El himno de Arrimadas y un diputado por favor
'El Món' halla un precedente de la investidura telemática: la boda por poderes de Felipe González para asistir a una reunión clandestina. La clase de protocolo de Empar Moliner
19 enero, 2018 09:35A falta de 11 días para la sesión de investidura, el flamante Torrent sonríe a las cámaras. Ha comenzado a recibir de menor a mayor, por orden de irrelevancia. Ya se ha quitado de encima la morralla. El hombre ha dado muestras de una gran urbanidad para lo que es el Parlament. Agradables reuniones con los "líderes" de PP y PSC y aún más con el cupero Riera y el comunero Domènech, que se disfrazó de capitán Haddock para su cita con la segunda autoridad autonómica. El representante de Colau manifiesta que no votarán a Puigdemont, pero de su atavío indumentario cabría colegir que, al margen de Milú, es el mejor amigo del fugitivo.
El puigdemontismo mediático quiere que Torrent gire visita a su presidente legítimo en el exilio en señal de vasallaje, pero el presidente concreto, real y presencial del Parlament muestra cierta habilidad para el toreo de salón para eludir la espinosa cuestión. Paladea el cargo Torrent, a pesar de la presión de Junts per Puigdemont. En ERC confían en que el bloqueo del Gobierno sea el que haga desistir al candidato neoconvergente.
Respecto a los actos a distancia, en El Món han encontrado un vago, pero singular precedente. Nada menos que la boda de Felipe González y Carmen Romero por poderes. Gemma Aguilera firma la nota en la que además de las maniobras independentistas para investir al ausente se relatan las interioridades de cuando Isidoro, el nombre de guerra del antedicho, se casó por poderes porque tenía una reunión del partido en el exilio. "Al día siguiente, 18 de julio, Felipe González se presentó en la capital andaluza para encontrarse con la mujer que ya era su esposa a pesar de que no había puesto el anillo ni la había besado. La firma de su colega de partido había sido suficiente. La pareja telemática hizo una ceremonia religiosa en el monasterio de Loreto, donde el joven socialista llegó en un Renault 8 de Alfonso Guerra. Rodeados por los padres y algunos amigos, escenificaron de nuevo la boda, a pesar de que ya se había producido el día antes, sin fotos para el recuerdo, claro. Pasaron la luna de miel en Francia, cerca de los compañeros de partido exiliados. ¿Si alguien puede delegar en un amigo su boda, no puede un candidato delegar la intervención de su investidura en otro diputado elegido en las urnas? Con Franco se delegaba mejor... podría decir alguien".
Arrimadas saca de quicio a los soberanistas más acérrimos. Sin ir más lejos, Empar Moliner le dedica un texto en el Ara en el que escribe: "La cuestión es quién considera que aquel es su himno y quién considera que no es su himno. Dice (Arrimadas) que 'no silban'. Hombre, sólo faltaría. Quien quiera silbar himnos (que tiene derecho) no puede ser parlamentario".
Sigue: "La actitud corporal a la hora de sentir el himno del país que representas debe ser respetuosa, no de enfado. A favor. y no en contra. Justamente para demostrar que aquel himno, a pesar de que no lo cantes por los motivos que sean, es el tuyo. Supongo que es lo que haría cualquiera de los políticos que estaba en el Parlament (incluidos los de Ciudadanos) si se presentase a las elecciones andaluces y obtuviera representación: cantar el himno de Andalucía cuando tocara".
Claro que sí. Y en posición de firmes. "¡Andaluces, levantaos! ¡Pedid tierra y libertad! ¡Sea por Andalucía Libre, España y la Humanidad!".
No es el único frente que tiene abierto la dirigente de Ciudadanos. En el PP se suben por las paredes porque no les presta un diputado para formar grupo propio. Los naranjas alegan que el traspaso costaría ochocientos mil euros a cargo del erario público, que son los que la formación de Albiol ingresaría con el apaño. En El Mundo destacan los argumentos del PP en la pieza que firma Marisa Cruz: "Ciudadanos no hace un buen negocio al negarse a prestar un diputado al PP para que pueda formar grupo propio en el Parlamento de Cataluña. Con el Reglamento de la Cámara en la mano, se pone en evidencia que esta decisión tendrá unos efectos políticos ventajosos principalmente para el tándem independentista que forman JxCat y ERC".
Sigue: "Ambas fuerzas, pese a no contar por sí solas con la mayoría absoluta de los escaños del Pleno, impondrán sus votos sin necesidad siquiera de tener el respaldo de la CUP en todas las comisiones parlamentarias; podrán sortear con facilidad la creación de comisiones de investigación y superarán, gracias a su afinidad con los antisistema y también con los comunes, la capacidad de iniciativa del bloque constitucionalista. "Se perderá potencia de voz para hacer frente al secesionismo", alertan desde el PP rechazando de plano que su aspiración a formar grupo propio responda a intereses económicos".
Comparecencia de Zoido en el Congreso para dar cuenta del despliegue de la división Piolín en Cataluña. En el editorial de La Vanguardia encabezan la censura del soberanismo y le calzan una leche al ministro del Interior con los argumentos del senador Josep Lluís Cleries: "El ministro del Interior aportó diversos datos, entre ellos el coste global de la llamada operación Copérnico, que tuvo su máxima expresión el 1-O y que comportó el despliegue de hasta 6.000 agentes, el diseño de una compleja logística y el uso de importantes medios materiales. Dicho coste ascendió a 87 millones de euros. Se trata de una cifra abultada, de una inversión extraordinaria de la que cabía esperar resultados irreprochables. No hubo tal cosa. Por el contrario, podríamos decir que el elevado dispendio no se tradujo en un operativo policial satisfactorio. Así lo sugiere el balance de la jornada en lo tocante a número de heridos –1.006, según se encargó de recordar ayer el senador del PDECat Cleries–, a los destrozos en bienes públicos y privados y a los daños a la imagen internacional de Catalunya y de España".
19 de enero, santoral: Ábaco, Arsenio, Germánico, Macario, Ponciano y Remigio.