Reus ha colocado a la pareja actual del director general de su funeraria municipal, que mutará a operador comarcal para buena parte de Tarragona este mismo invierno. El ayuntamiento ha perpetrado la segunda colocación en FuneCamp, después de la del propio gerente, elegido sin concurso.
Han alertado de ello fuentes sindicales, advirtiendo que Irene Aguilar-Galindo, pareja del gerente, es la nueva coordinadora de funerarios en Serveis Funeraris Reus i Baix Camp (FuneCamp). Aguilar-Galindo fue elegida en julio, y se mantendrá en la empresa como alto cargo, pese a que su compañero sentimental la dirige.
La profesional logró 128,04 puntos en el proceso de selección, que ya ha concluido, según la documentación pública.
"De acuerdo a normativa"
¿Cómo lo defiende el ayuntamiento? A preguntas de este medio, ha justificado el fichaje de Aguilar-Galindo, con experiencia en la tanatopraxia según sus currículums públicos, porque se ha efectuado "de acuerdo con la normativa vigente".
El gobierno municipal de la alcaldesa Sandra Guaita (PSC) admite que se ha completado el proceso de selección de una coordinadora de funerarios, sin ahondar más en el asunto.
Es la pareja del gerente
Fuentes sindicales discrepan de esta versión. "Ajustado a normativa o no", la nueva coordinadora de funerarios es la actual pareja de José Álvarez Muñoz, gerente de la empresa.
De este modo, recuerdan que FuneCamp aún no ha realizado su primer servicio, aún no ha trasladado el primer difunto --se prevé que lo haga en invierno--, y ya tiene a una pareja "colocada" en la cúpula. Por el momento, la estructura se mantiene, pese a que otros tres ayuntamientos además de Reus, Salou, Constantí y Vila-seca, participan en la nueva empresa.
Judicializada
La colocación de la compañera del gerente añade otra polémica a FuneCamp, que debe ganarse la confianza de la ciudadanía y del sector para operar. Por el momento, no lo ha logrado. Como avanzó este medio, tres empresas de final de vida de la zona han acudido a los tribunales para parar los pies del operador.
Han presentado escritos al juzgado de Lo Contencioso número 1 de Tarragona, alertando de que la nueva compañía operará "en régimen de monopolio pagado con dinero público". Una situación que la llevará a destruir la competencia y a eliminar puestos de trabajo en el sector privado.
Reus esconde las cuentas
Hay más. Desde la industria se alerta de que la funeraria municipal de Reus, germen de la comarcal para media Tarragona, "está en pérdidas", por lo que el nuevo operador también lo estará. A este respecto, cabe recordar que el gobierno local de Sandra Guaita ha escondido las cuentas desagregadas, y hay un escrito interpuesto ante Información Pública para revelarlas.
Se estima que, de hecho, FuneCamp supondrá una mutualización de las pérdidas y de las deudas de la empresa municipal de Reus. Entre cuatro ayuntamientos, eso sí.
El nuevo operador tendrá pérdidas
Pero si así las cosas, la nueva empresa pública, ¿será rentable? El ayuntamiento sostiene que sí, pero hay desconfianza. Como explicó Crónica Global, un dictamen de la consultora KPMG calculó que FuneCamp tendrá tesorería negativa desde el primer año, lo que obligará a los cuatro ayuntamientos participantes a aportar fondos para equilibrar el balance.
El flujo de caja o cash-flow para los tres primeros ejercicios alcanzará los 1,58 millones de euros, lo que impactará directamente sobre el excedente. Siempre, según KPMG, las pérdidas del operador comarcal bailarán entre lo 154.000 y 310.000 euros el primer ejercicio. A final de los tres primeros años completos, la nueva propuesta pública se podrá haber dejado hasta 727.000 euros en pérdidas recurrentes.
Subida de precios
Ese boquete se generará, cree la consultora, por las bajísimas tarifas que promete FuneCamp. Reus ha avanzado que el nuevo operador hará servicios a un máximo de 2.200 euros, un 30% por debajo del precio del mercado.
Sin embargo, la empresa municipal ya ha tenido que actualizar al alza sus tarifas en diversas ocasiones. En la actualización de precios de este año, 2024, el alza es del 10%. El ayuntamiento lo justificó por la subida del precio de la energía y la inflación general.
Precedente de empresa ruinosa: el Hospital de Reus
Si estas cifras son ciertas, la funeraria comarcal podría terminar de forma idéntica al Hospital Sant Joan de Reus, una iniciativa municipal que terminó perdiendo la autonomía de gestión, primero, y fue vendido a la Generalitat de Cataluña, después. Por el camino, el centro sanitario acumuló una deuda financiera --considerada impagable-- de 53 millones de euros, ya que solo su construcción costó cerca de 170 millones al municipio.
La ciudad sanitaria vendida al Govern también estuvo en el epicentro del caso Innova de presunta corrupción, que irá a juicio en los próximos meses tras una década de instrucción judicial. En el pleno municipal que autorizó la venta del complejo médico, Sandra Guaita, la ahora alcaldesa de Reus y entonces concejal en la oposición, votó en contra.
Otros concejales de la ciudad del Camp de Tarragona han alertado de que la funeraria cogerá la misma senda de esa primera empresa sanitaria fallida. Máxime si se tiene en cuenta que su balance debe soportar no solo la operativa de servicios funerarios, sino la carga del cementerio municipal, el auténtico generador de déficit año a año.