El día que Ortega Smith se empadronó en Cataluña para 'reconquistarla'

"Los inicios de un partido político nunca son fáciles", explica un relevante líder de Vox en Cataluña: "A veces hay que recurrir a maniobras frikis para darse a conocer".

Una de ellas, durante los años del procés, fue empadronar a Javier Ortega Smith, entonces secretario general y uno de los rostros más reconocibles de los ultraderechistas, en casa de una militante de Sant Cugat. El plan tenía como finalidad última que se presentase como candidato a la Generalitat. Y para ello necesitaba vivir en la región. 

Pese a que la maniobra no fructificó, el dirigente, hoy apartado del núcleo duro del partido y en la rampa de salida tras su distanciamiento con el presidente, Santiago Abascal, reivindica la jugada. "Fueron años de mucho trabajo sobre el terreno", explica, "claves para dar a conocer el partido en un territorio que vivía un momento delicado y nos ayudó mucho a crecer".

De las tertulias en TV3 al juicio del 1-O

Cuando Vox todavía no tenía representación en ninguna institución, antes de su irrupción en Andalucía a finales de 2018, el polémico abogado ya participaba en algunas tertulias de TV3. Un "escaparate" de primer orden para los ultraderechistas junto a la acusación popular que el propio Ortega lideró en el mediático juicio contra los líderes golpistas que impulsaron el 1-O.

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Siendo madrileño y afincado en todo momento en la capital, "vino muchísimo" a Barcelona entre 2017 y 2019. Años en los que recoger firmas y fundar secciones locales era el principal objetivo. De la mano vinieron los fichajes de perfiles como Alberto Tarradas, actual líder de Vox en Girona y diputado en el Parlament –eclipsado por la llegada de Júlia Calvet, pero, igualmente, un valor al alza de la formación– y otros tantos como la propia Felicity, quien le prestó su domicilio. 

Padrón fraudulento

Todavía militante de base, esta mujer de Sant Cugat ha declinado finalmente atender a este medio. Tampoco el propio Ortega especifica si efectivamente durmió en alguna ocasión en su casa o lo hizo siempre en hoteles como aseguran otras fuentes consultadas. "Se quiere mantener al margen", explican desde el partido, pese a que fue la propia Felicity quien le acompañó a votar desde el municipio vallesano en las elecciones generales de 2019. 

Este empadronamiento, decidido en la cúpula que entonces formaban Abascal, Smith e Iván Espinosa de los Monteros, que hoy hace su camino político en la fundación Atenea, supuso en cualquier caso un fraude al no corresponder con la residencia habitual del político y pretender beneficiarse administrativamente, pues para presentarse a unas elecciones catalanas resulta imprescindible estar afincado en la región. 

Un fraude sancionable con multas de no más de 150 euros, pero utilizado con frecuencia por inmigrantes irregulares, como denuncia Vox habitualmente, para obtener ayudas de los ayuntamientos. 

Candidatura a la Generalitat

Con la irrupción de los de Santiago Abascal en el Congreso, Vox optó finalmente por que el candidato en 2021, las siguientes elecciones catalanas, celebradas en contexto pandémico, fuera Ignacio Garriga, que ya era diputado en Madrid y de la estricta confianza del presidente del partido. En 2022, curiosamente, relevó a Ortega como secretario general en lo que fue el principio del fin de su protagonismo en el partido ultraderechista, hoy limitado a su liderazgo en el Ayuntamiento de Madrid. 

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Vox consiguió 11 diputados en aquellos comicios, celebrados en contexto pandémico y en los que Smith participó activamente en la campaña, marcada por los boicots de la izquierda radical y el secesionismo a sus actos de campaña. Garriga consolidó su liderazgo en aquella legislatura y consiguió mantener los mismos escaños en 2024 pese al gran resultado del PP.  

"Más fuera que dentro"

Esta misma semana, Ortega ha sido noticia por su sustitución como portavoz adjunto de la formación en el Congreso, cargo que compaginaba con el liderazgo del partido en Madrid y que pasa a manos de Carlos H. Quero, un perfil que pretenden potenciar especialmente en el área de vivienda. 

"Está más fuera que dentro", explican desde Vox. Mantener públicamente su amistad con Iván Espinosa pese a que el antaño portavoz parlamentario y Abascal "no se hablan" parece haber acelerado lo que la cúpula de los ultraderechistas lleva cocinando desde hace tiempo, que no es otra cosa que deshacerse de perfiles que puedan percibirse como radicales en un contexto donde, añaden, "es cuestión de tiempo" que la formación llegue a la Moncloa de la mano de Alberto Núñez Feijóo. 

Polémicas

Ortega, asimismo, se ha caracterizado durante estos últimos años por protagonizar varias polémicas sonadas. También incluso antes de entrar en política. La orden de búsqueda y captura del Gobierno de Gibraltar, impidiéndole aún hoy la entrada al Reino Unido, o el lanzamiento de una botella a un concejal de Más Madrid en un pleno son solo algunos ejemplos.

Y desde Vox temen que, contrariamente a la salida de Espinosa de los Monteros –que pese a la "ruptura" personal, desde el partido califican de "muy elegante"–, la eventual marcha de Ortega venga acompañada de "desplantes y reproches". "Es su forma de ser", añaden representantes del partido en Cataluña, agradeciendo su labor para reconquistar la región, pero advirtiendo igualmente de "que vaya con cuidado", que "entonces el secretario general era él".