Tras el pacto entre ERC y el PSC para la investidura de Salvador Illa dos amenazas se dibujan en el horizonte inmediato. Por un lado, la reunión de los jóvenes de ERC para decidir el voto de su diputada. Por otro, el inminente regreso de Carles Puigdemont. El independentismo más reaccionario no se resigna a eso que llaman "entregar" la Generalitat a un partido del 155, como si ese partido no hubiera ganado las elecciones, no fuera la lista más votada y no fuera catalán.
Sin embargo, la capacidad de movilización del independentismo está por los suelos. En un alarde de inconcebible optimismo los Comités de Defensa de la República (CDR), que aún existen, habían convocado una protesta este lunes a las ocho de la mañana. La cita se ha suspendido. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) de Lluís Llach se desmarcó del evento y los organizadores suspendieron la "rave". El "pueblo" está de vacaciones, en el mar, en la montaña o en la penumbra de sus pisitos del Eixample, pero lejos de sus líderes y con cero ganas de exponerse al calor para pegar gritos y lanzar amenazas.
No tiene pinta de que las calles se vayan a llenar de seguidores de Puigdemont ya sea para recibirlo o para intentar evitar su detención. Esa fase del proceso pasó, es historia. Tanto que se habla de que había que desjudicializar el proceso, de devolver a la política lo que nunca tenía que haber dejado de ser política... Eso mismo se debería aplicar también a sacar de las calles lo que se tiene que dilucidar en los parlamentos.
Ni en agosto se cansa el independentismo de dar la brasa. "El retorno de Puigdemont amenaza con alterar la investidura de Illa", anticipa El País en su portada. El texto es de Camilo S. Baquero: "Cataluña afronta desde hoy una semana decisiva que acabará, previsiblemente, con el socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat, lo que abre un cambio de ciclo en una comunidad marcada por la inestabilidad política desde hace más de una década. La sesión de investidura que está previsto que se celebre a partir del jueves, estará marcada por el posible retorno a España del expresidente catalán Carles Puigdemont, huido de la justicia desde hace siete años. Si finalmente regresa, será detenido, lo que amenaza con alterar la convocatoria del pleno que debe elegir a Illa presidente. El voto de Puigdemont está blindado por la reforma del reglamento de la cámara, pero una detención coincidiendo con el pleno podría tener efectos más allá de lo simbólico. De entrada, la mayoría de los grupos del arco parlamentario aceptan que se podría dilatar la sesión, ante las presiones para escenificar el rechazo a que no se aplique al exeurodiputado la ley de amnistía. La investidura está pendiente de las juventudes de ERC, que votan hoy para decidir si la diputada que les representa apoya a Illa. Sin este respaldo, el PSC no tendría mayoría suficiente".
Tras el mapa del diario de Prisa, algunas noticias. Por ejemplo, esta de El Mundo: "El PSOE viajó a Suiza para convencer a Puigdemont de que abortara su regreso". En el sumario de ese titular apuntan que "El 19 de julio, días antes del pacto del PSC con ERC, los socialistas trataron de persuadir en persona al prófugo. Adujeron que sería detenido: 'No controlamos al Supremo'". Escribe Esteban Urreiztieta: "El PSOE ha intentado convencer sin éxito durante las últimas semanas a Carles Puigdemont para que no regrese a España mientras siga en vigor la orden de detención contra él dictada por el Tribunal Supremo. Altos dirigentes del partido han trasladado continuos mensajes al ex presidente catalán para evitar que irrumpa, como se ha propuesto, en el pleno de investidura de Salvador Illa y provoque su detención e inmediato encarcelamiento al considerar el Alto Tribunal que el delito de malversación no es amnistiable. Según ha podido saber El Mundo, uno de los últimos intentos de los socialistas para evitar el regreso del líder de Junts tuvo lugar en una reciente reunión entre ambas formaciones en Suiza. Estos encuentros se retomaron tras la aprobación de la Ley de Amnistía en presencia del mediador salvadoreño con la asistencia de altos mandos de los equipos de Puigdemont y de Pedro Sánchez".
Sigue la nota: "Fuentes próximas a este encuentro, que lo datan el pasado 19 de julio, señalan que se pidió en persona al líder de Junts que abortara sus planes. Los socialistas se justificaron argumentando que «no controlan al Tribunal Supremo»- y que, por lo tanto, no se responsabilizan de que haya interpretado que delitos como la malversación no tengan cabida en la ley. Le han insistido en que cumplieron su compromiso de sacar adelante la ley en los términos acordados y que lamentan que no pueda regresar aún a España sin ser arrestado. Ante este argumento, la cúpula del partido independentista explica con sorna que «es la primera verdad» que han escuchado de los líderes del PSOE «en mucho tiempo» y se reafirman en que no controlan lo que denominan «el Estado profundo», en referencia al estamento judicial".
Y: "La fecha de ese encuentro de Puigdemont con representantes socialistas es significativa, 10 días antes de que se hiciese público el acuerdo PSC-ERC. Porque cuando el prófugo daba portazo al último intento del PSOE para que pospusiese su regreso, el 19 de julio, las negociaciones Illa-Rovira se habían acelerado y ya casi se descartaba esa repetición electoral con la que soñaba el líder independentista huido. El 22 de julio, este diario titulaba: «El PSOE es 'optimista' para sellar un pacto con ERC antes de agosto». Ese mismo día, Sánchez desbloqueaba 1.500 millones para Cataluña, en la víspera de su visita, el 23 de julio, a Pere Aragonès, todavía president en funciones y muy implicado después en convencer a sus bases para validar el pacto de investidura de Illa. Tras el encuentro entre Sánchez y Aragonès, EL MUNDO encabezaba con la noticia de que ERC y PSOE «se conjuran para proteger la investidura de Junts». Tres días después, en un acto en el sur de Francia, Puigdemont aireaba definitivamente la decisión que había defendido ocho días ante el PSOE. 48 horas después, PSC y ERC anunciaban su acuerdo".
"El independentismo acentúa su fractura a la espera de Puigdemont", constata La Razón. En el subtítulo, otro "aborto": "Tras los ataques de Junts a ERC, la Asamblea Nacional Catalana se desmarca de los CDR, que abortan su protesta de hoy en la calle". El texto viene con la firma de Toni Bolaño: "El independentismo encara la cuenta atrás de Carles Puigdemont más dividido si cabe. Con ERC y Junts de nuevo a la greña a cuenta del pacto de los republicanos con el PSC para investir a Salvador Illa, ayer mismo la Asamblea Nacional Catalana dio la espalda a los Comités de Defensa de la República (CDR) en su intención de sacar hoy a la calle al soberanismo, una protesta que terminó desconvocándose. A la espera de ver qué pasa con ese anunciado regreso, el presidente del Parlament, Josep Rull, ha retrasado 24 horas la ronda de consultas previa a la investidura. Esta vez parece que Puigdemont, ahora residente en la Cataluña francesa, va tan en serio que ha recibido mensajes de representantes de la sociedad civil para que no vuelva, para que no interfiera en la elección de Illa y Cataluña vuelva a tener un Gobierno".
Continúa Bolaño: "Sin embargo, Puigdemont no desistirá porque es su última carta. El ciclo electoral de Junts ha sido malo. Municipales, generales, europeas –estas fueron especialmente sangrantes– y autonómicas, donde hincó la rodilla ante el PSC, han enseñado un partido que vive de su líder pero que en cada convocatoria se deja plumas en la gatera. Los siete diputados de las generales, a pesar de ser un mal resultado, fueron un revulsivo porque puso a Junts como árbitro en la compleja política española. Lo convirtieron en el Pepito Grillo del PSOE que toreaba con la zanahoria y con el mazo dando. Puigdemont y los suyos han tratado de dinamitar a ERC tras el acuerdo con el PSC. Primero avisando a Sánchez tumbando la senda de gasto y luego con el pressing a ERC que ha incendiado las redes sociales. También los militantes republicanos han sido «visitados» por los «compañeros» de Junts para convencerlos de que sean patriotas y no «botiflers» vendidos a los que darán la presidencia «a los del 155». Con esta política trumpista, los de Puigdemont han hecho un traje a medida a Illa calificándolo de españolista, ultraconservador y ultracatólico".
Sigue el texto: "Puigdemont no ha venido a España coincidiendo con la consulta de ERC porque no era buen momento. Una cosa son los votantes y otra, muy distinta, la militancia republicana que lleva años acumulando desprecios por parte del mundo neoconvergente. Hubiera sido una mala idea porque hubieran primado los recelos contra él. El momento elegido es la investidura. El problema es que no veremos un Parlament rodeado de una turba de acólitos que intente protegerlo de su detención. Tampoco los Mossos d’Esquadra están por la labor de mirar para otro lado, y los jueces Llarena y Marchena lo están esperando. Puigdemont no tiene ya la inmunidad del Europarlamento y si viene será detenido. La incógnita es por cuánto tiempo. Cuando sea detenido tendrá que acudir a declarar al Supremo y será el juez quien decida si queda en libertad o no. El problema de Puigdemont es que, tras siete años fugado, Llarena no tiene garantías de que no vuelva a eludir la acción de la Justicia".
El resumen de las opciones viene en la colaboración de Iván Redondo en La Vanguardia, en el despiece titulado "La vuelta de Puigdemont". Este es el pronóstico del que fuera asesor de Sánchez: "Un buen amigo me hace su análisis en “navajo”, con cortes rápidos que comparto: 1) A Carles Puigdemont le arrestan los Mossos (ERC) 2) Presta declaración ante Llarena y para sorpresa de muchos le deja libre con cargos hasta que se esclarezca su amnistía 3) Por malversación no haría falta prisión provisional “sin riesgo de fuga” 4) Paraliza el pleno unos días, situación límite, pero ya libre, va al Parlament 5) Cruje a ERC, sea Illa molt honorable o no. Me falla lo del “sin riesgo de fuga”. Forzar la máquina más, si al final se queda en la cárcel, es territorio desconocido".
Sí, territorio de los navajos. A todas estas, "La investidura de Illa se retrasa un día y el sector independentista se desmoviliza", dice El Confidencial. Del texto de Marcos Lamelas: "La investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat se retrasa. Ya no será este miércoles como quería el dirigente socialista, sino al día siguiente, porque la ronda de contactos no se iniciará hasta el martes. En paralelo, el independentismo se desmoviliza. La manifestación convocada a las ocho de la mañana a 500 metros del Parlament, en la Estación de Francia, ha sido desconvocada por los CDR una vez que se perdió el apoyo de la ANC, que el pasado domingo decidió desmarcase de una iniciativa exótica que ni el propio soberanismo entendía: una concentración a hora tan temprana un 5 de agosto parecía condenada al fracaso".
Sigue Lamelas: "Si Carles Puigdemont quería reventar con su regreso la investidura de Illa tendrá que esperar. La razón es que ERC ha pedido más tiempo para que las JERC, su organización de juventudes, pueda celebrar este lunes un consejo extraordinario y debatir sobre si su diputada Mar Besses rompe la disciplina del grupo parlamentario de los republicanos. Va de un voto, así que el presidente del Parlament, Josep Rull, ha optado por celebrar la ronda de contactos el martes, cuando todo esté claro. En teoría Besses ya ha pactado con el presidente del grupo parlamentario de ERC, Josep Maria Jové, que no saboteará la investidura que han pactado PSC, ERC y los comunes. Pero se quieren preservar las formas y dejar que las juventudes de la formación soberanista mantengan su reunión. En teoría, una formalidad".
Y: "Puigdemont, mientras, acecha con su regreso como último gesto para no pasar a la irrelevancia política. Forzar su detención es su baza para detener la investidura, alargarla y llevarla al límite: el 26 de agosto, el último día en que Salvador Illa puede ser elegido. El expresident y Junts plantean la llegada de Illa a la Generalitat como un drama porque no es independentista, porque no defenderá el catalán y porque no se enfrentará con Madrid. En el esquema moral en que JxCAT plantea el retorno, la detención de Puigdemont sería culpa de ERC, incluso lo detendrán los Mossos bajo el mando de un conseller de los republicanos, Joan Ignasi Elena. La formación también es considerada como el principal responsable de que Illa llegue al Palau de la Generalitat".
En El Nacional reparan en la posición del PP, que se presenta como un "dique de contención" frente al pacto entre socialistas y republicanos y trata de que los barones del PSOE traduzcan en actos sus críticas y reticencias al "concierto económico solidario". Escribe Martí Odriozola i Marcé: "El Partido Popular plantará batalla contra el acuerdo entre el PSC y ERC para mejorar la financiación de Catalunya. El pacto a cambio de investir a Salvador Illa como president de la Generalitat, que fue ratificado el viernes por las bases republicanas, incluye la salida de Catalunya del sistema común de financiación de las comunidades autónomas. Y ha ido acompañado, desde que ERC lo anunció, de la ofensiva del PP, que ha salido en tromba para mostrar su total rechazo a la propuesta y para anticipar que intentará frenarla. Los populares se quieren erigir en el “dique de contención” contra la financiación singular para Catalunya, una vía que es “imposible de cumplir” porque es “inconstitucional”, según se manifestaba el martes el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. “Es un concierto previsiblemente inconstitucional”, añadía el viernes la vicesecretaria de Educación y Sanidad, Ester Muñoz. Y lamentaba que Pedro Sánchez quiera “romper unilateralmente” un “sistema de solidaridad y de redistribución de la riqueza” que está “consagrado perfectamente en la Constitución”".
Y: "La tesis en Génova es clara: Sánchez está “engañando” a ERC con una propuesta de “imposible aplicación” y “dudosa legalidad”, insistía Tellado. En la misma línea, Alberto Núñez Feijóo reprochaba al presidente español que intente “mentir” a los republicanos con una “promesa imposible”. A través de Twitter, el presidente del PP se solidarizó con los catalanes “engañados, arrinconados y utilizados por la ambición egoísta de Sánchez y la connivencia del PSOE-PSC”. De momento, los populares todavía no aclaran cuál será, concretamente, su estrategia para frenar la reforma de la financiación y piden esperar a que se conozca el detalle del texto para decidir qué medidas tomarán. Sin embargo, ya hay gobiernos autonómicos del PP que han anticipado su voluntad de llegar a los tribunales. La Junta de Andalucía apuesta por recurrir el concierto catalán al Tribunal Constitucional, a la espera de ver la concreción legal del acuerdo: “Al pueblo andaluz no se le toca”, argumentó el viernes la consejera andaluza de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Loles López. “Vamos a buscar todos los requisitos porque nos debemos al pueblo que nos ha puesto aquí, que nos ha dado la posibilidad de luchar por los andaluces y eso es lo primero”, ha esgrimido. También amenaza el Gobierno de Aragón, que promete “dar batalla” y “utilizar todos los instrumentos legales” contra un “ataque sin precedentes al principio de igualdad y solidaridad” que “perjudica a todas las comunidades autónomas”".
5 de agosto, santoral: Nuestra Señora de las Nieves, Abel, monje de Lobbes, Afra, Casiano, Emigdio, Margarita de Septémpeda, Memmio, Nona de Nacianzo, Páride, Venancio y Viator.