Las pruebas de competencias básicas del curso 2023-2024, organizadas por la Generalitat, muestran una caída en el nivel de los alumnos catalanes en inglés y catalán. También una mejora en términos generales, motivo por el que el Departamento de Educación ha tratado de insuflar "esperanza" tras el desastre evidenciado por el informe PISA.

Se ha encargado de hacerlo la consellera Anna Simó en una rueda de prensa celebrada este jueves, en la que también han participado la presidenta del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, Núria Martín, y el Secretario de Políticas Educativas, Ignasi García Plata.

"Datos esperanzadores"

El documento presentado, Evaluaciones Censales de las Competencias Básicas del curso 2023-2024arroja que el nivel de primaria mejora en todas las asignaturas, a pesar de la caída en inglés y en dicho ciclo y educación secundaria. El alumnado de este último empeora también en lengua catalana, materia en la que obtienen las peores notas desde 2016.

Los resultados "constatan una mejora iniciada el curso pasado" y "confirman que en 2022 se tocó fondo y hubo un punto de alerta", según ha explicado Simó. "Los datos son esperanzadores", ha agregado, sin dejar de reconocer la necesidad de reforzar "algunas materias".

A vueltas con el catalán

La caída en lengua catalana en ESO ha llevado a la consellera a criticar las "injerencias" de los tribunales y ha advertido de que la Generalitat "seguirá dando protección jurídica a los centros en la aplicación de sus planes lingüísticos". Recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha suspendido el decreto lingüístico del Govern con el que pretendía priorizar el catalán y evitar establecer un porcentaje mínimo de castellano.

La 'consellera' de Educación, Anna Simó EUROPA PRESS

Asimismo, ha lamentado que este retroceso es resultado de "una realidad sociolingüística que supera a los centros". "Es necesario poner al día la metodología de inmersión lingüística", ha enfatizado.

El 13,2% de los alumnos de cuarto de ESO tienen un nivel bajo y el 13,4% alto, mientras que para el 33,3% es medio-bajo y medio-alto para el 40 %. En comprensión lectora, el 10,9% de los alumnos de 15 años se sitúa en un nivel bajo y el 24,1% en bajo-medio; en expresión escrita, el 17,6% tiene un nivel bajo y para el 33,7% el nivel es medio-bajo.

También en inglés

Entre los alumnos de 15 años, los resultados en lengua inglesa bajan y se sitúan en 73,1 puntos, cuando el año pasado fueron 73,9, lo que había implicado una subida notable respecto a los 68,4 del 2022. El nivel de los estudiantes de primaria baja en inglés y se sitúan en 73,2 puntos, cuando el año pasado obtuvieron 77,8, los mismos que en 2021.

Pese a destacar que las diferencias "no se producen tanto entre centros como dentro de ellos", la consellera ha incidido en que "se emplearán recursos para mejorar la lengua inglesa en los centros de más complejidad", con "actividades extraescolares" y con el fin de "contribuir a reducir la brecha educativa".

El desastre de PISA

La publicación del informe anual de Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes PISA 2022 el pasado diciembre supuso un terremoto educativo, al arrojar una realidad desastrosa. Según los resultados, los alumnos catalanes se sitúan a la cola del rendimiento en España y de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en matemáticas, lectura y ciencias. 

Niños en un colegio EUROPA PRESS

Esto llevó a la Generalitat a meter la pata al justificar el pésimo nivel educativo del alumnado, al relacionarlo con la inmigración. La crisis se cobró una víctima, con la destitución de Carles Vega, el entonces presidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de Cataluña (CSASE).

Mejora en matemáticas

En matemáticas, los alumnos de cuarto de ESO pasan de 62,3 del año pasado al 64,9. No obstante, solo el 15,9% se sitúa en un nivel alto, similar al del año pasado, que fue del 15,5%, frente al 20,3 % de 2021. El 21,6% de los alumnos de cuarto de ESO obtienen este año resultados bajos, mientras que en 2023 fueron el 24,4%.

Y por vez primera desde que se implantó en 2016 la prueba de conocimientos científicos y tecnológicos en el último curso de la educación secundaria, el nivel aumenta. En este curso, la puntuación se sitúa en 74,3 puntos, mientras que el año pasado fue de 71,6.

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