La llamada entre Iglesias y Junqueras que enterró la coalición periférica de Rufián

Mucho ruido y pocas nueces. La propuesta de Gabriel Rufián de unir a las izquierdas independentistas y a Podemos en una única lista electoral ha durado lo que ERC y Pablo Iglesias han tardado en salir públicamente a rechazar la alianza.

Lo han hecho, además, entre críticas a "las formas" del diputado republicano por "ir por libre" y maniobrar a espaldas de su partido, donde ya se ha convertido en una figura incómoda. No había comentado con nadie su "operación imposible".

ERC, Bildu, BNG y Podemos

El plan, indiscretamente expuesto en redes sociales –y, últimamente, cada vez que se topaba con un micro– pasaba por lo que él mismo bautizó como coalición periférica. Una candidatura unitaria entre su partido, EH Bildu y BNG a la que no tuvieran más remedio que sumarse los restos del fallido proyecto de Sumar y Podemos. 

Esta es la única fórmula, a su juicio, capaz de frenar a una extrema derecha que crece en los sondeos y que puede tener la llave de la gobernabilidad de un Ejecutivo del PP.

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Hubo contactos, aunque tímidos, entre los grupos parlamentarios en el Congreso. Los independentistas vascos y gallegos, con quienes ERC concurre bajo las mismas siglas en las elecciones europeas, no tenían reparos en hablarlo –eso sí, desde un cierto escepticismo–. Irene Montero y Ione Belarra, que tienen una buena relación con Rufián, tampoco.

Pero en ningún caso saltándose a Oriol Junqueras, a quien Iglesias llamó personalmente el pasado fin de semana.

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, enseña un billete de Rodalies Eduardo Parra / Europa Press

Aunque retirado de la primera línea, el exvicepresidente del Gobierno sigue siendo el líder espiritual de Podemos. Y como tal, ante el alud de informaciones y filtraciones alrededor de la propuesta de Rufián –entre ellas que los morados estaban invitados a participar–, quiso comentarla con su homólogo de la calle Calàbria.

Pese a los zascas que se dedican ocasionalmente en X, la relación entre el presidente republicano e Iglesias es lo suficientemente buena como para llamarse y tratar asuntos de este tipo.

"Afán de protagonismo"

No fue una conversación excesivamente larga, según apuntan fuentes bien informadas. El líder de facto de los morados ya sabía que ERC no tenía nada que ver con la presunta coalición periférica, fruto en exclusiva de la imaginación de Rufián y su, aseguran, "indiscutible afán de protagonismo".

Además, Iglesias era consciente de que las posibilidades de llegar a un acuerdo eran mínimas, pues él mismo tanteó el terreno en su día. Y también se conocen las consecuencias de "ir por libre".

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"No conviene a nadie"

Junqueras le dio la razón y le aclaró, como ha hecho después en rueda de prensa, que su partido no tiene idea de cambiar de marca en unas hipotéticas elecciones generales, que por ahora están previstas para 2027. Ambos compartieron, finalmente, la "poca elegancia" de Rufián al filtrar sus intenciones a periodistas; enterrando cualquier posibilidad.

"No conviene a ninguna de las partes", concluyeron, dejando al diputado de ERC en una posición delicada.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, en rueda de prensa EUROPA PRESS

Rufián, en una posición delicada

Esta fracasada intentona no quedará en una anécdota en la calle Calàbria. Más allá de que Rufián siga o no vinculado a ERC, algo que está en el aire –y ya suenan nombres como el de Joan Ignasi Elena para sustituirle en Madrid–, su actitud "marca un precedente a evitar" en el seno de la formación.

"Las ideas de este tipo se discuten primero en casa", apunta un destacado miembro del partido. "No puede extrañarle que ahora le desacrediten en público", añade.

Si el diputado explorará por su cuenta una nueva maniobra electoral es una incógnita. No tiene intención de volver a vivir en Santa Coloma de Gramenet, en cualquier caso, y "está muy cómodo" en la capital.

Hasta que haya elecciones no se prevén movimientos en este sentido, pero su figura queda muy tocada en el seno de ERC. Y el propio Junqueras, su valedor, está empezando a dudar.