El nuevo coordinador de los Mossos d'Esquadra, Ferran López, saluda al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido / CG

El nuevo coordinador de los Mossos d'Esquadra, Ferran López, saluda al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido / CG

Política

Ferran Lopez, un policía en estado puro

El nuevo coordinador de los Mossos fue miembro de los grupos especiales de intervención y un cotizado escolta por algunos 'consellers' de Jordi Pujol

28 octubre, 2017 13:36

Como su destituido compañero José Luis Trapero, Ferran López es hijo y vecino de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) donde nació en el seno de una humilde familia de emigrantes (su padre era taxista). Cursó estudios superiores de biología y pertenece a una de las primeras promociones de los Mossos d'Esquadra.

López es un portento físico según sus compañeros. Fue uno de los miembros destacados del GEI, los grupos especiales de intervención, especializados en misiones de alta complejidad y que precisan de un extraordinario dominio del armamento y de la defensa personal.

La gran alternativa

El comisario compaginó su progresión en el escalafón de los Mossos con diversos destinos en los ámbitos más complicados de la profesión. Durante años fue el escolta del exconseller de Interior, Xavier Pomes.

En el terreno ideológico se le considera un mando policial alejado de tesis independentistas.  En más de una ocasión ha mostrado en público su manifiesto apego a la legalidad constitucional.

Para muchos, López, suponía una gran alternativa al hasta este sábado mayor de los Mossos, con quien pujó abiertamente tras el abandono del primer mayor, Joan Unió.

Número dos

El 25 de septiembre, fue enviado por Trapero a la reunión que mantuvieron los altos mandos de los cuerpos de seguridad del Estado en la Delegación del Gobierno. Fuentes de la misma delegación destacan su carácter dialogante, técnico y afable. López también fue uno de los dos comisarios que acompañaron a Trapero en sus dos declaraciones en la Audiencia Nacional, junto con Juan Carlos Molinero.

Gran amante del fútbol (en el CF Damm y en el CD Masnou aún recuerdan sus incursiones por la banda derecha), está considerado el número dos de los Mossos d'Esquadra al ostentar el cargo de Comisario Superior de Coordinación Territorial. Esta comisaría no cuenta con mando directo sobre las operaciones policiales. Sin embargo, adquiere gran importancia porque desde allí se controla al grueso de la plantilla de la policía autonómica catalana.