Un día después de la aparición de Carles Puigdemont en Barcelona y la posterior fuga, todavía hay muchas incógnitas sin resolver más allá del revuelo político o las explicaciones que el juez Pablo Llarena ha pedido a los Mossos d’Esquadra y al Ministerio de Interior. Volvamos a la cronología. A pocos minutos para llegar a las 9h del 8 de agosto, Puigdemont aparecía en la calle Trafalgar en compañía del secretario general de Junts, Jordi Turull y dos acompañantes. Uno de ellos es un bombero, P.M, que forma parte del equipo de colaboradores del expresidente desde hace tiempo.
Al cabo de unos minutos y rodeado de una comitiva liderada por el presidente del Parlament, Josep Rull, y la mayoría de altos cargos del partido, Carles Puigdemont consigue llegar al escenario del Arc del Triomf sin ser detenido. Después de realizar un breve discurso que no llegó ni a los cinco minutos de duración, el dirigente se bajó del escenario con la compañía del abogado Gonzalo Boye.
50 fieles con gorros de paja
En este momento es dónde está el punto de inflexión del plan de Puigdemont. El expresidente bajó del escenario y se dirigió a una carpa para cambiarse de atuendo en un intento de despistar al dispositivo policial. Por su parte, un grupo de 50 personas con gorros de paja bloquearon el acceso a la carpa.
En este sentido, fuentes policiales consultadas por Crónica Global, confirman la acción conjunta de los organizadores del acto y los simpatizantes de Puigdemont para evitar que los agentes de paisano de los Mossos d’Esquadra llegarán al citado Honda de color blanco con el que el líder de Junts desapareció de la zona.
De hecho, el propietario del vehículo, un agente de la policía catalana, fue detenido y posteriormente liberado a última hora del día. El resto ya es conocido, el coche blanco escapó en dirección Estació del Nord. En esa zona de la capital catalana, los Mossos aseguran que perdieron la pista del coche. Acto seguido, sin éxito, la polícia activó la Operación Jaula para intentar detener al expresidente.
Eduard Sallent ataca a los colaboradores de Puigdemont
El comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, ha utilizado la rueda de prensa sobre el dispositivo de la jornada de investidura para atacar a todas las personas "con responsabilidades públicas que dieron amparo" a Carles Puigdemont. En relación con la colaboración de la Guardia Civil y la Policía Nacional, Sallent se ha limitado a expresar que comunicaron los datos del vehículo de la huida por el protocolo habitual.
En paralelo, la cúpula policial confirma la apertura de una investigación para perseguir "sin descanso" a los colaboradores (agentes, políticos y terceros) que ayudaron a Puigdemont a huir de Barcelona. Concretamente, tanto Sallent como el consejero de Interior (Joan Ignasi Elena) han negado tener conocimiento de la posible implicación de otro conocido colaborador de Carles Puigdemont, Lluís Escolà.
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