Mientras tanto y en materia deportiva, el fantasma del caso Enríquez Negreira amenaza al F. C. Barcelona. El juez Aguirre dice tener sospechas más que fundadas de que los árbitros beneficiaron al club de los valores a cambio de valores contantes y sonantes. Es lo que cuentan Germán González y Esteban Urreiztieta en El Mundo: "Impulso al caso Negreira. El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona emitió ayer varias resoluciones con las que pretende aclarar si los 7,3 millones de euros pagados por el Barcelona al ex colegiado José María Enríquez Negreira cuando era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) son ya un delito por el simple hecho de abonarlos. En concreto, en uno de los autos señala que por el momento no se han acreditado pagos a «árbitros concretos para alterar el resultado de ciertos partidos», pero sí los abonos a Enríquez Negreira, que tenía poder de decisión en el CTA, según el juez. De esta forma, deja abierta la puerta a un posible delito de soborno y pide a la Guardia Civil que investigue en esa línea. «Se presume por pura lógica que el FC Barcelona no pagaría al vicepresidente Negreira en torno a 7 millones de euros desde el año 2001 si no le beneficiara, pero no por la bondad de los informes en sí mismos, sino por la condición de Negreira como miembro de la terna de vicepresidentes del CTA, cuya función no era simplemente representativa... sino que ejercía funciones de relevancia significativa en la calificación y designación de los árbitros», indica el magistrado, quien considera que los ex responsables del Barça presuntamente idearon una «forma novedosa de posible retribución ilegítima» mediante una «posible corrupción sistémica» en el Comité Técnico al calificar y designar colegiados".
Puigdemont se abre a negociar y el Barça, en la diana
El expresidente catalán pretende que se apruebe la ley de amnistía antes de la investidura. El PSOE resalta que la autodeterminación quedó en segundo plano. Cerco judicial al Barcelona por los árbitros
6 septiembre, 2023 07:30Addoor Sticky
Día grande de Puigdemont en Bruselas. El expresidente de la Generalitat acaparó todos los focos con una breve conferencia sobre las condiciones para negociar la investidura. El mensaje de fondo es que antes de sentarse con el PSOE pretende tener la amnistía en la mano. El hombre expresó sus dudas, mantiene sus reticencias, no se fía de nadie y cree que en España todo es engaño, apaño y navajas cachicuernas. Sorprendido por los espacios abiertos tras las elecciones del 23-J, desconfía de las opciones y expectativas y al tiempo exige un acuerdo "histórico" que resuelva la caída de Barcelona de 1714. No le falta ambición, aunque en sus filas le reprochan el menoscabo de la autodeterminación.
El discurso es susceptible de múltiples interpretaciones. Por ejemplo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha encontrado en la intervención de Puigdemont un clavo ardiendo al que aferrarse para no reunirse con Junts sin quedar como Cagancho en Almagro. Punto para Alejandro Fernández. En cambio, para el PSOE, hay partido.
"El Gobierno se aferra a la voluntad negociadora de Puigdemont aunque PSOE y Junts “estén en las antípodas”", apunta El País. En el Ejecutivo son partidarios de la botella medio llena, según cuenta Carlos E. Cué: "El regreso de Carles Puigdemont al primer plano, primero con una reunión con Yolanda Díaz y después con una conferencia en la que ha fijado sus condiciones para la negociación --sobre todo una ley de amnistía tramitada antes de la investidura y la afirmación de que Junts nunca renunciará a la unilateralidad-- ha subido la temperatura de la política española y ha extendido la idea de que una repetición electoral no es descartable. Sin embargo, en La Moncloa, donde se maneja más información que en otros centros de poder y hay contacto fluido con Junts después de la exitosa negociación para la mesa del Congreso, prefieren ver el vaso medio lleno y se aferran a la voluntad negociadora que el expresident de la Generalitat, huido de la justicia española desde 2017 y ahora eurodiputado, ha mostrado en su conferencia".
Sigue el texto: "Para el sector socialista del Gobierno, Puigdemont plantea “un programa de máximos” que no será el que finalmente se acuerde, pero sobre todo señala con claridad que quiere negociar la investidura de Pedro Sánchez. Y eso en sí ya es un avance importante para alguien que hasta hace poco estaba totalmente fuera del juego político nacional y votaba en contra prácticamente de todas las leyes del Gobierno de coalición. En el entorno de Pedro Sánchez señalan que lo más importante del discurso de Puigdemont es lo que no ha dicho: no ha colocado el referéndum de autodeterminación como una condición indispensable, algo que habría hecho imposible la negociación. Y eso, para el Ejecutivo, es una clara muestra de que hay espacio, aunque nada es fácil".
La diada de Puigdemont en Bruselas tuvo contrapuntos curiosos y contradictorios. Enrique Serbeto, corresponsal comunitario del Abc, da cuenta de los detalles, como los gritos de "¡Puigdemont a prisión!" en el hotel donde pronunció su conferencia, así como de la exposición patrocinada por la Diputación de Girona en la sede parlamentaria: "Mientras Carles Puigdemont estaba exponiendo sus condiciones para pactar con Pedro Sánchez en un hotel cercano, el Parlamento Europeo ha obligado a retirar una foto de las urnas del 1 de octubre que formaba parte de una exposición personalísima en la que se defiende la tesis de que «Cataluña ha sido pionera en Europa» basada en la reciente interpretación particular de la historia que se ha difundido desde el independentismo. La denuncia para que se retirase esta fotografía partió del grupo liberal, del que forma parte Ciudadanos (CS), y la administración del Parlamento la asumió sin mayor discusión, puesto que se trataba de la exaltación de un hecho indiscutiblemente ilegal y que además no figuraba en la documentación que se presentó con la solicitud. La sensación que suscitaba ante los eurodiputados y funcionarios que asistieron a esta retirada o que han visto la repercusión crucial que han adquirido Carles Puigdemont y el independentismo catalán en la política española es de perplejidad. Adrián Vázquez, de Ciudadanos, revelaba con cierta resignación que la situación es España «se ha vuelto demasiado complicada como para que lo entiendan en otros países»".
Líneas después, Serbeto apunta que "a Puigdemont ya lo conoce también todo el mundo en la Eurocámara, probablemente razón por la que ha preferido pronunciar su discurso con sus condiciones en un hotel cercano a la Eurocámara. De hecho, en la sala donde lo ha hecho, que tenía fuertemente restringido el acceso, solo había seguidores suyos (incluyendo invitados de sus socios/enemigos de ERC) y periodistas españoles. Y aún con todo, se han escuchado gritos de clientes españoles de «Puigdemont a prisión» y «¡Viva España!»".
En cuanto a la condición de que se apruebe una ley de amnistía "antes" de la investidura, parece que tal cosa es posible apelando a los mecanismos de urgencia del Congreso. Se conoce que hay leyes imposibles de tramitar en un periodo aceptable, como por ejemplo la de los enfermos de ELA, y otras que van sobre ruedas impulsadas por un cohete, como esta de amnistía o aquella reforma del Código Penal para eliminar la sedición y abaratar la malversación.
"Sánchez puede aprobar la ley de amnistía en un mes aunque el PP la bloquee en el Senado", advierte El Confidencial. El texto es de Alejandro López de Miguel: "Carles Puigdemont ya ha puesto las cartas sobre la mesa. La ley de amnistía es requisito previo a su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, y entre las filas de sus socios de gobierno aseguran que pueden verla aprobada antes de llegar al pleno que les permitiría revalidar la Moncloa. Jaume Asens, dirigente de los comunes designado por Yolanda Díaz para negociar con Puigdemont, afirmó este martes que el tiempo aún juega a su favor. "Es posible" aprobarla en ese plazo, aseguró. "Tenemos el precedente de la reforma penal de la sedición, que se hizo en un mes. Se puede hacer. En lectura única, es posible", insistió. Mientras el ala socialista del Ejecutivo aún evita mencionar siquiera la opción de una ley de amnistía, fuentes jurídicas del Parlamento reconocen que, estrictamente, es viable cumplir con estos tiempos. Otra cosa es que el camino estará plagado de obstáculos difíciles de superar. O que a Junts le baste finalmente con el único aval del Congreso para apoyar a Sánchez. En cuanto a los plazos, una vez consensuen un texto, y a pesar de la complejidad de la norma, los grupos parlamentarios podrán tramitarla como proposición de ley, por la vía de urgencia y en lectura única, lo que permite acelerar sensiblemente el procedimiento. Si pisan a fondo, aseguran, pueden superar este trámite en una semana, para después remitirla al Senado. Aquí es cuando entraría en juego el PP, que cuenta con mayoría absoluta en la Cámara, ostenta la presidencia y también controla la Mesa (cuatro de siete asientos)".
Continúa la pieza: "El reglamento le da un plazo de dos meses para tramitarla, pero la Constitución lo rebaja a 20 días naturales si el Gobierno o el Congreso la consideran urgente. Hay precedentes en los que la Mesa, en manos también del PP, ha dado portazo las prisas del Ejecutivo, pero el Tribunal Constitucional ya blindó la tramitación de urgencia reclamada por un Gobierno también del PSOE, aunque entonces no estaba en funciones. Otra cosa es, plantean las fuentes jurídicas consultadas, que la Mesa en manos del PP rechace admitir esta iniciativa, generando un conflicto entre el Senado y el Congreso que dejaría la pelota en el tejado del Tribunal de Garantías. El PP rechaza avanzar pantallas de forma prematura, y no quiere abordar estos posibles escenarios. Sí sabe que cuenta con 20 días para congelar la norma en la Cámara Alta, hasta que vuelva al Congreso. La mayoría absoluta de la que Sánchez hizo gala para designar a los miembros de la Mesa le permitiría superar el veto que, a todas luces, recibirá en el Senado, por lo que la ley podría entrar en el BOE en poco más de un mes, como ocurrió con la PL que suprimió el delito de sedición y modificó el de malversación, a finales del pasado año".
De modo que con voluntad todo es posible. En La Vanguardia, su director, Jordi Juan, publica un apunte titulado "Más cerca del acuerdo" en el que señala los pros y las contras que se infieren del comportamiento político de Puigdemont. Ahí va un extracto: "El Puigdemont de ayer, a pesar de todas las todas las dudas y desconfianzas que le inspiran PSOE y PP, admitió que existe “un camino alternativo” por el que intentar alcanzar un acuerdo histórico. Nada que ver con el Puigdemont que en diciembre del 2020 escribía en La Vanguardia lo siguiente: “Pretender resolver cuestiones estructurales, de fondo, aprovechando la debilidad parlamentaria de un gobierno es de una ingenuidad peligrosa, que ignora el verdadero poder del Estado. Es un ejercicio de autoengaño (…)”. Ahora, su posición es facilitar la vía del acuerdo, y nos felicitamos por ello. Por eso aparca todo lo relativo al referéndum y lo fía todo a la amnistía. Las condiciones que presentó ayer, más allá de la retórica, caben en la Constitución, como recordó recientemente nuestro colaborador Iván Redondo, que, en julio pasado, fue el primero que apeló al artículo 92 de la Carta Magna. Como son muchos, incluso en las filas socialistas, los que opinan que la amnistía es inconstitucional, es fundamental que el PSOE aborde el tema con total transparencia. Luz y taquígrafos".
Concluye así Juan: "Y prueba del espíritu de Puigdemont es que, a pesar de que Junts quiere “cobrar por adelantado”, propuso la creación de un “mecanismo de mediación y verificación” porque el acuerdo de la amnistía no se puede aprobar en dos días. La sensación que había ayer entre el resto de partidos que formarán la nueva mayoría es que se está más cerca del acuerdo. Lo compartimos. Pero también parecía que en el 2017 Puigdemont iba a convocar elecciones y acabó aprobando la DUI".
Sigue la nota: "A pesar de que por el momento el juzgado no ve indicios de que el Barcelona comprara árbitros con el «tradicional método de pago» para un partido concreto, apunta a una «posible corrupción sistémica en el seno del CTA» en la época en que Negreira era vicepresidente de este organismo y el Barcelona le pagó 7,3 millones de euros. La Guardia Civil sigue indagando sobre el destino del dinero a Enríquez Negreira y su hijo, a través de las sociedades Dasnil y Nilsad, ya que queda constancia de que vaciaba las cuentas tras los pagos del Barça, usando cheques o retribución en efectivo, pero no se ha encontrado que el ex número 2 de los árbitros aumentara su patrimonio. Por eso, el juez Joaquín Aguirre insta a indagar si dentro del CTA existía presuntamente un sistema de calificación de los colegiados tutelado por Negreira «que podría permitir a los árbitros afines a él dirigir partidos relevantes de la Liga o Copa y partidos internacionales o incluso mantener la categoría, aumentado así sus ingresos de manera muy importante». «Y aún cuando este último extremo no quede probado», el mismo pago anual a Enríquez Negreira ya podría ser «en sí mismo, delito», en concreto soborno, «aunque no se acredite el pago por Negreira a árbitros concretos para alterar el resultado de ciertos partidos», señalan los autos".
Arranca el curso escolar con un palo a los bolsillos de las familias. "Libros un 4% más caros y cuadernos casi un 13%: así empieza la vuelta al cole más cara de la historia", proclama El Periódico. El texto es de Paula Clemente: "La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lo advirtió hace unas semanas: esta va a ser la ‘vuelta al cole’ más cara de la historia. Se basaba, esta asociación, en que ya lo fue la del año pasado y en que en 2023 todo ha seguido encareciéndose, con lo que, además, el poder adquisitivo de quien compra, es todavía más justo. Ahora, la entidad ha concretado la cifra: en el arranque de curso 2023-2024, una familia va a tener que pagar de media unos 530 euros por hijo, entre material, matrículas y comedor. Según los últimos datos que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística (INE), referidos al mes de julio, buena parte de este incremento responde a los productos. Los libros de texto se han encarecido un 4,6% en un año, el aumento más elevado desde el verano de 2009. La categoría lleva además instalada en estas tasas de crecimiento todo el año. En general, los productos de papel cuestan un 12,7% más que en julio del año pasado, cuando ya habían incrementado su precio un 23%. Y la categoría que agrupa al resto de artículos de papelería y el material de dibujo, un 6,2%, todavía más de lo que lo hacía en julio de 2022".
6 de septiembre, santoral: Bega de Cumberland, Cagnoaldo de Laon, Eleuterio de Spoleto, Magno de Füssen, Onesíforo de Éfeso y Zacarías profeta.