieblas en el censo cada vez más abultado de conseguidores en la sombra. Y también tiene número dos: "La mà dreta de Llaguno al partit era Maiol Sanaüja, també situat al pinyol fundador i amb atribucions en la tasca d'impulsar Aliança a les últimes municipals. De fet, va tenir un paper primordial en l'estratègia de comunicació en aquells comicis".
"Antic militant de Solidaritat Catalana -el partit que Joan Laporta va dur al Parlament el 2010-, i amic personal d'Alfons López Tena -que en va ser diputat-, Sanaüja també ha esquivat els focus i en tot aquest temps ha negat cap funció orgànica a Aliança, fins al punt de declinar repetidament fer declaracions per aquest article".
Actualidad barcelonesa. "Los incidentes reabren el debate sobre la vuelta de la policía al metro de Barcelona", señala La Vanguardia.
El texto es de Toni Muñoz: "Los últimos incidentes registrados en el metro de Barcelona han reabierto el debate sobre la pertinencia de que los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana vuelvan a patrullar por el subsuelo".
"La propuesta la planteó en el pasado pleno municipal el grupo de Junts que recupera una iniciativa que se puso en marcha durante la alcaldía de Xavier Trias y permitió reducir un 25% los robos, ahuyentar a muchos carteristas y disuadir comportamientos incívicos".
"El pleno del Ayuntamiento se comprometió a analizar la medida en un marco más amplio y aceptó, a propuesta del PP, estudiar un plan de seguridad específico para el metro que contemple un incremento del número de vigilantes, la presencia de agentes de Mossos d’Esquadra en el interior de las estaciones, una revisión y mejora de los protocolos de actuación, una formación conjunta con cuerpos policiales y nuevos sistemas de videovigilancia".
Tras explicar las peripecias que sufren los vigilantes, Muñoz detalla efectivos y funciones: "La seguridad del metro cuenta con 850 vigilantes repartidos por las estaciones que se encargan de afrontar todo tipo de situaciones. Los destinados a los turnos de mañana y tarde trabajan en solitario dotados con una esposas y una porra".
"Los vigilantes que trabajan por la noche de los viernes y los sábados patrullan en pareja. Desde el centro de control, donde se siguen todas las cámaras, se dirige a los vigilantes y se gestiona el apoyo en casos de riesgo".
Y: "El año pasado se produjeron 111 agresiones a vigilantes de seguridad, lo que equivale prácticamente a una cada tres días, según datos facilitados por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). La compañía destaca que esa cifra representa un descenso del 21% a pesar de que el número de pasajeros del metro aumentó un 14%".
3 de febrero, día internacional del abogado. Santoral: Blas, Óscar o Ansgario, Simeón y Ana de Jerusalén, Celerino de Cartago, Leonio de Poitiers, Teridio y Remedio de Gap, Lupicino, Adelino de Celle, Wereburga, Berlinda de Brabantey María de San Ignacio (Claudina) Thévenet.