Ada Colau con un diccionario castellano-catalán. Discriminación lingüística / CG

Ada Colau con un diccionario castellano-catalán. Discriminación lingüística / CG

Política

Ada Colau expulsa el castellano de las oposiciones municipales

El Ayuntamiento de Barcelona veta la lengua común pese a las quejas de los candidatos de la oferta pública de ocupación, la mayor en 40 años con 1.340 plazas

6 diciembre, 2019 00:00

El Ayuntamiento de Barcelona, que comanda la alcaldesa Ada Colau, ha excluido la lengua castellana de las oposiciones más importantes que convoca el consistorio en cuatro décadas. El Gobierno bipartito de Barcelona en Comú (BComú) y PSC ha vetado la lengua común en los exámenes de la convocatoria pública de empleo, la mayor en 40 años con 1.340 plazas. Está siendo solo en catalán pese a las quejas de algunos candidatos, que se han dirigido a este medio para mostrar su indignación.

El Ejecutivo local sociocomún se escuda en el requisito linguístico de dominar la lengua catalana para excluir por completo el castellano del proceso de selección. Un portavoz ha recordado que "según el reglamento aprobado en 2010, los y las aspirantes deben conocer el catalán por cuanto se les pide conocimiento y certificación de esta lengua y los exámenes se reparten en catalán". La misma fuente ha matizado que "en aquellas pruebas en las que se debe hacer un desarrollo textual, [éste] se puede hacer indistintamente en catalán o castellano".

Candidatos: "Es indignante"

Candidatos a algunas de las plazas en el proceso de oposición se han dirigido a este medio para mostrar su malestar por el hecho de que los materiales no se repartan en las dos lenguas oficiales de la comunidad autónoma. "Han vetado los exámenes en lengua castellana pese a que algunos aspirantes los habían pedido explícitamente. Hay mucho malestar en los grupos de Whatsapp y similares por este tema, habida cuenta de las restricciones en otras administraciones [como la Generalitat de Cataluña]. Es indignante", han explicado a Crónica Global.

Cabe recordar que el proceso público de selección está aún en marcha. Las pruebas específicas se empezaron a celebrar en julio para las categorías de auxiliar administrativo y subalterna. Otros exámenes se celebraron en octubre, mientras que el plazo para optar a un puesto de inspector de la Guardia Urbana, por ejemplo, terminó recientemente. En otros casos, como el de los aspirantes a agentes del cuerpo municipal de seguridad, los 233 seleccionados ya han entrado en el Instituto de Seguridad Pública de Cataluña (ISPC), la llamada Escuela de Policía.

Segunda metedura de pata

Preguntado por la cuestión, el sindicato ASI ha lamentado que el Gobierno municipal de BComú y PSC "continúe con las prácticas de otros Gobiernos municipales anteriores que demostraron escaso respeto por la convivencia de lenguas". La agrupación, que logró representación en algunas categorías laborales en las últimas elecciones sindicales, ha lamentado que el bipartito que gobierna Barcelona "entronque sus políticas con una determinada idea de excluir la lengua castellana que acuñaron los Gobiernos autonómicos de Jordi Pujol en Cataluña".

Cualquiera que fuere la opinión de esta representación de la parte social, lo cierto es que las oposiciones sin castellano son la segunda metedura de pata del Ejecutivo local con la cuestión linguística. La última tuvo lugar recientemente, cuando el ayuntamiento publicó un vídeo con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. En la grabación, unos chicos con actitudes machistas hablaban castellano. El hombre que les reprendía lo hacía en catalán.

Convocatoria preelectoral

En el terreno estricto del empleo público, cabe recordar que el Ejecutivo local anterior [con BComú en solitario al frente] otorgó mucho peso político a la actual oferta pública de ocupación. La anunció a principios de año como "la mayor en 40 años" en el ayuntamiento con 1.343 plazas. La información la dio en plena precampaña de las elecciones municipales del 26 de mayo. Destacó entonces el consistorio el objetivo de "consolidar la ocupación pública y reducir la temporalidad y el interinaje de los trabajadores municipales por debajo del 8% en 2021".

Asimismo, recalcó el anterior Gobierno las 300 nuevas plazas de agente de la Guardia Urbana, una cifra que muchos interpretaron como una repuesta al repunte de la inseguridad en la ciudad el pasado verano.