Jordi Sànchez, presidente de la ANC

Jordi Sànchez, presidente de la ANC

Política

El sueldo del presidente de la ANC, el secreto mejor guardado

Jordi Sánchez vive de colaboraciones, ahorros y del proyecto de creación de un Observatorio de Derechos Sociales por el que la UPF le ha pagado 50.000 euros

17 marzo, 2016 21:50

“Soy un hombre austero”, explica a Crónica Global el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez. El hecho de que este cargo no esté remunerado suscita una gran curiosidad respecto al modus vivendi del máximo responsable del brazo social del independentismo.

“Gané mucho dinero, no me importa decirlo. Y nunca he pedido una excedencia porque no va con mi forma de pensar”, confiesa Sánchez (Barcelona, 1964), exadjunto al Síndic de Greuges, Rafael Ribó. Un cargo muy bien remunerado --más de 105.000 euros al año-- que abandonó para incorporarse a la ANC, ante la insistencia de su predecesora, Carme Forcadell.

Miembro de La Crida

Legalmente, Sánchez podía haber compatibilizado su actividad en la Sindicatura con la Asamblea, pero no quiso porque “sabía que se me echarían encima”. Este licenciado en Ciencias Políticas, dirigente de La Crida a la Solidaritat, fue profesor asociado en la Universidad de Barcelona, en la Universidad Autónoma de Barcelona y en UPF-IDEC (Fundación Instituto de Educación Continua de la Universidad Pompeu Fabra.

Últimamente han circulado rumores respecto al retorno de Sánchez a este centro. “No está en plantilla. Sólo se le ha encargado puntualmente un estudio sobre nuevos derechos sociales”, explican fuentes oficiales de la UPF. El propio Sánchez detalla este proyecto, que previamente había presentado en otros centros.

Se trata del embrión de un observatorio sobre derechos sociales en Cataluña por el que ha cobrado 50.000 euros. “Tras la grave crisis económica, hay que repensar el sistema de protección social. Este es mi proyecto, que debo definir en tres meses. Si prospera, mi idea es crear un observatorio, para lo cual habrá que buscar financiación”, explica el independentista que nunca quiso dedicarse a la política que él llama "institucional". “Pude hacerlo, pero nunca he querido”, afirma.

Fundación Jaume Bofill

Entre 1996 y 2004 fue consejero de la Corporación Catalana de Radio y Televisión, “pero me fui porque no me gustaba”. En 1996 también fue nombrado director adjunto de la Fundación Jaume Bofill --entidad privada dedicada al debate y a la investigación en el ámbito educativo-- hasta 2001, año en el que se incorporó a la sindicatura, cargo incompatible con la docencia.

“Tengo el mismo coche desde hace 12 años”, cuenta este politólogo, casado y padre de tres hijos, que cobra por colaboraciones en varios medios de comunicación. Le quedan dos años de mandato al frente de la ANC.