Lorena Roldán se aferra al doble cargo de diputada y senadora y desata un nuevo cisma en el PP catalán
- Los partidarios de Alejandro Fernández y los afines a Dolors Montserrat vuelven a enfrentarse por la interpretación de una directriz de Génova que impide compatibilizar ambos cargos
- Más información: El PP catalán 'envía' a Lorena Roldán al Senado
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Nuevo enfrentamiento entre los partidarios de Alejandro Fernández y los de Dolors Montserrat en el PP catalán. El motivo, esta vez, es la pérdida de una de las pocas personas de confianza que le quedan a Fernández en Cataluña: Lorena Roldán.
El Partido Popular de Cataluña (PPC) anunció a finales de julio que Roldán dejaría su escaño en el Parlament tras ser propuesta como senadora autonómica. Dos meses y medio más tarde, la política tarraconense sigue ocupando ambos cargos. Pese a que la intención de la formación es que renuncie a su acta de diputada, no hay fecha para que ello ocurra, ni un acuerdo entre el partido y la diputada, que se resiste a obedecer las directrices de Génova.
Las normas de Génova
Y es que su retirada de Cataluña implicaría un nuevo golpe para Alejandro Fernández, quien perdería a una de sus personas de confianza y entraría en su lugar (por orden de la lista en la provincia de Tarragona) Isabel Salas, actual concejal del Ayuntamiento de Ulldecona y próxima a Dolors Montserrat.
Fuentes de la dirección nacional destacan a Crónica Global que Roldán debería haber renunciado a su escaño autonómico hace al menos un mes, a la vuelta del parón estival. Las críticas han ido a más en el seno de la formación desde la semana pasada, cuando la política tarraconense se ausentó de la primera de las dos sesiones del debate de política general en el Parlament de Cataluña para asistir al pleno del Senado.
Esta actuación va en contra de las políticas internas del Partido Popular definidas desde la calle Génova, que se opone a la duplicidad de cargos entre el de diputado autonómico y senador, puesto que, por las responsabilidades y dedicación que ambos implican, impide dar el servicio correcto a las dos instituciones. Esta directriz no se aplica a todas las comunidades autónomas, pero sí a Cataluña.
Delicada lista electoral
La composición de la lista del PP para las elecciones autonómicas celebradas en Cataluña el pasado 12 de mayo fue el resultado de una delicada negociación entre Génova y el presidente del partido en la comunidad, Alejandro Fernández, quien encabezó la candidatura a cambio de que Dolors Montserrat la rellenara con sus círculos más cercanos, fieles a la dirección nacional.
El de Lorena Roldán fue uno de los pocos nombres que Fernández logró colocar para que algunos de sus próximos le acompañaran al Parlament. Su rápido nombramiento como senadora autonómica, sin embargo, ha sido interpretado como una victoria de los montserratistas, dado que implica su marcha de la Cámara catalana.
Roldán defiende su posición
En conversación con este medio, Roldán asegura que ambas actas son compatibles y defiende que renunciar a alguna de ellas o no hacerlo es una decisión estrictamente personal.
Voces cercanas a Alejandro Fernández justifican el enrocamiento en el que se ha instalado Lorena Roldán argumentando que hay casos similares en el PP catalán. Apuntan a Elisa Vedrina, cercana a Montserrat, quien no ha abandonado su posición como edil en Tarragona tras haber entrado en el Congreso de los Diputados en junio de este año.
El partido se opone
Sin embargo, fuentes cercanas a Montserrat aseguran que las situaciones de Roldán y Vedrina no son comparables, puesto que es una cuestión habitual que los diputados ocupen también cargos de responsabilidad municipal.
Fuentes próximas al Partido Popular de Cataluña consultadas por Crónica Global han desvelado que la ejecutiva interna ha pedido a Roldán que desencalle la situación renunciando a su asiento en la Cámara catalana, mientras se han mantenido “conversaciones” paralelas con Vedrina para que, previsiblemente, haga lo mismo en el Ayuntamiento de Tarragona. Advierten de que “habrá movimientos en las próximas semanas”, pese a que, por el momento, no se ha aclarado cuándo sucederán.