El Partido Popular ponderó la posibilidad de una amnistía para los dirigentes independentistas. La opción fue rechazada en 24 horas. También se valoró la vía de un indulto si Carles Puigdemont se sometía a la jurisdicción de los tribunales españoles, mostraba arrepentimiento y, sobre todo, propósito de enmienda. De modo que hubo contactos entre populares y posconvergentes en los que se habló de la investidura de Alberto Núñez Feijóo y de cómo reconducir la situación de los fugados y de aquellos independentistas pendientes de juicio.
Estas revelaciones producidas ayer en el marco de la campaña de las elecciones gallegas son realmente curiosas, toda vez que entran en flagrante contradicción con las declaraciones previas de dirigentes populares como el señor Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, que se choteaba a mandíbula batiente del significado político del encuentro entre Daniel Sirera y Albert Batet. Las deambulaciones entre juntaires y peperos debieron coincidir en el tiempo con las consideraciones sumamente positivas del popular Esteban González Pons sobre la "tradición democrática" de Junts.
Relevante situación. ¿Cuántas veces ha cambiado de versión el PP sobre sus tratos o no tratos con el partido del prófugo? Esa flexibilidad remite a las alteraciones del relato, por ejemplo, de un famoso futbolista. El lunes, Puigdemont es un peón de Putin. El martes, uno del PP habló con otro de Junts, pero de nada en particular. El miércoles, jamás hubo contactos con Junts. El jueves se ofreció un indulto a Puigdemont. El viernes, Puigdemont a prisión. Y así todos los días... La credibilidad del PP va en aumento.
Después viene lo del marco electoral de las gallegas y ese deslizamiento de que se negó la amnistía pero se ofreció el indulto. ¿Corrección de rumbo? ¿Acaso una cata demoscópica apunta a que al PP le conviene pisar el freno? ¿O extender la mano a Junts?
La cuestión marca la actualidad del domingo y viene interpretada de muy diversas maneras. Por ejemplo, en El Español titulan que "El PP descartó 'en 24 horas' la amnistía que Junts pedía para investir a Feijóo: 'No somos como el PSOE'". En el sumario se añade que "Fuentes oficiales del PP precisan: 'Ni amnistía ni indultos para aquellos que desafiaron al Estado y dicen que lo volverían a hacer'". El texto es de M. A. Ruiz Coll: "Fuentes oficiales de la dirección del PP han confirmado que la cúpula de Junts les exigió, el pasado mes de julio, la amnistía para Carles Puigdemont y el resto de líderes independentistas, como requisito para apoyar la investidura de Feijóo tras las elecciones del 23-J. El propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha aludido a ello durante un mitin electoral celebrado en Sarria (Lugo), en el que ha explicado: "El Partido Popular tardó menos de 24 horas en decir que no y en rechazar totalmente la amnistía". En cambio, ha señalado, "el PSOE lleva cinco meses intentando encajar a martillazos la amnistía en la Constitución española y en los tratados de la Unión Europea". El dirigente popular ha precisado: "Para mí, la amnistía siempre fue una línea roja. Para Sánchez, fue una oportunidad política".
Tras las elecciones del 23-J, el PP anunció formalmente que se dirigiría a todos los partidos salvo a Bildu para pedirles su apoyo a la investidura de Feijóo. La única línea roja, indicaron las fuentes populares, era el partido de Arnaldo Otegi por sus vínculos con el terrorismo".
Sigue la nota: "Los contactos discretos se produjeron en el Parlament entre el concejal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona Daniel Sirera y Albert Batet, hombre de confianza de Puigdemont, antes de que se produjera la constitución de la Mesa del Congreso. Más tarde, el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, explicó en un coloquio que habló de forma informal con el propio Carles Puigdemont en los pasillos del Parlamento Europeo. Fuentes del PP han reconocido ahora que la contraprestación que Junts exigió para apoyar la investidura de Feijóo fue la amnistía a todos los líderes independentistas. En 24 horas, el PP respondió con un no tras constatar que esta fórmula resultaría inconstitucional. "No somos como el PSOE", indican al respecto los populares".
De modo que Daniel Sirera fue el contacto con Junts. ¿Lo sabía Alejandro Fernández? ¿Qué encargo concreto tenía Sirera al reunirse con Batet? ¿Hubo más contactos? ¿Y si es así, siguen los contactos?
Otra forma de ver todo este embrollo es la de El Periódico: "El PP desechó la amnistía tras la exigencia de Puigdemont pero pensó en el indulto si se entregaba a la Justicia". Escribe Paloma Esteban: "La amenaza velada de Carles Puigdemont en su carta mirando al PP – “todo se sabrá”– como respuesta a la resolución del Parlamento Europeo que pide investigar los lazos de los independentistas con Rusia, y la afirmación de que si hubiera hecho presidente a Alberto Núñez Feijóo no se estaría investigando si hubo terrorismo en el procés o si su Govern tuvo contactos con el Kremlin ha vuelto a provocar una cadena de preguntas. En el PSOE, que siguen inmersos en encontrar la manera para sacar adelante la ley de amnistía, no tardaron en exigir explicaciones al PP. En Génova se muestran tajantes: "Cero preocupación" ante las palabras del eurodiputado, que huyó de España hace seis años. El convencimiento del líder popular, según dicen en su entorno, es que el Gobierno "mintió" al expresident y generó unas expectativas inviables en torno a su blindaje".
Sigue la pieza: "En el PP dan por hecho que Puigdemont hizo un planteamiento "sincero" exponiendo lo que quería. Y lo dan por hecho porque insisten en que fue exactamente lo mismo que puso encima de la mesa para pactar con los conservadores. Hasta el punto de que en el núcleo duro popular reconocen que llegaron a estudiar y analizar la amnistía durante 24 horas. No habría hecho falta más tiempo para rechazarla. "Constatamos y argumentamos de manera sólida en términos jurídicos nuestra negativa por ser manifiestamente inconstitucional", dicen en el partido, además de ver que era "contraria al derecho europeo". La desecharon y así se lo hicieron saber a Junts. Por ahí, afirman, no había camino. Y aunque en el PP aseguran que no hubo ningún otro ofrecimiento similar a la amnistía para Puigdemont, sí reconocen fuentes populares, a pesar de la fuerte oposición que tienen desplegada en las instituciones y en Bruselas contra la ley (aún sin aprobar en el Congreso), es que la situación derivada en Cataluña desde 2017 requiere de una respuesta específica si es que existe “un interés real de reconciliación”. Admiten, de hecho, que los indultos siempre son “una posibilidad” si están sujetos a condiciones expresas: el compromiso de respetar la legalidad, las sentencias, la Constitución y el respeto al Estado de derecho. Nunca se lo ofrecieron a Puigdemont, afirman, –ni tampoco Junts los pidió, como no lo hizo nunca a diferencia de ERC– pero en el núcleo duro de Feijóo siguen pensando que es una vía a tener en cuenta (al ser un perdón del Estado recogido en la Constitución), a diferencia de la amnistía. El primer requisito, eso sí, habría sido que Puigdemont pasara por los tribunales".
Al hilo de esta información, el director de La Vanguardia, Jordi Juan, escribe que "parece ser que el verano pasado, los contactos entre el PP y Junts fueron algo más que un “café entre concejales” como minimizó el dirigente popular Miguel Tellado cuando La Vanguardia publicó el encuentro mantenido por representantes de ambos partidos en Barcelona. La prueba está en que Alberto Núñez Feijóo reveló ayer en un mitin en la campaña gallega que estudiaron durante 24 horas la oferta de amnistía que les trasladó Junts a cambio de apoyarle en la investidura. El dirigente gallego explicó ayer que la rechazaron sin contemplaciones, pero fue al cabo de 24 horas, lo que llama la atención ante la contundencia con la que siempre los dirigentes populares se han opuesto a la medida".
Y: "Feijóo hizo estas declaraciones después de que el viernes, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, defendiera en Barcelona el derecho de su partido a reunirse con Junts. Y también trascendió ayer en un contacto informal con periodistas en la campaña gallega que el presidente popular estaría dispuesto a indultar a Carles Puigdemont siempre condicionado a que hubiera un arrepentimiento por su parte y una aceptación del Estado de derecho, entre otras consideraciones".
Mientras se producen estas curiosas revelaciones, PSOE y Junts tratan de desencallar la negociación sobre la proposición de ley de la amnistía. En El Confidencial señalan al respecto que Puigdemont estaría ahora por la labor de votar a favor dela ley. Y aquí, en Crónica Global, también se informa del particular. "En busca de un desatascador: las posiciones de PSOE, Junts y ERC en el tablero de la amnistía" es el titular de la pieza que firma David Expósito J. y arranca así: "El 'no' de Junts a la ley de amnistía sulfuró a ERC, que sigue sin entender los argumentos de sus exsocios del Govern. Neoconvergentes y republicanos tienen enfoques completamente distintos, hasta el punto de devolver el proyecto prácticamente a la casilla de salida. Los siete diputados del partido de Carles Puigdemont han detenido los trámites y han devuelto el texto a la Comisión de Justicia. Esta tiene un plazo de 15 días naturales, prorrogable hasta un mes. ¿Hay margen para el acuerdo? A la espera de saber si los negociadores socialistas e independentistas son capaces de encontrar una solución, el bloqueo de la ley de amnistía está reabriendo la brecha estratégica entre JxCat y ERC. En apenas unos días (y tras las advertencias de Gonzalo Boye, el abogado de Puigdemont) en Junts pasaron de elogiar el redactado a lamentar "agujeros" y pedir cambios que impidan a los jueces procesar al expresidente por terrorismo o traición".
Continúa el texto: "Un viraje que enfadó a los pragmáticos de Junts y que se produjo precisamente después de que el juez Manuel García-Castellón, que imputó por terrorismo a Puigdemont en el caso Tsunami Democràtic, y Joaquín Aguirre, que indaga una presunta trama rusa del procés dentro del caso Volhov, dispararan las alarmas en Junts, dispararan las alarmas ante la posibilidad de que la ley no cubriera las espaldas del presidente del 1-O. Una vía alternativa sería reformar el Código Penal (para precisar la definición de terrorismo) o la Ley de Enjuiciamiento Criminal (para limitar la potestad del juez de alargar la instrucción), pero Junts quiere transaccionar en comisión sus enmiendas a la amnistía".
De El Mundo destaca una pieza sobre la inmersión lingüística. "Alarma en colegios de la Generalitat: Hasta el alumnado bueno rechaza el catalán", se titula la nota de Víctor Mondelo: "Presionados por la Generalitat, los colegios públicos de Cataluña están sometiendo a su profesorado a un bombardeo de encuestas lingüísticas para testar el funcionamiento y los resultados de la inmersión. Y para dar con los motivos que explican el descenso del uso del catalán que aseguran haber detectado entre los alumnos pese a estar obligados a estudiar según un modelo monolingüe que reduce las clases en castellano a la mínima expresión. Tal y como ha podido comprobar El Mundo, los formularios que las direcciones de los centros remiten a los docentes rezuman, en ocasiones, un evidente sesgo nacionalista e incluyen afirmaciones que cuestionan la libertad de los escolares para utilizar su lengua materna, que retratan a los alumnos castellanohablantes como peores estudiantes o que vinculan a la inmigración con el empeoramiento de los resultados de la inmersión lingüística".
Y: "Sirva como ejemplo el cuestionario remitido a los profesores del Instituto El Calamot, de la población barcelonesa de Gavà. Al preguntar a los docentes sobre «los obstáculos que ha encontrado en el aula para que el alumnado que no domina suficientemente el catalán pueda avanzar en la adquisición de la lengua», la primera opción de respuesta es: «El alumnado considera que tiene derecho a expresarse en castellano en las materias». Una aserción con la que el centro da por sentado que tal derecho no existe o, cuanto menos, que supone una traba para que el modelo de inmersión lingüística surta su efecto asimilador. Otro cuestionario de un centro barcelonés -cuyo nombre omitimos por deseo del docente que tuvo que responderlo y que teme represalias de sus superiores- reclama al profesorado identificar «cuáles son los principales cambios detectados en el paisaje lingüístico del centro durante los últimos años» y ofrece como una de las posibles respuestas la siguiente afirmación: «Hay un cierto rechazo explícito hacia el catalán (hasta por parte del alumnado bueno)». Con esta apostilla, la dirección del centro distingue entre buen y mal alumnado y deja entrever que los escolares que demuestran peor rendimiento académico son los que más se oponen al uso del catalán".
Más noticias. "Barcelona y Bruselas lideran la lista negra de ciudades con más robos de Europa", señala Vozpópuli. La noticia viene con la firma de Mario Cortijo: "Bruselas y Barcelona lideran la lista de ciudades europeas con más robos con fuerza de Europa por cada 100.000 habitantes. Así lo refleja un informe de Eurostat actualizado en diciembre de 2023 y plasmado en un gráfico por Landgeist, web especializada en la creación de mapas. En esta lista destaca la presencia de cuatro ciudades españolas por tres belgas, dos alemanas y una portuguesa. En concreto, Barcelona, que tiene una tasa de 326 robos por cada 100.000 habitantes, solo es superada por Bruselas, con 360 denuncias por este tipo de delito. Ambas sobresalen sobre el resto, ya que el 'bronce' en esta clasificación se lo lleva Melilla, con 239 robos por cada 100.000 habitantes. Lieja es la cuarta en discordia con 237 robos y por detrás se sitúa Ceuta, con 233. La sexta clasificada es Madrid, bastante alejada del 'top 5' con una tasa de 180 robos, exactamente la mitad de los que tiene Bruselas. Cierran esta lista negra Charleroi (Bélgica, 164), Lisboa (Portugal, 154), Bremerhaven (Alemania, 153) y Flensburgo (136)".
Conmoción por el asesinato de dos guardias civiles en Barbate. Una lancha de unos narcotraficantes les pasó por encima.
Deportes. El Girona cayó ante el Real Madrid con estrépito, 4-0.
Espectáculos. Impresionante gala de los Goya. Deslumbrantes atavíos en la alfombra roja. Distinción, estilo, clasicismo y modernidad, todo en uno. Y grandes novedades, junto a nuevas estrellas que irrumpen en la escena como José Coronado o los Javis.
11 de febrero, santoral: Nuestra Señora de Lourdes, Pedro de Jesús Maldonado, Ardano, Castrense, Gregorio II papa, Pascual I papa, Secundino, Severino, abad de Agaun, y Soteris.