Illa acapara portadas y la ola que viene
El cambio en la candidatura del PSC copa la prensa. Iceta será ministro de Política Territorial y Darias, de Sanidad. El PP ficha a Lorena Roldán. Los médicos atisban la tercera ola después de Reyes
31 diciembre, 2020 08:48Como ayer no era 28 de diciembre, las remociones políticas no se tomaron como inocentadas. Abrió el día el fichaje de Lorena Roldán por el PP catalán de Alejandro Fernández. A fuego lento coció su revancha la ya exdirigente de Ciudadanos y exportavoz del partido naranja en el Senado. Cuando fue apartada de la candidatura para las elecciones catalanas en favor de Carlos Carrizosa, Roldán asumió disciplinada la decapitación. Ella era más de Rivera que de Arrimadas, quien al hacerse con las riendas del partido lo puso a su gusto. Y en ese gusto no entraba la ciudadana Roldán. Total, que el PP se reforzaba en el mercado de invierno con una opa a Ciudadanos.
Y no había pasado ni una hora cuando el PSC reventaba el tablero con el apartamiento de Miquel Iceta y el encumbramiento de Salvador Illa, que antes de ser ministro había sido un discreto segundo del referido Iceta. Noticia bomba que se venía gestando desde hace meses y cuyos protagonistas negaban con celo y contundencia. Como para fiarse de los políticos.
Total, que las elecciones catalanas ya no van a ser una disputa entre ERC y Junts per Catalunya (JxCat). El PSC ha regresado y el PP no se resigna. Falta por ver cómo replica Ciudadanos a todos estos movimientos, si cambia de candidato o refuerza la lista con fichajes estrella. Lo que parece claro es que algo tiene que hacer el partido de Arrimadas.
El cambio socialista es la apertura de todos los medios. Illa acapara portadas. El PSC sale a ganar y así lo refleja, por ejemplo, El País. Escriben Miquel Noguer y Carlos E. Cué: "El objetivo no es otro que evitar un nuevo Gobierno netamente independentista y, en caso de no poder gobernar, facilitar acuerdos con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para alejar del poder a los sectores secesionistas más duros que Carles Puigdemont sigue capitaneando desde su refugio belga. El movimiento, arriesgado por sustituir en un momento tan delicado al ministro de Sanidad, pilló a todos por sorpresa, comenzando por ERC. El partido favorito en todas las encuestas ve en el nombramiento de Illa un nuevo peligro para la candidatura de Pere Aragonès, quien en las últimas semanas ha sufrido, como presidente en funciones de Cataluña, el desgaste inherente a la gestión de la segunda ola de la pandemia, además de haberse convertido en el blanco de las críticas de sus hasta ahora socios de Junts per Catalunya".
Continúa el texto: "La maniobra in extremis del PSC --que llegó cuando las listas ya estaban cerradas y solo pendientes de ser ratificadas por la cúpula del partido-- busca hacer tambalear la idea asumida por todos los actores políticos en Cataluña de que no hay alternativa a corto plazo a un Gobierno de corte independentista con ERC, Junts y apoyos de los antisistema de la CUP. La mayoría de encuestas hechas hasta ahora apuntaban a una victoria de ERC seguido muy de cerca por Junts per Catalunya, lo que parecía abocar a ambos partidos a intentar repetir una coalición de Gobierno como la que ha estado al frente de la Generalitat las últimas dos legislaturas. El PSC cree tener ahora a su alcance una palanca para hacerse imprescindible en la nueva gobernación, ya sea dentro del Ejecutivo con un acuerdo con Catalunya en Comú Podem y ERC --algo que todos los actores niegan en público-- o bien desde fuera con apoyos puntuales a un Ejecutivo de Esquerra y los comunes".
En El Mundo es Iñaki Ellakuría quien explica los entresijos de la movida socialista y el efecto de la larga mano de Pedro Sánchez. La pieza viene con este título: "Pedro Sánchez forzó la candidatura de Salvador Illa para gobernar con ERC en Cataluña". De la crónica: "Hay pues en la repentina decapitación de Iceta, al que de poco le sirvieron sus animados bailes durante la pasada campaña junto al gran jefe y que fuera de los pocos barones que le apoyaron tras verse obligado a dimitir como secretario general, la escenificación de una nueva etapa que está sometida a la agenda política y social de la alianza de izquierdas y nacionalistas que gobierna España. El todavía líder del PSC, uno de los últimos representantes de esa estirpe de políticos que entró en la sala de máquinas del poder en el inicio del felipismo, nunca disfrutó de la gracia y el aplauso de Sánchez. Veía en él una rémora más que una ayuda, la estampa de ese viejo socialismo del que el nuevo PSOE se siente tan ajeno en el fondo y la forma".
Sigue Ellakuría: "Iceta representaba el pasado, una figura habitual del paisaje político, y a la primera oportunidad que se le presentó a Sánchez, en mayo de 2019 y como presidente del Gobierno en funciones, maniobró para sacarlo del debate catalán con la propuesta de asumir la presidencia del Senado. Un movimiento para reemplazarlo por Salvador Illa, el hombre de confianza en Cataluña del secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que resultó demasiado evidente para engatusar a otro habilidoso tahúr como Iceta".
En la prensa de orientación independentista, El Nacional destaca la reacción de Antón Losada, que ve tres pegas en el nombramiento de Illa: 1) "Estamos en la tercera ola, y en la tercera ola los socialistas exhiben públicamente que primero va el partido y después la pandemia". 2) "Una cosa es que entendamos las circunstancias imposibles a las que ha tenido que hacer frente Illa, y otra cosa es que valoramos bien su gestión. Esta decisión [de dejar el ministerio] hundirá su valoración". Y 3) "¿Qué responderá Pedro Sánchez cada vez que alguien lo acuse de politizar la pandemia, de aprovechar políticamente la gestión de la pandemia?".
Los medios apuntan al hilo del cambio que Carolina Darias ocupara la carta que deja vacante Illa mientras que Iceta se verá recompensado con el ministerio de Política Territorial y Función Pública, con lo que es muy posible que el primer secretario del PSC salga ganando en tranquilidad y calidad de vida.
En cuanto a la actualidad del PP y Ciudadanos, en La Vanguardia escriben al respecto Carmen del Riego y Sergi Quitian bajo el titular de que "El PP ahonda en la crisis de Cs al sumar a la defenestrada Roldán". Destacan de la nota este par de párrafos: "El PP tendió la mano durante meses a Cs para tejer una alianza a escala estatal, España Suma, que tuviera su eco en Cataluña para las elecciones autonómicas, pero hoy, ya enterrado el proyecto de reconstrucción del centroderecha --que sólo cristalizó en el País Vasco, con decepcionante resultado--, los populares catalanes han adaptado el guión sumando a la que hasta agosto era la candidata liberal para los comicios tras ganar unas primarias que luego el partido enmendó".
Y: "En este sentido, en la puesta de largo del tándem Fernández-Roldán ayer en el hotel Grand Marina de Barcelona, los dos protagonistas hicieron hincapié con insistencia en la ambición del PP catalán de “aunar” y “revitalizar” el constitucionalismo en torno a su candidatura. Lejos queda el 2017, cuando Cs obtuvo su mejor resultado --primera fuerza, con 36 escaños-- mientras el PP sufría su mayor varapalo --séptimo partido, con cuatro representantes--. Las encuestas trazan hoy dos líneas en sentido opuesto, con la formación naranja perdiendo más de la mitad de su fuerza y los populares doblando cifras. Una tendencia que aún sitúa a Cs por encima pero que el PP catalán quiere acelerar para convertirse en la referencia del centroderecha en el Parlament".
De encuestas va la apertura de El Español, que señala estos resultados para las próximas autonómicas:
ERC, 21,7%, 33-34 (32); Junts, 20,3%, 32-33 (34); PSC, 16,7%, 22-23 (17); Cs, 13,2%, 19-20 (36); En Comú-Podem, 7,7%, 8-9 (8); PP, 6,3%, 6-7 (4); Vox, 6,1%, 6-7 (0); CUP , 4,9%, 5-6 (3)
Pandemia. El Abc avisa de que "La vacuna no evitará la llegada de la tercera ola, que se espera para Reyes". El texto es de Elena Calvo, quien escribe: "El inicio de la vacunación no evitará la tercera oleada de coronavirus en España. El propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya daba por hecho estos días atrás el comienzo de una nueva ola y confiaba en minimizarla. A estas alturas, coinciden los expertos consultados, ya poco se puede hacer, pues el repunte de contagios que se viene observando desde hace unas semanas --ayer hubo 16.716 casos y 247 fallecidos--, sumado a las fiestas navideñas, nos llevan a una tendencia al alza que apunta que se consolidará para Reyes, incluso sin haber llegado a superar por completo la segunda ola".
Continúa la nota: "Hasta hace unas semanas, la previsión era que tras la Navidad hubiera un aumento de casos, pero los profesionales sanitarios confiaban en que el repunte no fuera tanto como para poder considerarse una nueva oleada. Tras el Puente de la Constitución y la Navidad, lo tienen claro. "En enero vamos a tener un drama tanto a nivel de fallecimientos como a nivel de empleo, porque cada ola conlleva restricciones. El mensaje no está siendo todo lo contundente que debería ser", lamenta María José Campillo, médico de Familia y responsable de finanzas de la Confederación Estatal Sindicatos Médicos (CESM). Ese momento, dice, llegará en Reyes, tras la movilidad y reuniones sociales que se están dando durante las fiestas. Y la vacuna no llega a tiempo para impedirlo. "Las vacunas que hay ahora son muy escasas, no llegan a todos, sino a una parte pequeña de la población. Para que el virus desaparezca de nuestras vidas todavía nos queda", asegura la doctora Campillo".
En Vozpópuli hacen balance de la pandemia y no les salen las mismas cuentas que al presidente del Gobierno. La información viene con las firmas de Borja Negrete y Alejandra Olcese: "No es oro todo lo que reluce, o al menos no todo lo que brilla en el Power Point que el Gobierno ha expuesto para presumir de su gestión un año que la mayoría de españoles está deseando olvidar. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cerrado el año con un discurso de evaluación posterior al último cónclave con sus ministros en el que ha destacado el buen hacer del Ejecutivo y el cumplimiento de sus compromisos, pero ha olvidado en su balance que España ha sido el país que más ha sufrido el impacto de la pandemia tanto en lo sanitario, como en lo económico".
Continúa el texto: "Si comenzamos la disección de lo que ha sido 2020 para España por el ámbito sanitario, tenemos que lamentar el fallecimiento de 50.122 personas a causa del coronavirus. Esta cifra sitúa a España como el tercer país en el que más personas han muerto por Covid-19 de toda la Unión Europea. Solo la superan Italia, con 71.925 fallecidos, y Francia, con 63.109. A pesar de esta cifra de muertos, el Ministerio de Sanidad emitía este miércoles una nota donde se felicitaba por haber "cumplido con los compromisos adquiridos". Si observando las cifras totales de fallecimientos por Covid-19, España sale mal parada, atendiendo a las muertes por cada 100.000 habitantes sigue sin ofrecer mejor cara. En este sentido, en España han muerto 107 personas de cada 100.000 por coronavirus. Esto la sitúa en el quinto lugar, entre los países de la Unión Europea, del ranking de fallecimientos en relación a la población total. Por tanto, queda desechado el argumento de que el mayor número de muertes de españoles se deba a un mayor tamaño de la población. La media europea de muertes Covid por 100.000 habitantes es de 70. Solo superan a España cuatro países: Bélgica, con 167 fallecidos por 100.000 habitantes, Eslovenia, con 124, Italia, con 120 e Irlanda, con 118".
El consuelo es que difícilmente el próximo año puede ser peor. ¿O sí?
31 de diciembre, santoral: Barbaciano, Melania la joven, Silvestre y Nuestra Señora de la Leche y del Buen Parto.