El error de cálculo de Puigdemont que facilitó su detención

El error de cálculo de Puigdemont que facilitó su detención

Política

El error de cálculo de Puigdemont que facilitó su detención

Las Fuerzas de Seguridad llevaban cinco meses tras él, pero esperaron el momento más óptimo para asegurar no solo su retención sino también la posibilidad de que la extradición prosperase

26 marzo, 2018 09:00

Casi cinco meses desde su huida a Bélgica, Carles Puigdemont bajó la guardia y pudo ser detenido tras un trabajo en colaboración de la Policía Nacional y el Centro de Intelgencia Nacional (CNI). Este último organismo, criticado por su incapacidad de interceptar las urnas durante el referéndum ilegal del 1 de octubre, ha resarcido así su reputación apuntandóse la medalla de la detención del expresidente de la Generalitat en Alemania tras cruzar la frontera con Dinamarca.

La reactivación de la orden europa de detención por parte del magistrado que instruye la causa del 1-O, Pablo Llarena, cogió al líder de Junts per Catalunya en Finlandia. Esta reactivación permitió a los cuerpos de seguridad llevar a cabo un seguimiento estrecho y discreto a su vehículo. En primera instancia, el exmandatario catalán tenía billetes para regresar en avión a Bruselas desde Helsinki, pero la opción de volver por tierra a Bélgica precipitó el desenlace. De forma coordinada con la policía germana, un operativo policial esperó a que llegará a Alemania --donde el delito por rebelión está tipificado en el Código Penal-- para detener a Puigdemont.

Error de cálculo

Treinta kilómetros después de que el vehículo donde viajaba el dirigente nacionalista cruzará la frontera con Dinamarca, el coche decidió hacer una parada en una gasolinera y las Fuerzas de Seguridad de España decidieron aprovechar la ocasión para detenerle mediante la patrulla de la policía de carreteras del estado de Schleswig-Hosltein. Eran las 11:19h de la mañana, llevaba solo 20 minutos dentro de territorio germano. 

Hasta la fecha, Puigdemont había optado por pisar únicamente países con legislaciones más laxas por lo que respecta el delito de rebelión. Es por esta razón que desestimó viajar a Francia en una de las ocasiones que fue invitado para pronunciar una conferencia. Esta vez, sin embargo, para volver a la capital europea no tenía muchas alternativas. Más tarde o temprano, tenía que pasar por Francia o Alemania. Una vez activada la euroorden, las alarmas hubieran saltado si se hubiera desplazado hasta el aeropuerto como previamente había planificado cuando decidió desplazarse a Finlandia. 

El camino más corto

Puigdemont y sus cuatro acompañantes de trayecto optaron finalmente por atravesar Alemania por el camino más corto. Tras pasar en ferry hasta la capital de Suecia, Estocolmo, el vehículo en el que viajaban puso rumbo hacia Copenhague. Eligieron el camino más corto para llegar cuanto antes a Bruselas, pero al llegar a Alemania una patrulla lo interceptó en una gasolinera de la autovía de Hamburgo.

Un error de cálculo, un exceso de confianza o el cansancio del expresident de estar evaluando día sí y día también a qué país podía ir o era mejor evitar fue lo que, junto a la acción coordinada e intachable de las policías, propició su detención.