Xavier Arbós, director del institut d'Estudis d'Autogovern, es catedrático emérito de Derecho constitucional de la Universidad de Barcelona

Xavier Arbós, director del institut d'Estudis d'Autogovern, es catedrático emérito de Derecho constitucional de la Universidad de Barcelona GALA ESPÍN Barcelona

Política

Xavier Arbós (IEA): "Illa ha hecho más por el autogobierno de Cataluña que todos los presidentes del procés"

El director del Institut d'Estudis de l'Autogovern ve "sanas" las tensiones con Madrid, pero "se consiguen más cosas con la colaboración que con el enfrentamiento"

¿Qué opina este reconocido asesor jurídico del Govern sobre la reforma de la financiación y la cesión de competencias en inmigración?

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Xavier Arbós dirige el Institut d’Estudis de l’Autogovern (IEA) a un centenar de metros del Palau de la Generalitat, enclave de poder donde se negocia la asunción de nuevas competencias para Cataluña, tales como la recaudación de impuestos. Este especialista en relaciones intergubernamentales da continuidad desde el corazón de Barcelona a una tarea que le ha llevado a impartir clase en facultades de Francia, Estados Unidos, Italia y Canadá, y que desde hace un año pone en servicio de la política catalana.

Esta semana, con motivo del 47º aniversario de la aprobación de la Constitución, acompañó al delegado del Gobierno, Carlos Prieto, en su alegato por los valores democráticos que, en la década de los setenta, pusieron las bases de un país que hoy da pie a debates como la financiación singular, la delegación de competencias en inmigración o la amnistía.

Precisamente el borrado de los delitos del procés ha ocupado parte de sus recientes análisis, a raíz de los recursos de inconstitucionalidad presentados por varias comunidades autónomas. “La Ley Orgánica del Tribunal Constitucional dicta que no pueden presentar recursos contra aspectos ajenos a sus competencias, lo que no parece que sea el caso de la amnistía… pero es que esa propia ley no es constitucional, porque la Constitución sí que les da esta posibilidad”, ahonda en las vicisitudes del Estado en el arranque de su conversación con este medio.

¿Respetamos ahora menos la democracia? ¿Tiene que ver en ello la extrema derecha?
La extrema derecha desempeña un papel muy preocupante, pero no es la única: también en la extrema izquierda podemos ver posiciones populistas que van en la línea de degradar el papel de las instituciones. No obstante, basta con pensar en Donald Trump como un ejemplo del menosprecio no solo hacia las instituciones, sino incluso hacia la simple educación o el respeto personal. O de la invocación constante, sobre todo a pasiones bajas, para alimentar el odio contra una comunidad que se convierta en la cabeza de turco de todos los males, y jugar con la división y el enfrentamiento de las sociedades. Es muy grave.
¿Cuál es su receta?
No creo que esto se pueda combatir simplemente despreciando a los votantes de estas opciones, porque detrás de su voto hay una protesta, un malestar por circunstancias que se deben afrontar, que no podemos simplemente considerar que cualquiera que hable de la inmigración está derivando hacia el racismo.
Estoy totalmente de acuerdo con el planteamiento que hace el presidente de la Generalitat, conforme la dignidad de las personas debe primarse siempre y que se deben mejorar las condiciones de vida. Allí donde existe un mínimo de prosperidad y dignidad en la existencia, es más difícil que afloren todos estos extremismos, y en particular aquellos que buscan el choque con la inmigración como una forma de captar votos.
Precisamente sobre la inmigración... ¿El director del Institut d’Estudis de l’Autogovern está a favor de la delegación de competencias en esta materia?
Prefiero mejor que más. Más no es necesariamente mejor, sobre todo si no existen las estructuras y los recursos. Hay una analogía que me cuesta de entender y que hace referencia al control de la inmigración. Si por control de la inmigración se entiende el control de las fronteras, a mí me cuesta de entender. A veces se pone el ejemplo de Bélgica, pero en realidad es una rama de la policía regional de Baviera que colabora con la inspección en segunda línea del tráfico de las fronteras, pero no las controlan. Y yo no conozco ningún Estado federal que ceda el control de sus fronteras.
¿En qué casos estaría a favor?
En aquellos que faciliten la acomodación y la integración de los inmigrantes. Hay aspectos no directamente vinculados a la inmigración pero que necesitan una respuesta, como la crisis de vivienda, cuya resolución debería ayudar a ello; el sistema educativo debe tener suficientes medios como para atender la llegada continua de personas recién llegadas; también los servicios sociales; y sería bueno que pudiéramos homologar estudios universitarios porque muchas personas que ocupan puestos de trabajo de baja cualificación tienen títulos en sus países de origen, y reconocérselos sería una manera de aprovechar y adaptar el talento que llega.
Entrevista a Xavier Arbós, director del Institut d'Estudis de l'Autogovern

Entrevista a Xavier Arbós, director del Institut d'Estudis de l'Autogovern GALA ESPÍN Barcelona

Entonces...
¿Más competencias? En este momento, debo confesar que no lo tengo claro. Pero me parece útil mantener y, si es posible, afinar aquellas competencias que tengan que ver con los mecanismos de integración.
¿Le estamos haciendo un favor a la extrema derecha situando el debate en el control de fronteras o las deportaciones?
La manera de tratar esto no es sencilla, no hay recetas, pero debe ser firme en algunos puntos clarísimos y en otras debe ser flexible, poniéndose a la escucha de los votantes de estos partidos, porque no todos son fascistas o racistas, y si lo son es porque les han hecho emerger una bestia que está en cada uno de nosotros, no lo olvidemos. Allí donde hay salarios dignos, la posibilidad de una vivienda correcta, que nuestros hijos puedan vivir como mínimo mejor que nosotros, las tensiones intercomunitarias bajan bastantes decibelios.
Usted es un firme defensor del consenso. En la reforma de la financiación autonómica, ¿es posible el consenso? La tarea de poner de acuerdo a todas las comunidades es titánica…
No todo el consenso es posible, aunque en el caso del sistema de financiación, sería muy deseable. En el Consejo de Política Fiscal y Financiera de 2009, donde se aprobó la última reforma de la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas, el consenso no fue total, pero se debía tirar adelante. En esta cuestión, llegar al consenso es muy difícil, pero está claro que el sistema actual no acaba de funcionar.
¿Es usted partidario de la reforma del sistema?
El objetivo de un Estado descentralizado con un mínimo de sensibilidad social debe ser que las comunidades que estén por encima de la media contribuyan sin después quedar por debajo de esta. Y si después de tantos años de Estado de las autonomías no hemos equilibrado esta situación ni este acercamiento a la prosperidad, debemos hacer un esfuerzo, que será difícil, porque hay que combinar el progreso con que haya una mínima competitividad entre las comunidades, que dentro de unos márgenes puedan encontrar estímulos para progresar a su manera.
Xavier Arbós es catedrático emérito de Derecho constitucional de la Universidad de Barcelona

Xavier Arbós es catedrático emérito de Derecho constitucional de la Universidad de Barcelona GALA ESPÍN Barcelona

¿Con ordinalidad?
Las comunidades deben cumplir con el deber de la solidaridad, sin hacer el juego de rebajar su contribución para quedar bien con sus propios habitantes, o de rebajar impuestos y reclamar a su vez un mejor sistema de financiación. Se trata de encontrar un equilibrio. Ahora bien, ¿qué significa esto en el mundo real? Supone llegar a pactos que no serán nunca satisfactorios al 100%.
¿Qué dice la política comparada?
Tenemos ejemplos de dos casos diferenciados. Una Baviera de la República Federal de Alemania que, después de la Segunda Guerra Mundial, estaba por debajo de la media, como el resto del país, y ahora es una de sus regiones más prósperas. Y en Italia, donde la diferencia entre norte y sur, después de tantos años, aún sigue estando muy marcada. No hay una receta del éxito.
¿Y cree que se deben poner en riesgo unos nuevos presupuestos en Cataluña a cambio de avanzar en la reforma de la financiación?
A mí me gustaría que se pudieran hacer las dos cosas, se necesitan ambas, pero ya es una cuestión de prioridad política y no me corresponde a mí decidirlo. Tampoco podría, porque para ello se debe tener un grado de información que creo que muy pocas personas tienen, y que se encuentran al otro lado de la plaza Sant Jaume.
De todas maneras, entiendo que es peligroso relacionar dos carpetas tan importantes, aunque es natural que lo estén porque, para presentar unos presupuestos de unas dimensiones determinadas, debes saber qué recursos tendrás.
El aumento del autogobierno acostumbra a estar mal visto en Madrid…
Sí, aunque se deben hacer matices. Tendemos a imaginar Madrid como una especie de nebulosa con nombre acabado en "t". Es normal y me atrevería a decir que incluso sano que haya un grado aceptable de pulsión centrífuga y centrípeta. Pensando en la ambición de autogobierno que tiene acreditada Cataluña, esto puede ser incluso estimulante como motor de cambio para hacer bien las cosas y demostrar que se puede y debe mejorar.
Xavier Arbós fue nombrado director del Institut d'Estudis de l'Autogovern el 15 de octubre de 2024, pasando a ser miembro nato de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat

Xavier Arbós fue nombrado director del Institut d'Estudis de l'Autogovern el 15 de octubre de 2024, pasando a ser miembro nato de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat GALA ESPÍN Barcelona

Como federalista acérrimo, ¿lo entiende?
No puedo simpatizar con las pulsiones centralistas, pero las entiendo. España es un estado que ha vivido prácticamente desde la época moderna en formatos centralizados de organización territorial del poder y, durante la dictadura de Franco, bajo el uso de la brutalidad represiva. Es comprensible que se generen estas mentalidades (no solo en Madrid) cuyo instinto es pensar que la única institución capaz de garantizar la solidaridad y la igualdad es el Estado.
Cabe destacar que no hay un Estado federal que no tenga este tipo de tensión que, bien traída, es un estímulo interesante.
¿Ha hecho más este Govern por el autogobierno y el refuerzo de la Generalitat en un año y pico que los de signo independentista que hemos tenido hasta ahora?
Yo creo que sí y le diré por qué. No porque este Govern sea más simpático, que para mí evidentemente lo es, sino porque se consiguen más cosas con la colaboración que con el enfrentamiento; sobre todo, si el enfrentamiento no tiene ninguna posibilidad de triunfar, por justas o injustas que sean las causas que se invoquen. La manera de tirar adelante es con la colaboración.
Las relaciones intergubernamentales en los Estados federales como el nuestro sirven para poner estas competencias al servicio de una política comuna, y esto presupone colaborar, discutir, no estar de acuerdo, no firmar un convenio… Pero al final, la mayor parte de la población reacciona diciendo “no me importa de quién es la competencia, sino que se solucionen mis problemas”. Tener esta distribución de competencias permite solucionar mejor los problemas, aunque eso dé una complejidad institucional que no es sencilla de entender.
¿El 'procés' perjudicó al autogobierno de Cataluña?
Yo tengo un gran respeto para los que se inclinaron por el independentismo, pero creo que no ayudó mucho al autogobierno de Cataluña. Es más, tuvimos a un presidente de la Generalitat, el señor Torra, que dijo que el autogobierno o el autonomismo era una especie de obstáculo hacia la independencia y esto tendió a perjudicar.
Durante el bipartidismo, había reivindicaciones catalanas que eran vistas como imposibles desde Madrid y, cuando cambiaba la mayoría absoluta y se necesitaban los votos, de repente sí que eran posibles; lo hemos visto también recientemente, con el uso de las lenguas oficiales en el Congreso de los Diputados, que se hizo realidad de una legislatura a otra. Los partidarios de una autonomía fuerte que no han sido tenidos en cuenta, muchos de ellos han acabado votando opciones nacionalistas o independentistas.
Dice que en Cataluña existe la tendencia de imaginarse Madrid como "una nebulosa acabada en 't'"... ¿Cómo se imaginan a Cataluña en la capital?
Detecto en Madrid la mentalidad según la cual el orden natural del universo es que en Cataluña gobiernen nacionalistas. ¿Por qué Feijóo viene a Cataluña y dice que es más fácil entenderse con Puigdemont que con Pedro Sánchez? Probablemente, porque siguen pensando que este es el orden natural de las cosas.
Especialista en estudios sobre federalismo y relaciones intergubernamentales, ha impartido docencia de modo regular en varias universidades extranjeras

Especialista en estudios sobre federalismo y relaciones intergubernamentales, ha impartido docencia de modo regular en varias universidades extranjeras GALA ESPÍN Barcelona

Ahora que menciona a Alberto Núñez Feijóo, ¿qué lectura hace de la Conferencia de Presidentes de Barcelona que el PP monopolizó contra los socialistas?
Yo creo que el diseño de las Conferencias de presidentes está pensado para que sea posible llegar a acuerdos. No es sólo un lugar de debate, sino que además tiene su estructura y está pensado para que de ahí salgan acuerdos o, como mínimo, una recomendación. Es la única fotografía que podemos tener del estado de las autonomías y debería ser el foro de los consensos, como una especie de ensayo de debate interno de lo que podría ser, por ejemplo, la reforma del sistema de financiación.
Y se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con que el catalán sea lengua oficial en Europa, sí, pero estaba cantado que el PP haría su performance y opacaría la conferencia de presidentes por su lucha partidista.
¿Ese foro es el único de colaboración entre comunidades?
Las relaciones intergubernamentales institucionalizadas, habitualmente se presentan en las conferencias sectoriales con el ministro y sus homólogos, pero también existe una gran relación entre las comunidades autónomas. Incluso hay encuentros en los que a veces no se invita al Estado. Hay un tejido que se produce a un nivel no visible, pero estamos acostumbrados a ver las tensiones políticas, que son las que hacen que el acuerdo y el consenso no se puedan lograr aunque el formato los facilite.
Es sintomático…
Cojamos un ejemplo. Hace cuatro años, cuando se recordó el episodio del intento de asalto del Banco Central del año 1981, después del intento de golpe de Estado de febrero, los noticiarios pusieron fragmentos de la discusión en las intervenciones parlamentarias. No se escuchaba de fondo. No había silbidos ni aplausos. No sé si son imaginaciones mías o quizás es que no había micrófonos de ambiente, pero sí me atrevería a afirmar que al inicio de la democracia no había esos espectáculos que a veces se ven en el Congreso de los Diputados.