El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ya ha nombrado a sus consejeros, dieciséis, tres más de los que tenía el Govern saliente y muy por encima de la media nacional. Madrid, por ejemplo, tiene nueve consejerías. Valencia, doce. Galicia, también doce. Sólo se acerca el País Vasco, con quince. Los medios coinciden en destacar la fuerte presencia del municipalismo, la continuidad ahora como consejeros de dos altos cargos de ERC y el fichaje de Miquel Sàmper, el que fuera consejero de Interior con Quim Torra.
Sámper ha dado más vueltas que una peonza y durante un tiempo se exhibió en RAC1 como tertuliano de Basté. Buch, su antecesor en la consejería de Interior, reaccionó al nombramiento con el cuadro de Giotto del beso de Judas. Jordi Turull también le puso de vuelta y media nada más trascender su nombramiento como consejero de Empresa. En el pasado Sàmper había dado muestras de un independentismo feroz, esa clase de independentismo que padecen todos aquellos que dicen que no son independentistas pero que con esta España no les queda más remedio que abrazar el secesionismo. Pero seguro que habrá cambiado de opinión desde que el pasado febrero rompiera el carnet de Junts.
Se destaca también en los medios la presencia de dos altos cargos del Govern saliente en el Govern entrante, el titular de Política Lingüística, consejería de nuevo cuño pactada con ERC, y la nueva consejera de Cultura.
Los nombramientos han sido acogidos con prudencia en la mayoría de los medios, que se decantan por seguir la máxima de los cien días de gracia. Las interpretaciones más favorables a Illa están en El País y La Vanguardia. En el diario de Prisa titulan en páginas interiores que "Illa abre su gobierno al soberanismo moderado para ganar el centro político". En el sumario se añade que "El president nombra consejeros a dos exdirigentes de CiU y ficha al portavoz del Parlamento Europeo para visualizar el final del procés". El texto es de Àngels Piñol y arranca así: "El presidente catalán, Salvador Illa, cumplirá con el calendario con el que soñaba desde hace tiempo y su Govern tomará posesión hoy en el Palau de la Generalitat. El nuevo Ejecutivo, con 16 consejerías, dos más de las que tenía el Govern de Pere Aragonès, estará formado, por un lado, por un nutrido grupo de diputados del PSC y, por otro, por independientes y soberanistas moderados. Illa expresó hace tiempo su idea de diseñar un gabinete transversal y, además de apostar por dos cuadros de ERC, ha lanzado un mensaje a Europa de fin del procés con el nombramiento del portavoz del parlamento europeo Jaume Duch".
En Crónica Global, el titular es que "Illa forma un Govern con claros guiños a sus aliados secesionistas". En el sumario se destaca que "El nuevo presidente de la Generalitat coloca a Miquel Sàmper, exconseller de Interior con Torra, al frente de Empresa, mientras que la nueva Consejería de Política Lingüística y la de Cultura recaerán en dos colaboradores del Ejecutivo de ERC: Francesc Xavier Vila y Sònia Hernández". Escribe Ricard López: "Salvador Illa (PSC) inicia esta semana su andadura como presidente de la Generalitat con su nuevo equipo ya prácticamente definido. Desde que fue investido el pasado jueves, ya han trascendido los nombres de sus 16 consellers, tres más que en la pasada legislatura. Las caras nuevas del gabinete socialista se caracterizan, en buena medida, por proceder del ámbito municipal; y, en al menos cuatro casos, por su perfil nacionalista: Ramon Sàmper, exconseller con Quim Torra, se hará cargo de Empresa; mientras que Francesc Xavier Vila y Sònia Montserrat, afines a ERC, asumirán Política Lingüística y Cultura; y Ramon Espadaler -exconseller con CiU-, Justicia".
Sigue López: "El nombramiento de Sàmper para encabezar la Consejería de Empresa y Trabajo es uno de los que más han dado que hablar. Y es que Sàmper fue responsable de Interior durante el mandato de Torra (Junts), tomando en relevo de su antecesor Miquel Buch durante ocho meses en plena crisis del coronavirus, desde 2020 a 2021. En ese tiempo, restituyó a Josep Lluís Trapero como mayor de los Mossos d'Esquadra, apenas tres semanas después de que éste fuera absuelto de sedición en el procés. Abogado de profesión, Sàmper es, a su vez, letrado del exconseller Lluís Puig, fugado de la justicia española en Bélgica por el golpe secesionista de 2017".
Párrafos después la pieza alude a los fichajes de ERC: "Sin duda, uno de los nombramientos de Illa que más ampollas van a levantar en la oposición parlamentaria no nacionalista será el de Francesc Xavier Vila, que liderará la nueva Consejería de Política Lingüística creada por exigencia de sus socios parlamentarios de ERC a cambio de su investidura. Vila, afín a la formación secesionista -con la que ya fue, desde 2021, secretario general de esa misma área-, tomará el mando de un departamento que ERC considera crucial para tener "las llaves de la nación", tal y como declaró la portavoz republicana Raquel Sans tras sellar el acuerdo de investidura con el PSC, hace un par de semanas. Vila se hará cargo, por tanto, de una de las principales cuestiones del pacto entre socialistas y secesionistas: el impulso y la aprobación, en los 100 primeros días de mandato, del denominado "Pacto Nacional por la Lengua" -entendiendo como tal la catalana-, para el cual el Govern destinará 200 millones de euros tan sólo en su primer año".
Uno de los pocos medios que no aprecia los guiños al secesionismo de Salvador Illa es Vilaweb, que le hace un traje de "españolista desacomplejado" al nuevo secretario del Ejecutivo de la Generalitat, Javier Villamayor. Se le acusa, ojo al piojo, de haber participado "en tota mena d'actes de Societat Civil Catalana i va signar un manifest contra l'1-O". El texto del diario digital que alude a Villamayor viene con la firma de la redacción y arranca así: "El canvi de govern comportarà l’entrada de l’espanyolisme desacomplexat al consell executiu. El president Salvador Illa, que té un bon historial de col·laboració amb Societat Civil Catalana (SCC), n’ha nomenat un altre adepte per al càrrec de secretari del govern, Javier Villamayor (Tarragona, 1978). És un lloc clau per al funcionament del dia a dia de l’executiu. Aquest dirigent, fins ara, era secretari de programes del PSC i coordinador general de la Diputació de Barcelona. Villamayor ha estat un home fort de la presidenta de la institució, Lluïsa Moret, però també de la màxima confiança d’Illa. Va ser un dels elegits per a formar part de l’equip de negociadors que ha tancat els pactes d’investidura amb ERC i els Comuns. Dimecres va aparèixer tot somrient a la fotografia davant la Biblioteca de Catalunya que segellava la majoria de la investidura".
Y: "El dirigent del PSC ha estat molt discret a les xarxes socials aquests anys –hi està pràcticament desaparegut–, però continua essent un representant del pinyol més espanyolista dels socialistes, que és especialment fort a Tarragona i rodalia. Només cal veure el periple de l’ex-candidat de Ciutadans Rubén Viñuales, que el 2020 va canviar el color taronja pel vermell i, d’aleshores ençà, ha estat diputat al Parlament de Catalunya i ara batlle. (...) Amb l’auge del procés, Villamayor va endurir més la seva militància espanyolista. Abans de l’1-O va signar el manifest “1-O estafa antidemocràtica. No participis! No votis!”, que es va vendre com una declaració d’intel·lectuals d’esquerres, però era un text promogut per Recortes Zero. “Rebutgem l’1-O com una estafa antidemocràtica. I fem una crida a no participar en aquesta convocatòria, que és l’oposat a un exercici de lliure decisió del poble de Catalunya”, concloïa el manifest".
En cuanto a los análisis sobre el sesgo y deriva del nuevo Govern, destacan los de Toni Bolaño en La Razón e Iván Redondo en La Vanguardia. En el diario de Planeta el titular es "Objetivo: taponar a ERC y Junts". En el sumario se indica que "Lo primero que tendrá que recoser es la relación con Junts. Lo sucedido ha roto al independentismo y puede romper al Gobierno de Sánchez". Del texto de Bolaño: "A finales de mayo, Miguel Tellado sentenció a Salvador Illa: «Se le está poniendo cara de embajador». Un mes después, la aspirante a la Presidencia del PP catalán, la eurodiputada Dolors Montserrat, añadía: «Illa no pinta nada», para repicar el mensaje de que su salida de la política catalana estaba cantada. Algunos medios y periodistas se hicieron eco de estos deseos que poco tenían que ver con la realidad. Los ataques eran duros desde el PP y también desde Junts, que hacían mofa sobre Illa: «Estaríamos encantados de que fuera el embajador español en la república catalana». Hoy, Salvador Illa es presidente de la Generalitat y esta mañana toma posesión su nuevo Gobierno, que mañana hará su primera reunión".
Continúa la pieza: "El presidente catalán ha construido un Govern que tiene tres retos: enterrar el «procés», reforzar los servicios públicos muy deteriorados en esta década de veleidades independentistas y afrontar la tercera transformación de Cataluña, como el candidato repetía durante la campaña. Para lograrlos, el nuevo Ejecutivo monocolor de Illa ha lanzado varios mensajes a la sociedad catalana, a los socios y también a la oposición. El primero, a ERC, ascendiendo a dos responsables del Govern de Aragonès a consellers de Política Lingüística (Francesc Xavier Vila) y Cultura (Sonia Hernández). El segundo, a la órbita de la derecha nacionalista y directamente a Junts, al nombrar al que fuera conseller de Interior con Joaquim Torra y luego hasta las elecciones con Aragonés, Miquel Sàmper. Illa dice con este nombramiento que no renuncia a abducir a los votantes nacionalistas quemados con el «procés» y perplejos con los vaivenes esotéricos de Puigdemont. (...) Illa quiere empezar con fuerza para recoser Cataluña y ha empezado rompiendo la política de bloques con un núcleo duro del PSC –están representadas las principales federaciones– pero abriéndolo a perfiles técnicos, profesionales e independientes, e intentando atraer a la sociedad civil, deseosa de un cambio en el fondo y en las formas".
El análisis de Redondo en el decano de la prensa de papel catalana lleva por título "El jefe de la oposición" y es que en un momento dado el que fuera asesor áulico de Sánchez le pide a Puigdemont que ejerza el cargo de líder de la oposición desde la "institucionalidad". Ahí van dos párrafos sustantivos del análisis: "El molt honorable president reivindicó “la España plurinacional” en su discurso de investidura. Lo plurinacional como lugar de encuentro para la convivencia democrática en este Estado del sur de la UE tan diverso que somos. Presidiendo la Generalitat, clave de bóveda de la institucionalidad en España, y siendo líder plurinacional para hablar desde Catalunya, como “realidad nacional”, al resto del país. Mano a mano con Pedro Sánchez . La mayoría de los catalanes captaron esta sugerente idea, y 14 años después ya estamos en otra etapa. Una en la que España no se rompe, y Catalunya, menos aún. Pero Catalunya se construye desde el Govern y desde la oposición. Y lo mejor para todos los catalanes es que un president fuerte cuente con un jefe de la oposición fuerte".
Y: "El jefe de la oposición es un cargo institucional por ley en el Parlament de Catalunya desde el 2008, tras el primer decreto del 2004 del entonces president Maragall. Artur Mas fue jefe de la oposición antes de ser president, de la misma manera que Illa. No lo fue Puigdemont, ni Quim Torra ni tampoco Pere Aragonès . Puigdemont dijo en campaña que no quería ser jefe de la oposición. Tiene la importancia que tiene, pensarán algunos. No es así. En términos institucionales y políticos, la tiene toda, porque nos explica en qué términos quiere el principal partido de la oposición, en este caso Junts con 35 diputados, ejercer su tarea de fiscalización y control del Govern. Sería un grave error político para Puigdemont no ejercer este cargo, que define el tono de la oposición y el control de las políticas públicas".
Cambio de tercio. Las aventuras de Puigdemont y sus consecuencias. Según El Mundo, "La fuga de Puigdemont provoca un deterioro en las relaciones policiales internacionales". Este titular viene con un subtítulo que señala: "Sorpresa y estupor en países como EEUU, Francia, Marruecos, Bélgica o Colombia". Escribe Fernando Lázaro: "Quien habla es un agente de la Policía Nacional con más de 30 años de servicio, con mando y fuertes relaciones con los servicios de otros países. «En las últimas horas las llamadas de colegas de otros cuerpos se han multiplicado y todas coincidiendo en la misma pregunta: ¿cómo ha podido pasar?». Este mando, que arrastra ahora los pies por «el fracaso de la seguridad del Estado en este episodio», anticipa un grave deterioro en las relaciones internacionales. «¿Cómo se van a fiar de nosotros?», reflexiona con voz cansina sobre la fuga el pasado jueves de Carles Puigdemont. Porque, como coinciden varias fuentes de diferentes cuerpos policiales, la imagen internacional de España en el ámbito de seguridad «era muy firme». «Éramos referencia. Hasta nos hemos convertido en punteros en el plan de reforzamiento e la seguridad olímpica con los agentes franceses», precisan. Pero el «esperpento» de que el fugado más famoso de España cruce la frontera, dé un mitin público en el centro de la segunda ciudad más importante de España y después logre huir es algo que cuesta entender a muchos de los policías extranjeros con los que España tiene magníficas e imprescindibles relaciones internacionales".
Sigue la nota: "Los responsables de la cooperación internacional dependientes del Ministerio del Interior han recibido infinidad de mensajes directos o indirectos de sus colegas. Y todos en la misma línea: ¿cómo os ha podido pasar esto? ¿Cómo ha logrado burlar el dispositivo de seguridad? ¿Hasta qué punto había un acuerdo político para consentir la huida? ¿Cómo se ha llegado a una desautorización de la autoridad judicial así? Y, en algunos casos, además de preguntas operativas, los responsables policiales han tenido que soportar bromas por parte de compañeros, sobre todo europeos. Porque, como explican estas fuentes, desde Bélgica han enviado mensajes con cierta sorna preguntando si ahora son ellos los que tienen que llevar a cabo la detención del ex president de la Generalitat. Desde Estados Unidos, la comunicación y la sorpresa de sus servicios policiales también ha sido intensa. La interrelación con los servicios de información y de inteligencia de aquel país es potente y clave, sobre todo en materia de terrorismo y de inmigración. Por eso ha caído como un jarro de agua fría en los especialistas policiales que desde fuera se cuestione la actuación frustrada de órdenes judiciales".
Más historias sobre la seguridad en Cataluña. Ok Diario asegura que "La Generalitat retira a la Guardia Civil de las emergencias marítimas: «Los Mossos lo canalizan todo»". El texto es de Pelayo Barro y arranca así: "En plena ofensiva del independentismo catalán y vasco por expulsar a la Guardia Civil de sus territorios, con la complicidad del Gobierno de Pedro Sánchez y del Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska, los agentes de este cuerpo destinados a vigilancia marítima en Cataluña denuncian que desde el 112 Emergencias no se les pasan avisos de posibles incidencias en el mar. «Todo se canaliza a través de Mossos», explican, como forma de potenciar la nueva Policía Marítima del cuerpo regional. La llamada Policía Marítima de los Mossos, un proyecto iniciado por Artur Mas, impulsado por Carles Puigdemont y potenciado en los últimos años por Pere Aragonés, ha dado un paso adelante con la apertura de una gran base de operaciones en Barcelona. Se suma así a las de Ametlla de Mar, Villanueva y Geltrú y Palamós, que forman una red con intención de cubrir cada vez más litoral. Sin embargo, explican fuentes de la seguridad del Estado destinadas en Cataluña, sus medios y personal aún no pueden rivalizar con los de la Guardia Civil, por lo que las grandes incidencias, rescates y emergencias siguen recayendo en el Servicio Marítimo del Instituto Armado. No así la gran mayoría de avisos que recibe el 112 Emergencias, que «son sistemáticamente comunicados a Mossos d’Esquadra», denuncian. De esta forma, sospechan, «están intentando engordar las estadísticas de actividad de la unidad, de forma que se pueda justificar un aumento presupuestario, más embarcaciones y personal». De momento, con la Guardia Civil sólo se cuenta para aquellas operaciones que técnicamente no puedan realizar los Mossos".
12 de agosto, santoral: Hilaria, Digna, Eunomia y Euprepia, todas ellas de Augsburgo. Aniceto de Nicomedia, Euplo de Catania, Felicísima y Graciliano de Faleria, Focio de Nicomedia y Porcaro y compañeros.