En determinados círculos madrileños se le tiene una gran fe a Carles Puigdemont, de quien se elucubra que está a dos minutos de reventar la legislatura de Pedro Sánchez si no logra retomar la presidencia de la Generalitat. De hecho, en los ámbitos del conservadurismo se confía en el gen carlista del expresidente catalán, en la propensión del dirigente independentista a echarlo todo por la borda y que salga el sol por Antequera. Cosas del Madrid de la M-30 endins, donde a veces se tienden a confundir los deseos con la realidad.
Fruto de ese estado de expectación y de la aceleración de los acontecimientos, las previas sobre la votación de la ley de la amnistía incluyen la variable de la explosión de la legislatura. Precisamente hoy, que se cumple exactamente un año del anuncio de las elecciones generales anticipadas que se celebraron el 23 de julio.
Al respecto resulta indiciario este titular de El Mundo: "El 'síndrome de final de legislatura' se abre paso en el PSOE". En el sumario se añade que "Junts cree que con la investidura de Pedro Sánchez y la aprobación de la Ley de Amnistía 'saldan' su deuda". El texto es de Esteban Urreiztieta y Raúl Piña: "Metes la llave en el contacto, pero el coche no arranca. Así ven muchos al Gobierno. Cuando se cumple un año de la decisión de Pedro Sánchez de convocar elecciones generales, la fragilidad parlamentaria del Ejecutivo y la concatenación de citas electorales han impedido que el Ejecutivo, cuando ya lleva más de medio año -Sánchez fue investido el 16 de noviembre- eche a andar. La Moncloa se dispone a aprobar mañana en el Congreso la amnistía, la única norma que tiene garantizada de antemano, y el pilar en el que tenía depositada su gobernabilidad. Pero hay una sensación que en las últimas fechas cargos del PSOE y del Gobierno trasladan: un «síndrome de final de legislatura». Una percepción que se abre paso y afianzada la semana pasada tras los dos importantes reveses sufridos con la abolición de la prostitución, con la que el PSOE se quedó solo, y la Ley del Suelo, que se vio forzado a retirar in extremis por miedo a que no saliera adelante".
Líneas después sigue así la pieza: "«No tememos que nos retiren el apoyo. No tienen por qué», exponen fuentes de La Moncloa, que esgrimen la disposición de Sánchez a cumplir lo pactado con Junts y ERC, que incluye más financiación y abordar el debate sobre el reconocimiento nacional de Cataluña. En ese propósito de trasladar a los independentistas catalanes que no hay motivo para no sostener la gobernabilidad porque el PSOE está dispuesto a «cumplir», se enmarcan las palabras del presidente del Gobierno la semana pasada en Barcelona, donde se comprometió a respetar la historia y apoyar la lengua y la cultura catalana, redoblar la inversión en infraestructuras, mantener los compromisos adquiridos con la Generalitat de Cataluña y «una mejor y mayor» financiación. No todos están tan convencidos en el PSOE. Hay una sensación de incertidumbre. De asomarse a un abismo. Son pocos los que se aventuran a dibujar qué puede hacer Carles Puigdemont -hablan de su «volatilidad», de su «imprevisibilidad»- o cómo actuará ERC, inmersa ahora en una profunda crisis tras su batacazo en las elecciones catalanas. «Hay que ver si siguen en la gobernabilidad. ¿Por qué nos van a apuntalar ahora?». En La Moncloa replican que no perciben cambio de actitud en estos partidos en su desempeño político en Madrid".
Y: "En el partido de Puigdemont analizan que la debacle de los republicanos se ha debido a su política de alianzas con La Moncloa, que les ha penalizado y que eso demuestra que el camino es «una posición dura» con el Gobierno central. Fuentes de Junts exponen que con la aprobación de la amnistía en el Congreso, que se exigió como peaje previo la investidura de Sánchez, ellos ya consideran «saldada nuestra deuda». Esto es, que pese a que los socialistas se aferran a que firmaron un pacto de «legislatura» -el pacto firmado en Bruselas alude a «la estabilidad de la legislatura»-, en Junts no consideran, al menos a día de hoy, que tengan atadura alguna. Desvinculan investidura y amnistía de la legislatura. Porque aunque PSOE y Junts han cimentado una relación de interés, lo cierto es que hay instalada una desconfianza. Se necesitaban, al menos hasta ahora, pero se miran de reojo, con recelos. El largo proceso de negociación de la amnistía generó fricciones, malestar personal. Los independentistas acusan a los socialistas de dilatar todo el proceso, decir una cosa y luego no plasmarla por escrito e, incluso, tratar de presionarlos sin decirles la fecha de la aprobación de la amnistía hasta el último momento. De hecho, en Junts vienen a decir que «hasta que no se apruebe no nos lo creemos»".
Mientras tanto y en Cataluña prosiguen los contactos de cara a la constitución del Parlament y la investidura. "JxCAT contacta con ERC para controlar la mesa y votar antes investir a Puigdemont", destaca El Confidencial. Escribe Marcos Lamelas: "JxCAT busca a ERC para controlar la Mesa del Parlament y probar suerte con la investidura de Carles Puigdemont, antes incluso de que el candidato socialista Salvador Illa pudiese intentarlo, según explican fuentes conocedoras de ambos partidos. Puigdemont desea arrebatarle a Illa el primer turno para ser investido, aunque no cuenta con los votos necesarios para alcanzar la presidencia. Pero incluso para un mero intento necesita el respaldo de los republicanos, que no ven del todo clara la jugada, la cual además precisaría una pasividad del PSC poco probable, ya que los socialistas catalanes también quieren la presidencia de la Cámara catalana para ellos".
Junts ejerce toda la presión posible sobre ERC, pero pincha en hueso porque no hay nadie en la cúpula de los republicanos que pueda acusar recibo. Otro ejemplo es la entrevista de Toni Comín en El Nacional y en la que avisa que "El independentismo solo tiene un líder, Puigdemont, y no se retirará si no es president". Las preguntas son de Marta Lasalas y ahí van las más destacadas junto con sus respuestas. Comín, que es un equilibrista sensacional que ha recorrido ya unos cuantos partidos, se pregunta que cómo va a hacer ERC presidente a un socialista, que es exactamente lo que hizo Junts tras las generales:
P: ¿El resultado de las europeas influirá en los pactos en Catalunya después del 12-M?
R: Un buen resultado de Junts refuerza los objetivos políticos de Junts, que es la investidura del president Puigdemont como president de la Generalitat. Por lo tanto, sí, un buen resultado de Junts siempre ayuda a que los objetivos políticos de Junts se materialicen.
P: ¿Y el resultado de las europeas influirá en la continuidad de la legislatura española
R: Lo que influirá en la continuidad de la legislatura española es la capacidad del PSOE para cumplir con el acuerdo de Bruselas. Y está muy claro lo que pone aquel acuerdo. Se tiene que negociar la solución democrática al conflicto del Estado con Catalunya y se tienen que dar pasos importantes en el ámbito del autogobierno. Si el PSOE hace eso, la legislatura continuará.
P: ¿Qué tiene que hacer Junts, en Catalunya y en Madrid, si el candidato del PSC, Salvador Illa, es investido president de la Generalitat?
R: En Catalunya, Junts tendrá que hacer de oposición y tendrá que pedir explicaciones a aquellos que habrán hecho posible la investidura de Illa. Como president, y a base de geometría variable, Illa puede hacer una deconstrucción importante de muchas de las políticas que ha ido construyendo el catalanismo los últimos 40 años en Catalunya. Por lo tanto, sería una contradicción bastante difícil de explicar que una fuerza que se reclama catalanista, una fuerza que se reclama independentista, facilitara la investidura de Salvador Illa. Yo no lo entendería. Le daría demasiada capacidad para desmontar las palancas básicas de la nación. Y eso es evidente que ningún partido independentista lo puede justificar.
P: ¿Qué piensa de la decisión de Carles Puigdemont de retirarse de la política si no es investido president de la Generalitat?
R: Yo nunca lo he interpretado en términos de retirarse de la política. Lo que dijo es que solo tenía sentido ocupar un cargo institucional si era el de president de la Generalitat. Yo comparto esta idea. Tendría poco sentido que se pusiera a hacer de jefe de la oposición. Por lo tanto, la idea del president es solo estar en un cargo institucional si es el de president. No quiere decir que se retire de la política. Pero es que, además, hay otro dato clarísimo: en este momento el independentismo en el ámbito de los partidos solo tiene un líder, porque después del resultado electoral de la CUP y el de ERC, el liderazgo en estos otros espacios políticos está por definir. Por lo tanto, ahora mismo hay un líder en el independentismo, es Carles Puigdemont, es la lista que mejoró su resultado, que sacó 100.000 votos más que el año 2021, la lista, por lo tanto, cuyo líder ha quedado reforzado. Por lo tanto, igual que decía que el cargo institucional que le corresponde es el de president, de la misma manera digo que su liderazgo hoy es más fuerte que ayer. Por lo tanto, lo tiene que seguir ejerciendo. Pero eso no quiere decir que esté en un cargo institucional. Él puede liderar el independentismo de muchas maneras.
P: ¿Volviendo a ser candidato otra vez a las próximas elecciones?
R: Yo creo que con lo que he dicho me he explicado de manera más que suficiente.
Más noticias del orbe independentista.
El País analiza la crisis en la ANC y da voz a Josep Punga, la última sensación del secesionismo. El texto es de Àngels Piñol: "“Solo hay un escenario factible y es que todas las sensibilidades queden reflejadas en los órganos que hay que votar (presidente, vicepresidente, secretario y tesorero). Estamos condenados a entendernos ¿Si me presentaré? Todo dependerá de lo que quiera hacer el candidato que queda”, explicó Punga en alusión a Llach este martes a este diario asegurando que decidió a última hora optar a la presidencia al ver que aquel no obtendría suficientes votos. “Si quiere abrirse y no quedarse en la inmovilidad y rigidez, adelante. Pero si se mantiene esa postura, actuaré de la mejor manera para lograr el consenso. Y si es presentándome, pues lo será”, dijo Punga, que milita en la ANC desde 2022 y defiende que la sociedad catalana demanda nuevas caras y nuevos liderazgos. Miembros de la ANC aseguran que este activista goza del aval del sector de la presidenta saliente Dolors Feliu y de la anterior, Elisenda Paluzie. Punga lo niega: “Estos lejos de cualquier fango y disputa y no estoy marcado por ninguno de los dos bandos”. No lo ve así el jurista Josep Cruanyes, secretario electo, que acusa a un grupo minoritario alentado por la antigua dirección de haca la “obstrucción”. “El resultado electoral mayoritario ha sido una respuesta contra el sectarismo y por una ANC transversal”, ha afirmado en la red".
Sigue la nota: "Con una perdida de influencia paralela a la del procés, la ANC ha caído en la irrelevancia al fomentar un discurso antipartidos y exigiendo al Parlament realizar la Declaración Unilateral de Independencia. Todas las formaciones están ahora a años luz de esa posición y se han ido desmarcando de la entidad, cada vez mas aislada en la fotografía independentista. En ese contexto, Llach se erige en una figura para capitanear y devolver a la ANC a sus orígenes, impulsando la movilización, confrontando y recuperando el diálogo con entidades y partidos. “Desde la discrepancia con sus planteamientos políticos de los últimos tiempos, Llach es un referente y un mito del país y del catalanismo”, deslizó David Bonvehí, expresidente del PDeCAT, mostrando su disgusto por las informaciones sobre la división en la entidad. “Si Llach es presidente, se moverán las cosas y avanzaremos hacia independencia. Y sino, habrá más años de estilo Feliu: de niebla y mandanga”, apuntó el periodista y exdiputado Antonio Baños".
Y: La crisis de la ANC se ha fraguado en el convulso mandato de Feliu que partió en dos la entidad por su empeño de querer fomentar un cuarto partido independentista o la denominada lista cívica. (...) En 2016, cuando se gestó el relevo de Carme Forcadell, las elecciones las ganó la activista Liz Castro pero al final el secretariado optó por designar al cuarto más votado, Jordi Sànchez (el segundo fue Baños y el tercero el expresident Quim Torra). Pero la distancia entre el primer y cuarto clasificado fue de 66 votos y no de más de 3000 como la que separa ahora a Punga de Llach. No cree que por una cuestión de razones democráticas los socios crean que le toca al músico ser elegido. “Me presenté por el bloque joven y somos menos en términos cuantitativos. Y las elecciones de la ANC no son presidencialistas. Un ejemplo: un socio ha podido votar a Llach y a otro secretario que esté en las antípodas. No se desgrana quien debe ser el presidente: se escogen a los secretarios para que lo elijan e incorpore todas las sensibilidades”".
Economía. Derivaciones del intento del BBVA de absorber al Sabadell. "El Sabadell augura una opa larga que puede prolongarse hasta el 2025", destaca La Vanguardia. Escriben Eduardo Magallón e Iñaki de las Heras: "El Sabadell augura que la batalla por la opa hostil lanzada por el BBVA será larga y advierte que puede prolongarse hasta el 2025. En la primera comunicación que el banco remite a sus accionistas sobre la oferta de compra, el presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha aprovechado para recordar el compromiso adquirido de retribuir a los inversores con 2.400 millones de euros en los próximos dos años. En la misiva que han recibido por correo electrónico los más de 200.000 accionistas de la entidad, el presidente señala que “la opa es un proceso largo que va a durar muchos meses” y les recuerda que “durante este proceso, la legislación impone al consejo de administración del banco un deber de pasividad”. Por eso, Oliu en la carta solo recuerda a los accionistas “las razones por las que el consejo acordó rechazar la propuesta formulada anteriormente por el BBVA”. El presidente indica que “el consejo rechazó la propuesta de fusión dado que infravaloraba significativamente el proyecto de Banc Sabadell y sus perspectivas de crecimiento como entidad independiente”. Lo que sí que añade es una enumeración de los hitos conseguidos en los últimos cuatro años: “Banc Sabadell ha pasado de ganar 2 millones de euros en el 2020 a ganar 1.332 millones de euros en 2023”. Da también el dato de la rentabilidad alcanzada en el periodo medida en el indicador ROTE (Retorno sobre su Capital Tangible), que pasó del 0% en el 2020 al 11,5%".
Y: "Según el Sabadell la mejora alcanzada ha permitido que la cotización de los títulos “pasara de 0,35 euros por acción el 31 de diciembre del 2020 a 1,91 euros por acción el pasado 24 de mayo, fecha en que BBVA presentó ante la CNMV la solicitud de autorización de la opa”. Según Oliu, esa subida es la “mayor revalorización” de todas las empresas del “Ibex 35 durante dicho período”. La parte final de la subida es consecuencia de la propia opa, ya que la primera comunicación a la CNMV fue el 30 de abril. El día previo a esa primera información, la acción del banco cerró a 1,74 euros. De cara al futuro, el presidente del Banc Sabadell asegura que el banco “espera que la rentabilidad de la entidad siga aumentando”".
Deportes. El Barça de Laporta vive la ficción de ser un club rico cuando está más tieso que el propietario de un videoclub. Suerte tiene de que Xavi haya renunciado a once millones de su finiquito. De ahí que se pueda fichar al señor Flick porque de otro modo sería imposible. "Xavi renuncia a su ficha del Barça pero recupera los 2,5 millones que pagó al Al Sadd para venir", destaca al respecto El Periódico. Los ayudantes del técnico de Terrassa sí que cobrarán sus sueldos.
29 de mayo, santoral: Maximino de Tréveris, Bona de Pisa, Gerardo de Mâcon, Hesiquio Palatino, Senador de Milán y Úrsula Ledóchowska.